La gran artista del sello Lydia Mayorova |
Lluvia
de primavera
«Desdoblando al azar algunas cartas, en una de ellas encontró una florecilla seca, envuelta en una cintita descolorida, y entonces, encogiéndose de hombros, apartó las demás a un lado y fijó su mirada en la chimenea…»
Lluvia de primavera, I, de Iván S. Turguénev
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En la cima de la mejor literatura rusa, Iván Turguénev pasa
por ser el más elegante y sencillo de todos sus grandes escritores. Muy alejado
de la prosa incendiaria de Dostoyevski y de las morbosidades excéntricas
de Gógol, pero también distante de la compasión flemática de Tolstói
o de la ternura resignada de Chéjov. El secreto de Turguénev era
su estilo en apariencia discreto y difícil de aprehender, cuando no
indetectable, pero en realidad producto de una elaboración muy concienzuda y
meditada. Su prosa es límpida y concisa, y al mismo tiempo sutil y extremadamente
delicada y apacible.
La artista Lydia Mayorova grabó en 1968 un maravilloso sello de Iván Turguénev que ha de guiar la contemplación de la obra de esta magnífica grabadora rusa. Este sello, diseñado por el prolífico Vasili Zaviálov (1906-1972), es también uno de los preferidos por la misma artista, que en un homenaje que recibió a principios de 2008 lo consideró uno de sus mejores retratos, junto al de Marx de 1967 y el de Engels de tres años después.
La artista Lydia Mayorova grabó en 1968 un maravilloso sello de Iván Turguénev que ha de guiar la contemplación de la obra de esta magnífica grabadora rusa. Este sello, diseñado por el prolífico Vasili Zaviálov (1906-1972), es también uno de los preferidos por la misma artista, que en un homenaje que recibió a principios de 2008 lo consideró uno de sus mejores retratos, junto al de Marx de 1967 y el de Engels de tres años después.
Unión Soviética, 1967 y 1968, Karl Marx (centenario de la publicación de El Capital), e Iván Turguénev. Diseños de V. Mekhantiev y Vasili Zaviálov respectivamente, y grabados de Lydia Mayorova; impresión en calcografía. A la derecha, el sello de la URSS perteneciente a la serie básica emitida en 1976, grabado por Lydia Mayorova tras el diseño de E. Aniskin (bajorrelieves de Marx y Lenin); impresión en calcografía
Pues en cierta manera, y no sólo por la decantación confesa de la
artista, es atractiva y melosa la idea de proyectar el estilo decoroso y
callado de Turguénev sobre el trazo pudoroso de Lydia
Mayorova.
Unión Soviética, 1960; Capitales de las Repúblicas Soviéticas Autónomas. Majachkalá (capital de la República de Daguestán) e Izhevsk (capital de la República de Udmurtia). Sellos diseñados por N. Kruglov y grabados por Lydia Mayorova; impresión en calcografía. Esta serie de 1960 constó de un total de 10 sellos, siendo los otros grabadores Tatyana Nikitina (3), Iván Sapronov (1), Vladimir Smirnov (2), Iván Mokrousov (1) y Nikolai A. Mikheev (1). Imágenes de ambos sellos procedentes de ru.wikipedia.org (usuario Butko)
Y qué mejor que recordar las palabras de Ricardo Baroja, que escribió que el
arte del grabado es un arte fundamentalmente literario. Y Mayorova,
como Turguénev, escribía con recato y finura, naturalmente aleccionada
por la precaución conminatoria de Goznak, la Casa de grabado e impresión
soviética, pero así y todo, peculiar y distinguida.
Lydia Fedorovna Mayorova (Ли́дия Фёдоровна
Майо́рова) nació el 16 de diciembre de 1927 en Moscú.
En 1943, con sólo 15 años, ingresó en la escuela de aprendices de Goznak
y permaneció en la casa hasta casi mediada la década de los ochenta, cuando
grabó los últimos de los 86 sellos que llegó a confeccionar para la
filatelia de la Unión Soviética. Realizó también otros grabados y obras
artísticas de diversa índole, así como algunos retratos para billetes
nacionales y del área de influencia soviética, entre ellos los expuestos de Lenin y Schiller. Falleció Lydia
Mayorova en Moscú el 31 de diciembre de 2008, al poco de cumplir 81
años.
Unión Soviética, 1965 y 1975,
Lenin (48 años de la Revolución de Octubre) y 30 aniversario de la ONU. Lydia
Mayorova grabó el retrato de Lenin y el edificio de Naciones Unidas en Nueva
York de estas hojitas diseñadas por A. Kotyrev y A. Kovrizhkin. A la derecha, sello
emitido por Bulgaria en 1975 cuya viñeta de un aguafuerte de Goya (Tántalo;
Los Caprichos) grabó Lydia Mayorova en la imprenta estatal de Goznak. Las tres emisiones fueron impresas en
calcografía y huecograbado
Borges
escribió la metáfora del hombre que se pasa la vida trazando líneas y termina
descubriendo que no ha hecho más que autorretratarse pacientemente. Invirtiendo
en un espejo la imagen borgiana, los grandes sellos de Turguénev y de Engels están en la joven Lydia Mayorova de la fotografía adjunta, Lydia Zhavoronkova antes de
contraer matrimonio, bella y enseguida artista esforzada y sensible.
A la izquierda, Lydia Mayorova quinceañera y estudiante en la Escuela técnica de Goznak (imagen facilitada por la hija de la grabadora, Galina Anisimova). En el centro sobre estas líneas, el primer sello que grabó Lydia Mayorova, emitido por la Unión Soviética en 1952 (Orden de la Bandera Roja, dentro de la serie Órdenes de la URSS -5 sellos-, diseñada por el departamento artístico de Goznak); impresión en calcografía. Y a la derecha, autorretrato del grabador Semyon Aferov (1918), el maestro de Lydia Mayorova en Goznak
«Delgada y esbelta, parecía de menos edad que la que realmente tenía. Había ya cumplido veintisiete años. Era de rostro redondo, cabeza pequeña y cabellos claros y rizados. Absorta y bella, a veces una luz inesperada relajaba sus facciones, tornándose entonces afable y dulce…»
Remanso de paz, I, de Iván S. Turguénev
Aunque entró como
aprendiz en la Escuela técnica de Goznak durante los tiempos
inciertos y trágicos de la II Guerra Mundial, Lydia Mayorova no grabó su
primer sello hasta principios de la década de los cincuenta. Lo hizo muy pocos
años después de graduarse en 1948 en la Escuela preparatoria con un grabado en cobre de la cabeza del David de Miguel
Ángel, la misma que casi cuarenta años después (Unión Soviética, 1975)
volvería a grabar para uno de los mejores sellos jamás dedicados al gran
artista de Caprese.
A la izquierda, trabajo de graduación de Lydia
Mayorova, su cabeza de David de 1948 grabada en cobre, y al lado, el sello que grabó la artista en la serie emitida por la Unión Soviética en 1975 dedicada a Miguel Ángel (impresión combinada en calcografía y offset)
Unión Soviética, 1966, Museo del Hermitage en San Petersburgo. Escultura de Jean-Antoine Houdon, Voltaire sentado en un sillón. Sello diseñado por Roman Zhitkov y grabado por Lydia Mayorova; impresión en calcografía. Este sello de Voltaire formó parte de una serie de cinco, grabando el resto Tatyana Nikitina (4k), Aleksandr Tkachenko (6k), Iván Mokrousov (12k) y Vladimir Smirnov (16k). A la derecha, las grabadoras Tatyana Nikitina, de pie, y Lydia Mayorova, sentada. Imagen del sello procedente de la página engravedstamps.net
Unión Soviética, 1964 y 1972, Nikolái Alekséievich Ostrovski y acorazado Potemkin. Sellos diseñados por E. Aniskin y Vasili Zaviálov, y grabados por Lydia Mayorova, el primero en colaboración con Iván Mokrousov. Impresión sólo en calcografía (1964), y en combinación de calcografía y huecograbado (1972). El sello de 1972 formó parte de una serie de cinco diseñada por Zaviálov, Historia de la Armada Rusa, continuación de otras emitidas con anterioridad; los demás sellos fueron grabados por Vladimir Smirnov (2k), Aleksandr Tkachenko (3k), Vladimir Mochalov (6k) e Iván Mokrousov (10k)
«Cuando nos incorporamos Tatyana Nikitina y yo al departamento de grabadores de Goznak en la primavera de 1948», relató Lydia Mayorova en unas pequeñas memorias, «todos estábamos juntos en la misma sala. Los grabadores nos sentábamos en fila delante de los diseñadores, y el que quería, podía incluso fumar. Hasta nuestro jefe Iván Dubásov estaba allí con nosotros, y sólo con el transcurso de los años se fueron mejorando las condiciones materiales del lugar».
A la izquierda, imagen del diploma de Lydia Mayorova en la Escuela Técnica de Goznak (1948), con el apellido de soltera Zhavoronkova (fotografía cedida por Galina Anisimova). Y a la derecha, sello grabado por Lydia Mayorova muchos años después, en 1977, uno de los cinco que formaron la serie del Servicio Postal diseñada por Herman Alexeevich Komlev; impresión combinada en calcografía y offset. En esta serie, grabaron el resto de sellos Aleksandr Tkachenko, Iván Mokrousov (2) y Tatyana Nikitina
La camaradería fue norma y
costumbre de Goznak en aquellos años posteriores a la gran guerra, como
habría de recordar emocionada la propia Lydia Mayorova durante sus
últimos años de vida. «Sólo puedo decir que, a pesar del anonimato de mi
obra, pues no se permitía como en otros países firmar los grabados, mi vida fue
maravillosa en Goznak. Allí me formé como persona y como artista. Y ambas cosas
en un clima de compañerismo y de amistad excepcional. Éramos una gran familia,
siempre todos dispuestos a ayudarnos y a enseñarnos unos a otros. Hoy puedo
decir que no recuerdo ni un mal gesto ni una mala acción. Todos estábamos
siempre preparados y atentos para ayudar a quien fuera y como fuera…».
Unión Soviética, 1975 y 1981, Retratos del poeta ruso Serguéi
Yesenin y del inventor Nikolay Nikolayevich Benardos. Sellos diseñados por Valery Pimenov y A. Kalashnikov, y grabados por Lydia
Mayorova. Impresión mixta en calcografía y huecograbado
La propia hija de Lydia Mayorova, Galina Anisimova, que se ha encargado además durante los
últimos años de ensalzar en exposiciones y charlas la figura artística de su
madre, contaba en una de estas ocasiones que recordaba cómo «cuando yo era
pequeña mi madre llegaba a casa entusiasmada y feliz con un pequeño sobre lleno de
sellos. Entonces buscaba algunos y me decía que los había hecho ella, pero no
dibujando, sino haciendo cortecitos en una placa de metal. Yo entonces no lo
podía entender, por más que ella cogía mi dedo y lo pasaba por la superficie
rugosa del sello, para que mi tacto sintiera esa aspereza tan singular. Sólo
muchos años después pude comprender la habilidad especial de mi madre, que hoy
me parece más increíble y maravillosa que nunca…».
Unión Soviética,
1963, Mikhail Shchepkin (1788-1863), el más famoso actor ruso del siglo
XIX. Diseño de Sergey Pomansky y grabado de Lydia Mayorova; impresión en calcografía. Mayorova grabó las viñetas laterales de uno de los tres grandes sellos de
aniversarios de 1964, concretamente este de Shakespeare, emitido por la URSS en
el 400 aniversario de su natalicio. Vladimir Smirnov e Iván Sapronov grabaron,
respectivamente, los de Galileo y Miguel Ángel. Diseño de Valery Pimenov; impresión mixta en calcografía y huecograbado
En los años de aprendizaje en la Escuela técnica de Goznak, los modelos a seguir fueron
los retratos de Pedro I y Catalina II en los billetes rusos de principios del
siglo XX (Galina Anisimova, Los
artistas secretos soviéticos).
Billetes de la Unión Soviética (1961, reverso, Torre Spasskaya del Kremlin de Moscú) y Afganistán (1979, reverso, Arco de la Victoria en los jardines Paghman, Kabul) para los que Lydia Mayorova grabó las viñetas en Goznak
Lydia Mayorova nunca dejó de pensar, en las cuatro décadas que
permaneció en Goznak, que en realidad era una privilegiada. Fue
una intuición certera, como pudo constatar tiempo después, cuando empezaron a
aflorar los testimonios hasta entonces solapados, cuando no sencillamente
ignorados o fulminados, de otros habitantes del paraíso soviético. «La verdad
es que éramos trabajadores muy especializados y teníamos ciertos privilegios.
Recuerdo que cuando llegaban cargamentos de zapatos y ropa, los primeros en
elegir qué comprar eran los dirigentes del Partido, después los patrones y
luego nosotros. Todo seguía un orden establecido y aceptado que, aunque ahora con
justicia se juzgue de otra manera, entonces era muy normal».
Unión Soviética,
1970. Uno de los mejores sellos grabados por Lydia Mayorova, el retrato
soberbio de Friedrich Engels. Diseño de V. Tirdatov sobre una fotografía de
1879; calcografía. En el centro y a la derecha, otros dos sellos grabados por
Mayorova, el mítico
General Aleksandr Suvórov (diseño de I. Filippov) y el comandante Semión
K. Timoshenko (diseño de Valentin Nikitin), ambos emitidos en 1980
Lo que no creía Mayorova a sus ochenta años que fuera susceptible
de haber podido ser mejor, fueron los años de aprendizaje en Goznak. «Fue
una formación extraordinaria y completísima. Me acuerdo con mucha nostalgia que
al principio todos los aprendices escogidos recibíamos una educación artística
muy general, y después los maestros iban seleccionando a los alumnos para unas
labores y otras, según los creyeran más capacitados en el dibujo gráfico, el
grabado o los motivos ornamentales. Yo fui elegida para el grabado, por mis
cualidades especiales, y a partir de aquí empezó el trabajo duro de verdad.
Recuerdo los primeros ensayos, que consistían sobre todo en grabar cubos y
otras figuras geométricas. Después pasábamos a un ojo por separado, luego a una
oreja… Y casi sin darnos cuenta, terminábamos por dominar con cierta soltura
este arte difícil del grabado, que no sólo ejercitábamos a buril sobre cobre,
sino también en madera y al aguafuerte…».
Padres
e hijos
«… y he aquí que ha llegado el momento, y mira por dónde, son nuestros herederos quienes nos dicen petulantes que no somos de su generación.»
Padres e hijos, X, de I. Iván S. Turguénev
«… y he aquí que ha llegado el momento, y mira por dónde, son nuestros herederos quienes nos dicen petulantes que no somos de su generación.»
Padres e hijos, X, de I. Iván S. Turguénev
Si bien los tiempos actuales, que sin duda están peligrosamente
desbordados por las nuevas tecnologías, disponen ciertamente de todos los
medios soñados para hacer de la confección de un sello grabado algo natural y
deseable, lo cierto es que el economicismo ramplón y soez del presente está
sepultando una tradición que parecía a salvo de cualquier eventualidad.
Nacido en Moscú en 1957, Yuri Ermakov estuvo casi veinte años en Goznak, hasta que en la década
de los noventa abandonó la mítica Casa y se estableció como artista
independiente. Desde entonces, y a la vista del poco interés de las renovadas
instituciones postales por el sello grabado a mano, Ermakov dedica su
tiempo a la obra propia y también al diseño de entradas y de otros documentos
para todo tipo de empresas privadas. Ermakov grabó a Saddam Hussein
para un billete de Iraq (1986) y llegó a tiempo de vivir la sucesión
generacional de Goznak, pero hace muy pocos años reconocía que eso ya se
ha perdido. «Lamentablemente, y por más que lo ideal sería combinar las
nuevas tecnologías con el arte más tradicional, al final el grabado a buril
terminará desapareciendo. Es inevitable, y una gran lástima, pues fíjese que
aún hoy, que sobrevive a duras penas, no habrá quizá ni 8 ó 10 personas en toda
Rusia que puedan grabar un sello con garantías. Y cualquier día de estos, sencillamente no habrá
nadie».
Unión Soviética, 1966. El caballero envuelto en
la piel de tigre, poema de Shota Rustaveli. Diseño de E. Aniskin a partir de una
ilustración de Mose Toidze, y grabado de Lydia Mayorova. En el centro y a
la derecha, retratos del filósofo y revolucionario Nikolái Chernyshevski, sello de 1978
diseñado por Nicolai Cherkasov, y del filósofo ucraniano Grigory S. Skovoroda,
en un sello (1972) diseñado por A. Kovrizhkiny; grabados, ambos, de Lydia
Mayorova
Este panorama desolador de hoy está justo en el
polo opuesto al que se encontró Lydia Mayorova hace 70 años, cuando fue
integrada definitivamente en el organigrama artístico de Goznak, allá
por la primavera de 1948. «Cuando llegué yo a la casa, junto a Iván
Sapronov y Vladimir Smirnov que ya estaban allí, se incorporaron Valentin
Nikitin y Tatyana Nikitina, y más tarde Iván Mokrousov, y
todos estuvimos bajo las órdenes de los grandes maestros artísticos, los diseñadores Iván Dubásov y su adjunto Sergey Pomansky, así como los maestros
grabadores Semen Ivánovich Aferov y Nikolai Andreyevich Mikheev.
Y también seguían trabajando para Goznak artistas de la talla de Vasili Zaviálov y después sus hijos, que diseñaron muchos sellos de la época».
Sellos grabados por
Lydia Mayorova, a partir de los diseños de I. Kozlov (1970,
Lenin), A. Kovrizhkin (1973, Dimitrie Cantemir) y V. Sorokin (1978, Stepán
Shaumián); calcografía. Lydia Mayorova grabó varias veces a Lenin, incluso para
un billete. Este sello de Lenin fue emitido en una hojita para celebrar la
Exposición de 1970 en Osaka (Japón)
Dubásov, proseguía recordando hace unos años Lydia Mayorova, «era
el jefe de todo, y además era muy exigente, pero también comprensivo y cariñoso.
Recuerdo que él fue quien juzgó mi trabajo de graduación, y me restó un punto
por cierta arruga del cuello de mi David que no le acabó de gustar. Ahora es
una anécdota entrañable, aunque entonces me enfadé mucho. Pero bueno, es que
además de familia, éramos todos unos críticos despiadados cuando hacía falta,
los maestros de los alumnos y viceversa, y cada uno en el fondo entendíamos la
gran responsabilidad que pesaba sobre nosotros. Teníamos primero que aprender y
después juzgar y enseñar, para preservar la historia y allanar el porvenir…».
Otros tres grandes
retratos grabados por Lydia Mayorova para sellos de la Unión Soviética de
principios de los años ochenta. El clínico Sergey
Botkin (1982, diseño de Piotr E. Bendel), y los compositores Vasily Pavlovich
Solovyov-Sedoi (1982, diseño de Piotr E. Bendel) y Aram Jachaturián (1983, diseño
de Vladimir Koval). Impresión en calcografía
Maestros
y colegas
La serie de las capitales de la Unión Soviética de 1958 es una de
las grandes series grabadas de la década y quizá de siempre, y sea esto dicho a nivel general.
Es una serie espléndida, formada por 15 sellos calcográficos, todos
ellos de una factura impecable. El diseñador de la emisión fue el hombre de
confianza del jefe artístico de Goznak,
Dubásov, y a su vez
un excelente y celebrado diseñador, Sergey Pomansky, que también
dirigiría la del año siguiente de los paisajes.
Unión Soviética, 1958, Capitales. Almá-Atá, Kazajistán. Plaza de Lenin, Asjabad y Estatua de Lenin en Turkmenistán. Sellos diseñados por Sergey Pomansky, y grabados por Tatyana Nikitina y Nikolai Andreyevich Mikheev. Impresión en calcografía
En esta serie de 1958, además, participaron la
mayoría, si no todos los grabadores disponibles en aquel momento en Goznak, desde los maestros
consagrados, Semyon Aferov y Mikheev, hasta los ya entonces
reputados talentos, empezando por Lydia Mayorova, Iván Sapronov o Tatyana Nikitina, que grabaron 3 sellos cada uno, y terminando con otros
dos excelentes artistas, Iván Mokrousov y Vladimir Smirnov.
Unión Soviética, 1958, Capitales. Chisináu (Kishinev), capital de Moldavia, y Bakú (Azerbaiyán). Sellos diseñados por Sergey Pomansky, y grabados por Nikolai
Andreyevich Mikheev e Iván Sapronov. Impresión en calcografía
El maestro Aferov sólo grabó un sello (Tallin,
Estonia), por dos de Mikheev, ¡pero qué sello el de aquél!, sin duda uno
de los mejores de la serie, de un primor minucioso y espléndido.
Unión Soviética, 1958, Capitales. Tallin, Estonia, Puerta de
Viru; y Ereván, capital de Armenia. Sellos diseñados por Sergey Pomansky, y grabados por Semyon Aferov y Lydia Mayorova. Impresión en calcografía
Y si el único sello de esta serie majestuosa de 1958
(Unión Soviética) grabado por Semyon Aferov es sencillamente magistral,
los que grabó Lydia Mayorova no le van a la zaga.
Estos otros dos sellos fueron grabados por Iván Mokrousov (Frunze) y Tatyana Nikitina (Moscú), artistas ambos que
habrían de tener una importante presencia en la filatelia soviética durante los
años siguientes, al igual que Lydia Mayorova.
Unión Soviética, 1958, Capitales. Frunze, en la provincia de Lugansk, Ucrania; y Moscú, Plaza Roja. Sellos diseñados por Sergey Pomansky, y grabados por Iván Mokrousov y Tatyana Nikitina. Impresión en calcografía
Sergey Pomansky,
el diseñador de la emisión, fue el encargado también de concebir y disponer
otra serie en cierto modo continuadora de esta, si bien menos espectacular y ambiciosa,
la de los paisajes de 1959 (Unión Soviética), grabada por Lydia
Mayorova, Iván Sapronov, Iván Mokrousov y Semyon Aferov.
Unión Soviética, 1958, Capitales. Kiev, centro de la ciudad. Sello diseñado por Sergey Pomansky y grabado por Lydia Mayorova; impresión en calcografía. A la izquierda, imagen de Lydia Mayorova
Otro artista de Goznak, K. Kruglov, diseñaría la serie posterior de
ciudades provinciales en la que también participarían todos estos grabadores de
ahora y que constó de un total de 20 sellos, emitidos entre 1960 y 1962.
Unión Soviética, 1958, Capitales. Taskent, la capital de
Uzbekistán, con la Estatua de Lenin; y Tiflis (en georgiano Tbilisi), Avenida Rustaveli. Sellos diseñados por Sergey Pomansky y grabados, respectivamente, por Vladimir
Smirnov e Iván Mokrousov. Impresión en calcografía
Cinco años después de emitida esta serie de 1958, Tatyana Nikitina grabó otra vista diferente de la ciudad de Stalinabad
manteniendo el diseño original del sello, por el hecho de que esta ciudad había
recuperado año y medio antes su nombre histórico hasta 1929.
Unión Soviética, 1958, Capitales. Vilna (en lituano
Vilnius), Lituania; y Stalinabad, hoy Dusambé (Tayikistán). Plaza Lenin. Sellos grabados por Iván Sapronov y Tatyana Nikitina. Impresión en calcografía
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Nota. Este perfil de Lydia Mayorova lo escribí primero en el Foro Ágora de
Filatelia (ramon1843, Los sellos más bonitos del mundo), y ahora está
ensamblado aquí con algunas adiciones y rectificaciones.
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