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Marina Richterová con su sello de Kafka
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El reloj de Kafka y otras narraciones
Ninguna palabra responde a la verdad…
Franz Kafka
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Como hay escritores de un solo libro, también puede
darse el caso de artistas de un solo sello, si bien tampoco esta es la
circunstancia exacta de Marina
Richterová, pues aunque su obra filatélica es tan parca como selecta,
no es menos cierto que ya cuenta en su haber con más de una emisión exquisita.
De hecho y elevando al máximo la aspereza crítica, son ya y al menos cinco los sellos excepcionales creados por Richterová, además de la espectacular y opulenta hojita de Shakespeare emitida por la República Checa en septiembre de 2023.
Uno es el sello de Mozart de 2011, otro el de Kafka de dos años después y también el de Dante de 2021, los tres de la República Checa, y por otro lado los de Shakespeare de 2014 y Rembrandt en 2019 rotulados por el Vaticano.
Mozart, Kafka, Shakespeare, Rembrandt y Dante, extraño y fascinante quinteto, en las manos instigadoras de esta artista excéntrica y genial, Marina Richterová.
Ya el sello de Kafka justifica una obra filatélica,
así no hubiera la artista pergeñado ninguno más. ¡Qué sello único este de Kafka! Un
sello poliédrico y ambiguo, y en realidad inductor de múltiples lecturas y relecturas, tan
equívocas como necesarias y deseables.
El reloj
de Marina Richterová
…el sonar de todas las horas en el reloj de la torre me recuerda
puntualmente que el tiempo pasa, que tras la horrible noche viene el horrible
día…
(Franz Kafka, Carta a Felice Bauer)
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República Checa, 2013; 130 aniversario del nacimiento de Franz Kafka. Diseño original de Marina Richterová. Dibujo lineal de Miloš Ondráček. Sello adhesivo impreso en offset |
La hechura material de la emisión consiste en un sello adhesivo de 2013, impreso
sólo en offset y emitido por la República Checa en un elegante carné. Y a pesar de que por la rúbrica patente de Miloš Ondráček pudiera parecer a simple vista que hay buril
en su confección, no es así, y el grabador sólo recalcó
el diseño original de Marina Richterová.
La artista mira a Kafka
y elude el tópico. Pero no sólo mira.
Richterová lee a Kafka y dispensa incertidumbre y ambigüedad.
Y lo hace a través, precisa y casi temerariamente, de la narración más
emblemática e interpretada de Kafka,
La metamorfosis, el relato más
inescrutable y analizado del siglo XX.
Ceñidos al análisis estrictamente artístico del diseño, la clave es el reloj que la artista sobrepone a la interpretación adocenada del relato de Kafka. ¿Por qué ese reloj? He aquí el poder inductor anticipado. Es preciso, pues, volver a leer La metamorfosis.
Los capítulos transcurren sin contratiempos dignos de ser reseñados, en cuanto a la relevancia de cualquier reloj ni hora, hasta llegar a las páginas finales. Entonces Gregor Samsa…
…pensó
en su familia con emoción y cariño. Su convicción de que debía desaparecer era,
si cabe, más firme aún que la de su hermana. En ese estado de meditación vacía
y pacífica permaneció hasta que el reloj de la torre dio las tres de la
madrugada. Todavía vivió el inicio de la claridad que se expandía detrás de la
ventana. Luego su cabeza se inclinó del todo sin él quererlo, y por sus
orificios nasales exhaló débilmente el último aliento.
Ya hay un reloj y una hora, las 3 de la
madrugada. Es la hora crítica en la que Gregor
Samsa se dispone a enfrentar los instantes últimos y quizá reveladores. El reloj del sello es cortado por el marco interior precisamente a las 3. Pero las agujas no se ven. Están en la parte que el
marco cercena. El límite señala las 3 en el sello, pero las agujas reales
marcan una hora imprecisa, es decir, ninguna
hora.
Claramente Marina
Richterová, fuera o no consciente, bordea la verdad y se aleja hacia el
misterio. Ninguna palabra responde a la
verdad, dijo Kafka. Es la
resonancia borgiana, muy elemental por lo demás. Un gran sello puede ser y es de hecho un aleph.
Es evidente que el sello en sí mismo, con su diseño y dibujos, gana en elegancia y proporciones sin el reloj sobrepuesto. En definitiva, es más armonioso y en apariencia, preferible. Pero si no está ese reloj justamente ahí, de ningún modo el sello incita a una nueva lectura urgente de La metamorfosis. Sí la puede causar, esa lectura, a través de una sencilla y muy primaria asociación visual y literaria, pero no, desde luego, por medio de una duda súbita nacida incluso en quien ha podido leer el texto más de una vez y hasta más de tres veces.
A la izquierda, el sello de Marina
Richterová con y sin el reloj decisivo. A la derecha, sobre de primer día de circulación de este sello de Kafka, con la ilustración diseñada igualmente por Richterová. La artista realizó una exhortación geométrica de Kafka y La metamorfosis, y amplió la indagación en la ilustración del sobre de primer día de circulación. Miloš Ondráček grabó a buril esta viñeta del sobre
Este
es un sello descomunal. Kafka, además, nació
un 3 de julio de 1883 y falleció un 3 de junio de 1924. Gregor Samsa oye dar
las 3 de la madrugada en el reloj de torre, instantes
antes de morir. Marina Richterová tuvo una
intuición providencial para demediar justo ahí ese reloj, a las 3. Sin el marco, no habría reloj, es evidente. O
lo que es lo mismo, la limitación creativa de un sello.
¿Leyó a conciencia Marina
Richterová el texto de Kafka, y gracias a
ello, y aparte de la belleza en sí misma de la composición, ha podido conferir
a este gran sello un claro y delicioso poder literario, además del previsto
fragor filatélico y del deseado furor artístico? Poco o nada revelaría este
dato, pues ya estableció Borges
que nada importa menos en una obra que las intenciones del artista.
Acaso el mayor gozo artístico de este sello
maravilloso de Richterová, sea la
convicción de que un gran artista puede y debe, por manido que sea el
tema o personalidad a tratar, incitar al filatélico a ir mucho más allá de la
agradable y esperada contemplación del sello, así como de su estudio
escolástico obligado. Marina Richterová
señala caminos sin hollar y sortea la
verdad, esa ilusión que tanto aterraba a Kafka.
A la izquierda, Quizá
yo, litografía de Marina Richterová; año 2006, 11 x 16 cm. En el centro, Oleg Pavlovič Filatov, artista y padre de Marina Richterová, con quien mantuvo una relación tan difícil como fructuosa, al igual que Kafka con el suyo. Y a la derecha, Marina Richterová de niña
De Moscú a Praga
Para
mí un sello es una condensación sublime de imagen y signos
Marina Richterová
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Marina Richterová, 2010, Acer Palmatum |
Aunque
Marina Richterová nació el 21 de junio de 1962
en Moscú, desde 1983 vive y crea en Praga, circunstancia
que le ha dado la ocasión de participar activamente en una de las primeras
filatelias artísticas del mundo. De joven estudió en el Liceo francés de Moscú, animada por su severo e inconmovible padre, el artista y académico Oleg
Pavlovič Filatov, y hoy día goza de una gran y merecida fama. Apuntar, además, que su madre fue una científica de cierto prestigio que llegó a ser miembro de la Academia de Ciencias soviética.
Marina llegó a Praga
a principios de los años ochenta enamorada del médico checo Jan Tesařík, de quien se divorció en 1992, y completó hacia finales de la década sus estudios
gráficos en la vieja ciudad bohemia. Desde entonces y hasta hoy mismo, ha
compaginado la obra personal, a través de litografías y de las más variadas
pinturas, con la ilustración de todo tipo de libros literarios. Su segundo marido, Ivan Richter, falleció en el año 2000 tras una larga enfermedad. Después Marina, madre de dos hijos nacidos en 1984 y 1990 (Dana y Filip), estableció una relación con el arquitecto Bohumil Chalupníček.
Oldřich Kulhánek,
que fue uno de sus primeros maestros junto a Jiří Anderle y tal vez la mayor influencia cercana de Richterová, habría de contar algunos
años más tarde que «tuve la suerte de
poder seguir el desarrollo creativo de Marina durante mucho tiempo. Al
principio de sus estudios en la universidad, estaba bastante claro que era un
gran regalo. Su perseverancia, determinación, ambición y grandes esfuerzos
fueron sus aliados reales para entrar en el mundo del arte verdadero y superar
todos los obstáculos».
Tablero de ajedrez ( 1996), litografía de Marina Richterová, 49 x 38 cm. A la derecha, Melancolía,
litografía de 1995 (49 x 48 cm) con la que Richterová homenajea a uno de sus artistas
preferidos, Pieter Brueghel el Viejo
Muy influida por la cultura
oriental y por la gran literatura, Marina Richterová manifiesta además una admiración
apasionada por el arte renacentista italiano. «Sólo improviso en la vida privada, pero no en el arte», afirma la artista. «En el arte medito y pregunto».
Haiku, Ciclo Japonés (2006), litografía de Marina
Richterová, 37.5 x 27 cm
«Japón ha estado
siempre conmigo», confiesa la artista, «ya que las relaciones entre
Japón y Rusia han sido y son muy intensas. Muy joven me enamoré de los
haiku, son tan especiales algunos de esos versos. Fue a la edad de 15 años,
cuando pensaba que algún día colgaría una obra mía en el Louvre. Hoy me sonrío,
pero esta ambición ilusa y descocada es imprescindible en cualquier artista que empieza»
Como otros renombrados artistas del sello, Marina Richterová es
una gran y prestigiosa creadora de ex libris, y son muchos y de los más
variados temas los que ha realizado a lo largo de los años.
Kankán, Flirt, San Jorge y Ulises; litografías. Diferentes ex libris de Marina Richterová
En muchas ocasiones, no obstante, la artista sobrepone
con posterioridad el término ex
libris a las litografías creadas sin otra intención
que la confesión afiebrada y sincera.
Otras litografías
luminosas de Marina Richterová, algunas mutadas posteriormente en ex libris
únicos y exquisitos. Dolce Vita, Frida, Don Quijote, Salsa y Juana de Arco
En 2008 y siguiendo
los pasos de Kulhánek, la artista diseñó su primer sello postal, a solicitud de los servicios
artísticos del Correo checo. Es una concepción escueta y directa, para la serie
Europa que ese año celebraba la carta. En el diseño de este sello, Marina Richterová recupera el principio de una vieja carta de amor escrita hacía años por ella misma (František Beneš, Kam se ztratila Marina Richterová?).
República Checa,
2008, Serie Europa, La carta. Sello diseñado por Marina Richterová e impreso en
offset. A la derecha, Marina Richterová junto a Miloš Ondráček, dos grandes del sello artístico (imagen
procedente de la página www.kf0015.cz)
Como en
la mayoría de las emisiones de la República
Checa, el mismo diseñador del sello, dispone también la ilustración para el
sobre de primer día de circulación. Marina
Richterová dibujó a una mujer escribiendo una carta que grabó a buril Bohumil Šneider.
República Checa, 2008; Serie Europa, La carta; sobre de primer día
de circulación, con una ilustración de Marina Richterová grabada por Bohumil
Šneider. A la derecha,
portada de una edición especial checa de La gallina negra o Los habitantes
subterráneos (Albatros, 2014), libro
de cuentos del escritor ruso Antony Pogorelsky publicado por primera
vez en 1829, ilustrada por Marina Richterová
Tres años después, la artista creó su primer gran sello. Una
verdadera maravilla para la que Richterová
pintó una bella y centelleante iluminación de Mozart.
Marina Richterová con su Mozart de 2011, enseguida extractado en un gran sello; pintura acrílica sobre cartón, 70 x 50 cm aproximadamente (fotografía de Karel Hamšík). Y a la derecha, imagen del diseño original de Richterová para el sello de Mozart emitido en 2011, antes del dibujo lineal de Martin Srb
El sello, impreso en offset, fue roturado a pluma por el
grabador Martin Srb, como Miloš Ondráček habría de hacer con el de Kafka dos años después.
República Checa,
2011; Wolfgang Amadeus Mozart. Sello diseñado por Marina Richterová y emitido
en un bloque de 6 dentro de un delicioso carné, cuya portada se expone a la
derecha. Dibujo lineal de Martin Srb. Impresión en offset
E igualmente y como para el sobre de primer día de
circulación de Kafka, Miloš Ondráček surcó la gran ilustración de Richterová
inspirada en un pasaje de Don Giovanni.
República Checa, 2011;
Wolfgang Amadeus Mozart. Sobre de primer día
de circulación; ilustración de Marina Richterová y grabado de Miloš Ondráček. A la derecha, Don Giovanni, litografía de Marina Richterová
Para esta otra emisión anterior del mismo año 2011, que conmemoró los doscientos años de enseñanza en
el Conservatorio de Praga, Marina Richterová hace uso de una de las dos
litografías de bailarinas que realizase unos años antes, en 2005 (Bailarina I y II). Y entonces sí, Martin Srb incidió expresa y pulcramente con los buriles el diseño
garboso y atractivo de Richterová.
Diseño definitivo
para el sello, obra de Marina Richterová, y al lado el sello emitido
(2011), impreso en combinación de huecograbado y calcografía, después del grabado de Martin Srb. A la derecha, Danza con abrigo chino, litografía de Richterová perteneciente al ciclo japonés (2007, 38 x 27 cm)
En el extraordinario sello del escritor Bohumil Hrabal, emitido en 2014 por la República Checa, igualmente Miloš Ondráček grabó
con su
lenguaje cóncavo y auscultador el diseño esmerado y mordaz de Marina Richterová.
República Checa,
2014; Bohumil Hrabal. Sello diseñado por Marina Richterová y grabado por Miloš Ondráček; impresión combinada en calcografía y huecograbado. A la izquierda, litografía original de la artista del mismo año de 2014 con prácticamente el diseño anticipado del sello; 13 x 7.5 cm. Y en el centro, el diseño original del sello antes del grabado de Ondráček
La litografía del escritor Hrabal,
¿fue realizada antes o después de la concepción del sello, o acaso Marina Richterová la creó ex profeso durante el proceso de diseño? A la
vez, Richterová creó otra litografía similar de homenaje a Shakespeare, del que justamente diseñó ese mismo año un gran sello para
Vaticano. Los marcos congruentes dan quizá la solución.
Las litografías muy posiblemente son posteriores al diseño de las emisiones,
que a diferencia de lo que suele ocurrir, proyectan su sombra artística fuera
del espacio del sello, por fin también artífice y no sólo obra.
Marina Richterová homenajeando a Toulouse-Lautrec, a la izquierda y en el centro sobre estas líneas. Y a la derecha, portada de un libro de cuentos de
hadas de Astrid Lindgren, publicado por primera vez en 1959 (Sunnanäng) y editado
en la República Checa en 2012 con ilustraciones de Marina Richterová
De 2015 es otra de las creaciones de Marina Richterová para la filatelia de la República Checa. Está dedicado a la compositora Vítězslava Kaprálová, que murió muy joven en Francia, a los 25 años, de tuberculosis.
República Checa, 2015; Vítězslava Kaprálová. Sello
diseñado por Marina Richterová. Dibujo lineal de Miloš Ondráček; impresión en
offset. A la izquierda, el diseño original de Marina Richterová
El sello, sólo impreso en offset, está remarcado a pluma con
el lenguaje del buril por Miloš Ondráček, que
sí grabó en cambio la bella ilustración para el sobre de Primer Día, obra también de Richterová.
República Checa,
2015; Vítězslava Kaprálová. Ilustración
del sobre de primer día de circulación diseñada por Marina Richterová. Grabado
a buril de esta ilustración obra de Miloš Ondráček. A la derecha, Danza y Magnolia, litografías de Marina Richterová, 13 x 13 cm y 12 x 8 cm respectivamente
Es una obra emotiva y doliente de Richterová, que procura sugerir en su retrato no sólo la fina
sensibilidad de esta compositora delicada y malhadada, que dos meses antes de
morir contrajo matrimonio con el escritor checo Jiří
Mucha, sino también insinuar en la mirada sombría y aletargada el
destino infausto, la húmeda tierra impuesta, por
recordar a ese estoico sin dureza que fue Ricardo Reis. Exquisita.
Dos pinturas de Marina Richterová del año 2010, Sueños (100 x 100 cm) y Promesa (80 x 80 cm)
La margarita de Shakespeare
Todo cuanto hago es lógica y naturalmente autobiográfico
Marina Richterová
En 2014, para conmemorar el 450 aniversario del nacimiento
de Shakespeare (1564-1616), la Ciudad
del Vaticano decidió emitir un sello en honor del gran dramaturgo
inglés. Mauro Olivieri, responsable de la Oficina Filatélica,
contactó con los servicios postales checos con el fin de ofrecer la creación de
esta emisión a Marina Richterová.
Oración por el
amante, El Rey y la muerte y Recuerdo de la inocencia, tres de los 9 aguafuertes creados ex profeso por
Marina Richterová para una bella edición ilustrada y muy lujosa de los Sonetos de
Shakespeare (Praga, Bonaventura, 1997)
Richterová aceptó feliz la propuesta, y hasta la consideró un honor. Y un
desafío, a pesar de la familiaridad de Marina con la obra
de Shakespeare. Pues esta artista no sólo ha creado a lo
largo de su carrera varios aguafuertes y litografías inspirados en personajes y pasajes escogidos de
muchas obras del poeta inglés, sino que incluso ilustró, hacía casi
veinte años, una bella y lujosa edición publicada en Praga
de los Sonetos de Shakespeare.
A la izquierda, grabado al aguatinta de Richterová (1990; 35.4 x 19 cm) inspirado en el primer acto del Rey Lear de Shakespeare, y en el centro, una litografía (13 x 7.5 cm) del mismo año en que se emitió el sello (2014), y en la que está también la margarita. A la derecha, Marina Richterová a la espera...
En una
entrevista concedida a Michael Lamothe, para el boletín
filatélico Vatican Notes, Richterová explicó al detalle cómo
afrontó esta interpelación filatélica. Para empezar, consideró primordial una
profilaxis artística inmediata. Tenía que ver a Shakespeare desde el Vaticano, no libre y
audazmente dentro de sí misma, como hasta ahora siempre lo había afrontado.
Tampoco, confesó Marina, inmersa en el ámbito más
exaltado y hasta impío de la filatelia checa. Era necesario adoptar un punto de
vista más recogido y limitado: Shakespeare en el Vaticano.
El escritor inmisericorde y verdadero, en el corazón inquieto y anheloso de la
cristiandad.
Algunos bocetos preliminares de diseño realizados por Marina Richterová para el sello de Shakespeare de 2014. Imágenes del archivo de la artista presentadas en Vatican Notes (2016, Vol. 64, N. 367)
Y el Shakespeare vaticano de Marina es un Shakespeare extrañamente
celoso y suspicaz, todavía a pesar de la pátina de ternura y afecto que abruma los rasgos suaves y la piel sonrosada. Y aún teniendo en cuenta también la dádiva
de la margarita, apenas sostenida entre esos dedos alargados y frágiles. ¿Es
una ofrenda o una confesión? ¿Acaso una rendición? ¿O tal vez una promesa?
Vaticano, 2014;
William Shakespeare, 450 aniversario de su natalicio. Sello diseñado por Marina
Richterová; impresión en offset. A la izquierda, dibujo original de Marina Richterová realizado expresamente para el diseño de este sello
En la citada entrevista, Richterová,
aparte de contar detalles muy interesantes sobre su método de creación, como
por ejemplo que siempre, respecto a un sello, correlaciona las
letras y su forma con la viñeta o el retrato; en esas respuestas, Marina, incluso más sincera de lo necesario, dice que
esa flor no es otra cosa que una alusión modesta a un pasaje del Rey Lear. ¿Es realmente así? Que lo sea o no, en
realidad, no es más que una interpretación una vez la obra está fuera de su
control, y si acaso y como mucho, una intención. Nada
más y nada menos. Pues el artista, una vez entregada la obra, aseveró Borges, es un espectador, con idénticos privilegios y servidumbres
que cualquier otro, pero ya sin el dominio libérrimo que tenía sobre ella
mientras la creaba. Tal vez por eso Hemingway decía que
un artista nunca ha de tratar de explicarse. Es innecesario, contraproducente y
limitador.
Dos grandes personajes de Shakespeare imaginados y grabados al aguatinta por Marina Richterová, Lady Macbeth y Ofelia
Mientras tanto, Shakespeare espera, apacible y
sereno, con una margarita entre los dedos...
Dos litografías relacionadas que Marina
Richterová realizó entre 2004 y 2005, Demonio azul y Ángel; 18 x 11 cm
El
iceberg de Marina Richterová
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Vanitas, de Marina Richterová |
El Servicio filatélico del Vaticano quedó muy
satisfecho con el sello de Shakespeare de 2014, y dos años después volvió a solicitar una obra a Marina Richterová. En esta ocasión, se trataba de
conmemorar el octavo centenario de la muerte del Papa Inocencio III
(1161-1216).
Inocencio III fue Papa de la Iglesia Católica entre 1198 y 1216, hasta su
fallecimiento en Perugia el 16 de julio. A la noche siguiente de ser sepultado,
la tumba fue profanada y su cuerpo despojado. Se iniciaba entonces la leyenda de
uno de los Papas más importantes de la Edad Media. No en vano, y en apenas
dieciocho años de pontificado, aprobó las órdenes dominica y franciscana,
emprendió cuatro cruzadas en todas las direcciones y convocó en 1215 el IV Concilio de Letrán.
Y ello sin olvidar sus incesantes intervenciones políticas y su férreo
dogmatismo, que le llevó a predicar con el ejemplo sincero de unas costumbres
humildes y discretas.
En el folleto que acompaña a la emisión, impresa en offset por
Cartor (Francia), la Oficina filatélica del Vaticano explica los puntos cardinales del sello, y
cabe deducir, dada su precisión, a partir de los comentarios de la propia Marina Richterová. Así, y alrededor del retrato
convencional de Inocencio III, se ve, en el
sentido de las agujas del reloj, a San Francisco de Assis,
un mapa medieval sobrevolado por un pájaro carpintero justo sobre el Imperio Otomano, y por último un cruzado como símbolo, precisa el folleto, de la
lucha contra los herejes cátaros en el Sur de Francia.
Pero esta presentación del sello, sin duda de Richterová, es sólo, por usar la metáfora de Hemingway, la parte del iceberg que sobresale del agua.
Por debajo están las otras siete partes. La profundidad y el enigma. El
atractivo y el peligro. Pero también la búsqueda y el conocimiento. O todavía
mejor: la duda.
El folleto del Vaticano no dice en qué obras concretas se inspira la artista para el tríptico de personajes. Dos de las obras no admiten duda alguna. El retrato central del Papa se corresponde con el más convencional y conocido,
que es un fresco del Sumo Pontífice de autor anónimo
situado en la iglesia del Sacro Speco, en
Subiaco (Italia). Esta es la única de las tres obras del sello que Richterová no interpreta ni cuestiona, y simplemente la inserta en el centro
narrativo de la composición.
Inocencio III en un fresco de autor anónimo, iglesia del Sacro Speco, en Subiaco (Italia)
La otra obra que tampoco ofrece duda alguna, es la que inspira la viñeta de la
izquierda del sello, donde se ve a San Francisco de Asís,
muy admirado y hasta devocionado por este Papa, sosteniendo la cornisa de una Iglesia que amenaza
con derrumbarse. Pertenece este detalle, que Marina Richterová limita y
recrea acorde al espacio disponible, a uno de los frescos con los que Giotto decoró la Basílica de San Francisco,
en Asís, fechado hacia el año 1299 y titulado El sueño de Inocencio III.
El sueño de Inocencio III, fresco de Giotto en la Basílica de San
Francisco, en Asís, y en el centro, un cruzado en la ilustración de un breviario inglés del siglo XVIII. A la derecha, boceto de Marina Richterová para el diseño del sello emitido en 2016 (imagen procedente de Vatican Notes)
La última viñeta es la de origen menos claro, si bien probablemente la
artista se pudo inspirar en la ilustración insertada en el centro sobre estas
palabras, procedente de un breviario inglés del siglo XVIII. Richterová, como
si de una secuencia cinematográfica se tratase, adelanta la acción y sitúa el
libro sagrado sobre las rodillas del cruzado, además de enderezar y multiplicar
los estandartes sobre el mismo, y obstina de melancolía los rasgos del
guerrillero, ahora consciente plenamente de su sino fatal.
Diversos apuntes a lápiz de Marina Richterová, tratando de encontrar el diseño para el sello de Inocencio III emitido por Vaticano en 2016 (imagen del archivo privado de la artista publicada en Vatican Notes, 2018, Vol. 66, N. 375). A la derecha, fotografía de Marina Richterová
Es un sello colmado de Marina Richterová. Pues es muy sinuoso y narrativo, y
también estéticamente muy equilibrado y sugerente. Su disposición geométrica
es perfecta, a pesar, o quizá precisamente, por la profusión de signos e
imágenes, por otra parte necesaria para establecer un discurso narrativo
eficiente. Y vidrioso e iridiscente, como todo discurso narrativo que lo sea de verdad.
A la izquierda, Marina Richterová joven artista, y la derecha, la autora ya consagrada en 2012
Y es que sin duda el sello plantea muchas preguntas y suscita no
pocas dudas y perplejidades, zambullidas en una de las partes que no se ve del iceberg. ¿Por qué precisamente un
pájaro carpintero? El ave del escudo papal de Inocencio III es un
águila. ¿Por qué, entonces, un pájaro carpintero? A diferencia del águila,
más feroz y decidido, el pájaro carpintero es tozudo y paciente. Y
simboliza la tenacidad y la confianza en la consecución del fin propuesto, así
como el optimismo más invencible y creativo. Pero también encarna el
oportunismo inmoral y las fantasías más quiméricas y demoledoras.
Vaticano, 2016; VIII
centenario de la muerte de Inocencio III (1161-1216). Sello diseñado por Marina
Richterová e impreso en offset por Cartor. A la derecha, autorretrato velado de la artista; Retrato con sombrero (2008), litografía, 34 x 32 cm
Otro detalle que llama poderosamente la atención, es sin duda la parte inferior
de cada una de las dos viñetas. Esas dos flores rodeadas de hojas puntiagudas,
enfocadas, parece, hacia el semblante incrédulo del Pontífice.
Podría interpretarse, sin tener en cuenta mayores concordancias históricas,
como que esta planta no llegó a Europa hasta el siglo XVI, que son dos
girasoles que, conforme a su naturaleza, están vueltos hacia la luz
vivificadora, en este caso la doctrina cristiana, simbolizada por el Papa. ¿O acaso no es así, y su aspecto erizado y
tétrico augura tiempos oscuros y desgraciados? Richterová dilucidó el secreto en una entrevista a Michael Lamothe (Vatican Notes, 2018, Vol. 66, N. 375). «El cardo que está a los pies de San Francisco y el cruzado, no es más que un pequeño símbolo del sufrimiento carnal».
Por otra parte, de haber querido ser más armoniosa y plana, Richterová podría
haber elegido una imagen más frontal de San Francisco para
insertarla en su obra. O sencillamente haber puesto esta misma visión de Giotto, sólo que girada hacia Inocencio III, para así evitar la suspicacia de pensar
si, sibilina y voluntariamente, el santo no está dando la espalada al Sumo Pontífice, piadoso y benefactor con la feligresía
obediente, pero también poderoso e implacable con las discordancias. Quien sí
está vuelto y sumiso hacia Inocencio III es el
cruzado, pesaroso y rendido, cuando Richterová, de haber querido preservar el
orden lógico narrativo, podría haber cambiado su dirección. ¿O tal vez por eso
especifica a la Oficina filatélica que este soldado
sólo hace referencia a la Cruzada de Francia,
entendiendo entonces que la orientación es la correcta según la disposición del
mapa superior? Pero, esa indicación, ¿fue sincera por parte de Richterová, o
es sólo una estratagema artística para preservar su libertad?
¿Y qué decir de la cruz roja del lado izquierdo, implacable e inconmovible?
Pareciera que ha sido incrustada a la fuerza y después martilleada, y es uno de
los pilares esenciales que sostienen la exposición estética del sello.
Curiosamente
y según pormenorizó a Michael Lamothe, la artista partió de otras intuiciones
en el diseño de este sello. «Mi primera idea para el diseño fue crear un sello
con la tipografía como tema principal. Otra idea inmediata era crear un sello muy
ilustrado que se asemejara a la escritura ornamental en libros de la Edad
Media. De esta manera, el sello no sería un retrato del papa, sino más bien una
imagen de Francisco de Asís arrodillado frente al nombre escrito de Inocencio
III. Envié las propuestas a Mauro Olivieri y su respuesta fue que necesitamos un sello de retrato, por favor
siga trabajando en ello».
Servus servorum Dei, las palabras que Richterová
sitúa en la franja central del sello, aluden a un título papal que se solía
usar como lema protocolario en las bulas pontificales.
Literalmente, significa Siervo de los siervos de Dios.
Pastoral, Fatum y ¿Finis?, litografías de Marina Richterová
Estudiante perpetua
La obra filatélica de Marina Richterová es tan breve como esencial. Tras las prosas magistrales antevistas, la artista ha diseñado algunos
sellos más para la República Checa y el Vaticano en los años recientes.
Vaticano, 2018; 1400 aniversario de la muerte de San Adeodato
I y 1600 aniversario de la muerte de San Zósimo. Sellos diseñados
por Marina Richterová. Impresión en offset
Marina Richterová contó a Michael Lamothe, sobre estos sellos
de San Adeodato I y San
Zósimo, que «como
la información de estos Papas era casi inexistente, centré primero mi atención
casi absoluta en los trajes militares de la época, entre los siglos V y VII.
Pensé que esta era una buena manera de situarme en las épocas de vida de estos
pontífices. Enseguida, y casi sin darme cuenta, me puse a releer la Biblia, y
esto me llevó a su vez a otros textos relacionados, y no sólo de religión,
también de historia. El presupuesto artístico que me impuse, a la hora de
elaborar el diseño, fue evitar el realismo y buscar dibujos límpidos y esquemáticos,
y también símbolos claros. Finalmente, y como ya he hecho en otros sellos,
cuidé mucho la tipografía, que en un espacio tan pequeño, ha de decir mucho. El
sello de San Zósimo muestra los principales temas situados entre las columnas, la
invasión de los hunos y una figura simbólica del Papa, mientras que en el sello
de Adeodato I, el centro narrativo es la revuelta de legiones bizantinas dentro
del ejército romano. Y luego hay muchos pequeños detalles, como por ejemplo, y
teniendo en cuenta que el Papa Adeodato I fue un pontífice muy respetado, pongo
un búho con una rama de olivo volando hacia él. O San Zósimo, que tiene un jilguero posado en
su mano, símbolo de Cristo. La verdad es que en un sello ha de estar todo, y
ese es el reto. Después hay que ir podando la composición de detalles menos
esenciales, y en cierta manera, me siento en ese momento como un escultor
puliendo un bloque de mármol. Y por si fuera poco el honor, los sellos
además me han hecho una estudiante perpetua, algo que es maravilloso».
Dibujos
y bocetos de Marina Richterová preparatorios de los diseños de 2018 para los
sellos del Vaticano dedicados a Adeotato I y San Zósimo. Imágenes procedentes
de Vatican Notes (2019, Vol. 67, N. 380)
De entre estos pocos sellos últimos, acaso el más íntimo sea
este de las flores de 2016. La delicadeza de Marina Richterová no puede ser más
patente y sencilla, a la par que animosa y sugestiva.
República Checa, 2016; Flores. Sello diseñado por Marina
Richterová; impresión en offset. A la izquierda del sello emitido, el diseño original de la
artista
Y una vez más, el sobre de primer día es otro regalo para los
sentidos filatélicos. Otra vez, Richterová siente y Miloš Ondráček graba a buril la viñeta.
República Checa, 2016; Flores; sobre de primer día de circulación, con la viñeta diseñada por Marina Richterová y grabada a buril por Miloš Ondráček. Y a la derecha,
portada de una edición especial de Princezna z třešňového království (Princesa
del Reino de las Cerezas, Albatros, 2014), libro de Markéta Zinnerová publicado
por primera vez en 1975, ilustrada por Marina Richterová
Incluso, y acaso y paradójicamente por estar una
vez más dentro de Shakespeare, también Marina Richterová ha dejado algún que otro sello en la negra espalda
de la filatelia.
República
Checa, 2016. Propuesta no adoptada para el sello dedicado a Karel Svolisnký,
finalmente diseñado por Zdeněk Netopil
En noviembre de 2019, el Vaticano conmemoró el 350
aniversario de la muerte de Rembrandt. Y otra vez Richterová sorprendió con su
confidencia, un diseño personalísimo, colorido y alegre, una cavilación
impregnada de sensualidad.
La gran pintura original de Rembrandt realizada por Marina Richterová para fijar el diseño del sello (Vaticano, 2019)
A
destacar en el sello, tanto como el retrato de la viñeta, la cifra del valor facial y las letras en el nombre del
pintor, sencillas y mágicas a la vez. Un ejemplo perfecto de la tipografía entendida
como fusión ideal de imagen y palabra, de belleza y escritura.
Vaticano, 2019; 350
aniversario de la muerte de Rembrandt. Hojita y sello diseñados por Marina
Richterová. Impresión en offset
En
unas declaraciones a Michael Lamothe para Vatican Notes, Marina Richterová relató
la génesis artística de este sello de Rembrandt. «Fue una gran sorpresa para mí
cuando en enero de 2019 recibí la solicitud de crear este sello de Rembrandt», contestó
la artista a Lamothe. «En general, es más fácil dibujar un sello con un tema histórico
que un retrato de un artista genial, ¡y quién lo es más que Rembrandt! Así que
lo primero que hice fue preguntarme si podría hacerlo bien, y mientras esto
pasaba, al mismo tiempo ya estaba ensayando proyectos en mi cabeza. La primera
idea fue hacer un retrato con el lenguaje propio del grabado. Pensaba en un aguafuerte o una litografía, pero recordé que el servicio
filatélico del Vaticano quería color. Decidí entonces hacer dos
retratos muy distintos, uno para la hojita y otro para el sello. De esta manera
estarían los dos Rembrandt que yo quería expresar, el hombre feliz y
esperanzado de los primeros años y el hombre genial y apesadumbrado de la
madurez, tras la muerte de Saskia y los problemas económicos. Este último es el
Rembrandt de la hojita, mientras el genio joven está en el sello, que retraté
en una pintura y es el artista plenamente confiado y que todo lo
tenía: Saskia, talento y riqueza. En cuanto a la tipografía del sello, la
fuente de inspiración fue la firma de Rembrandt, y a partir de aquí
probé diversas variaciones hasta dar con lo que buscaba. El tulipán, por lo
demás, lo puse en los dos retratos con un sentido metafórico muy evidente. En
el sello, el tulipán está vigoroso y en pleno crecimiento, mientras que en el
retrato grande aparece mustio y decadente, aunque igualmente bello. Y nada más. Así
fue a grandes rasgos la creación de este sello».
Diversos apuntes y bocetos preliminares de Marina Richterová tratando de encontrar
el enfoque justo para el sello de Rembrandt emitido por Vaticano
en 2019. Imágenes de la propia artista presentadas en Vatican Notes (2020, Vol. 68,
N. 383)
Una de las últimas revelaciones escritas por Marina Richterová fue la emisión de septiembre de 2021 (República Checa) dedicada a Dante Alighieri. Richterová
con un gran escritor delante es garantía de un sello excepcional. En este caso
son dos los sellos emitidos en hojita, aunque sin duda el más relevante es el que
contiene el retrato pequeño y colorido. Y como es habitual, la tipografía
creada ex profeso para la ocasión depara alegría y emoción. Ese Dante
indivisible del sello, uno y múltiple a la vez, es ya de por sí un pequeño
verso gráfico, poesía insólita y sutil.
República Checa, 2021; Dante Alighieri. Sellos y hojita diseñados por Marina Richterová; impresión en offset
Y en 2023 Marina Richterová retornó a Shakespeare, si es que alguna vez estuvo alejada. La hojita que emitió la República Checa terminando el verano de 2023 es bella y brutal a la vez, abigarrada y fastuosa, pero también medida y elegante: es la obra de Shakespeare, tal cual. Y con gran osadía, en el mundo inhóspito y velado de Shakespeare, la artista se autorretrata dos veces: una vez pluma en mano y otra haciendo un brindis, y en ambos casos, cabal y genialmente actuando. A la vez y de un modo explícito, Richterová es intérprete y artista, personaje y autora. Por fin Shakespeare tiene su gran bardo en la filatelia.
República Checa, 2023; Shakespearovské hry (Obras de Shakespeare). Hojita diseñada por Marina Richterová; impresión en offset. A la derecha, el doble autorretrato de la artista dentro de su propia obra
La figura más imponente de la hojita, el guardián admonitorio y justiciero de la derecha, bien puede ser tomada como una encarnación amenazadora e inflexible del fatum, del hado griego tan presente en Shakespeare y en realidad en todo el gran teatro, y no sólo en las tragedias y en los dramas. Por otra parte, y teniendo en cuenta un viejo grabado afín de Richterová titulado Isabel I de Inglaterra con la cabeza de María Estuardo (2000), la reina de la hojita (E) cabe pensar que es Lady Macbeth, pletórica y atractiva, y esto dando crédito a Stefan Zweig, que daba por seguro que el poeta inglés se inspiró en la desventurada reina escocesa para crear uno de sus personajes más poderosos. En cualquier caso, Marina Richterová ha hecho una lectura penetrante y muy artística de la obra toda de Shakespeare, e invita al observador a hacer la suya propia, tan libre, veraz y certera como cualquier otra.
República Checa, 2023; Obras de Shakespeare. Sellos diseñados por Marina Richterová; impresión en offset
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Nota. Algunas partes y comentarios de este perfil de Marina Richterová, las escribí
antes o a la vez en el Foro Ágora de
Filatelia (www.agoradefilatelia.org; ramon1843, Los sellos más bonitos del mundo),
y ahora están ensambladas aquí con algunas adiciones y rectificaciones.
Última actualización de esta entrada, 14 de noviembre de 2023
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