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En líneas generales, no es precipitado calificar la década de los años
treinta del siglo pasado, como el único período de la filatelia checoslovaca en que los grabadores sobrepusieron con cierta claridad su estilo a los
diseñadores. O por ser precisos, dos grabadores, Bohumil Heinz y Karl Seizinger, pues entre ambos acaparan la casi totalidad de sellos grabados
del período.
Karl Seizinger, alemán de
nacimiento, era cinco años mayor que Heinz, y hasta mitad de esa
década referida de los treinta, fue el primer grabador indiscutido del sello
checoslovaco. La relación entre estos dos maestros nunca fue buena ni fluida, y
la competencia en algunas emisiones terminó por causar, sin olvidar las oscuras turbulencias
políticas del momento, que Seizinger pusiera rumbo a los
Balcanes a finales de 1938, cuando ya el prestigio de Bohumil Heinz estaba
muy consolidado.
La muerte inesperada de Heinz en mayo de 1940,
con sólo 46 años recién cumplidos, truncó abruptamente una trayectoria
artística que, aun breve en el tiempo, fue muy intensa y productiva, dejando un
puñado de sellos que hoy brillan con luz propia en la historia de la filatelia
checoslovaca y universal.
Vida y obra
Bohumil Heinz nació el 9 de
mayo de 1894 en Rakovník, una localidad de la
región central de Bohemia. Después de terminar los estudios primarios, acudió
a Bechyně, al sur de Bohemia, y allí se formó y practicó en la decoración
artística de cerámicas.
Cuando todavía no tenía claro qué quería hacer con su vida, Heinz fue
llamado a filas y participó en la I Guerra Mundial como
soldado de infantería en Italia y Rusia.
A la derecha sobre
estas líneas, el grabado de posgrado que Heinz realizó en 1922 en la Escuela de
Artes Aplicadas de Praga y que consistió en una recreación parcial a buril del
retrato de Philippe de Champaigne, obra de Gerard Edelinck (1676), a la
izquierda
De vuelta a su tierra, Heinz pudo instalarse en Praga y
enseguida se matriculó en la Escuela de Artes Aplicadas de la capital. Allí conoció
a Eduard Karel (1861-1950), artista gráfico de gran renombre y creador junto a Švabinský del primer sello que Checoslovaquia dedicó al Presidente
Masaryk (1920), y que influyó decisivamente en la senda profesional
finalmente elegida por Heinz. El trabajo a buril y en cobre de posgrado de Heinz
bajo el aliento bienhechor de Karel,
sobre este párrafo, es muy esclarecedor de las cualidades del joven artista.
En 1984, Checoslovaquia (Día del Sello) homenajeó a Bohumil Heinz con
este gran sello diseñado y grabado por Bedřich Housa; impresión combinada en calcografía y huecograbado. La viñeta del sello se corresponde con el monumento escultural dedicado a la memoria del grabador, originariamente en el cementerio de Vinohrady. A la derecha, sobre de primer día de circulación de este sello dedicado a Heinz, y para el que se usó el monograma personal del artista en la viñeta de decoración
En los años veinte, Heinz fue becado por el
Banco nacional, apreciado su notable talento como grabador en acero, y el joven
artista confiaba en abrirse paso de inmediato en el mundo de los billetes y los
sellos. Pero el departamento gráfico del Banco central optó a última hora por un
artista ya entonces experimentado y prestigioso, y en 1924 contrató
a Karl Seizinger.
La llegada de Seizinger cerró el paso a Heinz durante
casi los diez años siguientes, e incluso ya entrada la década de los
treinta, en 1933, hasta se comprometió a grabar encargos con la firma inglesa Thomas De La
Rue.
Año 1934, 30 aniversario de la muerte de Antonín Dvořák
(1841-1904). Primer sello emitido por Checoslovaquia que fue grabado
por Bohumil Heinz, utilizando como base del diseño preliminar la fotografía adjunta del compositor; impresión en calcografía. Václav Fiala diseñó expresamente el marco del sello
A principios de los años treinta, Heinz
ya era un grabador muy capacitado, a tenor de estos dos retratos de Alois Jirásek
(1930) y Josef Mánes (1932), o
viendo los tres grabados que cierran este artículo sobre el artista.
Muchos años después, Josef Herčík utilizó el retrato del escritor Jirásek
incidido por Heinz y lo grabó para una viñeta del escritor checo.
Retratos de Josef Mánes (1932) y Alois Jirásek (1930) grabados
por Bohumil Heinz. A la derecha, autorretrato del artista Václav Fiala (1896-1980), diseñador de varios sellos checoslovacos de los años treinta
En estos primeros años de la década de los treinta, Bohumil Heinz también incidió
con los buriles un soberbio grabado del autorretrato de Petr Jan Brandl que
muy pocos años después Jindra Schmidt, a su vez, grabó para el billete de 500 coronas de 1942.
En 1967 y dentro de la serie de arte checoslovaca, Jiří Antonín Švengsbír
(1921-1983) grabó este autorretrato de Brandl en un sello.
Autorretrato
de Petr Jan Brandl, a la izquierda (óleo sobre panel, 73 x 55 cm, Sobre 1700),
grabado por Bohumil Heinz en 1934 y, a la derecha, por Jindra Schmidt para el
billete checoslovaco de 500 coronas con fecha facial de 1942
El mismo año de 1934 en que conlcuyó este autorretrato de Brandl, Heinz pudo por fin debutar en
la filatelia checoslovaca con el primer sello emitido a partir de un
grabado suyo del compositor Antonín Dvořák, aunque ya dos
años antes, en 1932, rivalizó con Seizinger en
la emisión dedicada a Miroslav Tyrš, fundador del movimiento
Sokol, e incluso había realizado durante el último lustro algunas propuestas
más. Entre estas últimas y aparte del sello de Smetana, cabe destacar un bello grabado del puente Carlos de Praga,
que más de veinte años después Jaroslav Goldschmied (1890-1977)
regrabó para un sello finalmente emitido en 1953.
Bedřich Smetana, 1934 y
1949
Pero quizá ninguna emisión refleja mejor esa apremiante rivalidad personal y artística
entre Seizinger y Heinz, que el sello
de marzo de 1934 dedicado al compositor bohemio Bedřich
Smetana.
En un principio, todo apuntaba a que sería Heinz el autor del sello previsto, pero en el último momento, con la fecha de la impresión encima, las autoridades postales rechazaron el diseño de Heinz, tal vez por considerarlo demasiado arriesgado de pura finura de línea, y optaron por la experiencia contrastada de Seizinger para la emisión definitiva.
En un principio, todo apuntaba a que sería Heinz el autor del sello previsto, pero en el último momento, con la fecha de la impresión encima, las autoridades postales rechazaron el diseño de Heinz, tal vez por considerarlo demasiado arriesgado de pura finura de línea, y optaron por la experiencia contrastada de Seizinger para la emisión definitiva.
Diseño original de Bohunil Heinz para el
sello de 1934 dedicado a Bedřich Smetana, finalmente rechazado en favor del
emitido, que diseñó y grabó Karl Seizinger. Al lado, prueba de artista de 1934 del propio Heinz de su grabado
El proyecto rechazado en 1934 y grabado sin letras y cifra por Heinz, fue finalmente emitido en 1949 en dos valores con una leve rectificación en las fechas de la viñeta, nueve años después de la muerte
repentina del artista.
Checoslovaquia, 1949, Bedřich
Smetana. Sello emitido en dos valores, diseñado y grabado por Bohumil Heinz,
cuyo proyecto no fue adoptado finalmente en 1934. Impresión en calcografía
Heinz y Seizinger, dos temperamentos
geniales, con distintas concepciones artísticas. Intuitivo y vehemente Seizinger.
Lírico y sutil Heinz, que unos meses después de este incidente
desagradable del sello de Smetana, pudo por fin debutar en la filatelia
checoslovaca con la emisión reseñada de Dvořák.
Sello personal de Bohumil Heinz
|
Encumbramiento
A los pocos meses del sello de Antonín Dvořák, emitido a finales de noviembre de 1934, Bohumil Heinz ya empezó a grabar con regularidad y constancia sellos en Checoslovaquia. Sin duda, el talento fue el factor más importante de su asentamiento inmediato, pero la nacionalidad, a diferencia de Seizinger, también pudo influir en la preponderancia posterior, por no dar como muy cierta razón concreta alguna del hecho constatable de que Heinz acabase por ser enseguida el primer grabador checoslovaco.
En todo caso y sea como fuera, Heinz afrontó en 1935 emisiones
relevantes, tanto al menos como pudieran serlo las que grabó ese año Seizinger,
quien además en el verano de 1934 había creado, junto al
diseñador Václav Fiala, una de las mejores series de la historia,
la de las Legiones checoslovacas.
Del
entonces provecto y ya aclamado Tomáš Garrigue Masaryk (1850-1937), Heinz compuso tres
sellos diferentes en este año de 1935, dos de ellos con el mismo
retrato y distinto diseño del marco. Uno de estos sellos, además, el del Presidente con el sombrero, se emitió primero para celebrar el 85
cumpleaños del fundador de la República, y después se volvió a emitir
en negro, en septiembre de 1937, con el mismo valor facial y la fecha de la
muerte reciente de Masaryk.
Bohumil Heinz grabó en 1935
dos magníficos retratos de Masaryk. Uno de ellos, el de la izquierda, se volvió
a emitir en septiembre de 1937 con la fecha de la muerte de Masaryk. El mismo
perfil del sello de la derecha, había sido utilizado meses antes en los otros
dos valores de la emisión del 85 cumpleaños de Masaryk
El del General Milan Rastislav Štefánik (1880-1919),
militar eslovaco que tiene una amplia canonización filatélica y numismática, es un retrato celoso y magistral de Heinz, emitido primero en 1935 y después con ligeras modificaciones sobre el marco facial en 1936 y 1938
Este sello de Štefánik, a la izquierda, fue emitido a finales de 1938, con
el mismo diseño (en el retrato) grabado por Heinz en la emisión de 1935. A la derecha, sello
de 1936 del Presidente checoslovaco Edvard Beneš, cuyo retrato grabó Heinz a
partir de una fotografía. En 1937, Heinz volvió a grabar un
retrato de Beneš, en esa ocasión de perfil. Impresión de ambos sellos en calcografía
Bohumil Heinz con todo podía, y en 1935 impuso su talento grabando una litografía diáfana y colorida de Jano Köhler de los apóstoles eslavos Cirilo y Metodio.
Checoslovaquia, 1935, Mil años de la llegada a Moravia de los
apóstoles eslavos Cirilo y Metodio. Sello emitido en 3 valores,
diseñado y grabado por Bohumil Heinz, utilizando como base del diseño una litografía de Jano Köhler (1873-1941), a la izquierda. Impresión en calcografía
El sello es de tamaño muy reducido, realmente pequeño, así que podría esperarse una cierta y justificada sinopsis
en la talla, siendo la fuente original de una longitud considerable… Pero Heinz no cede en sus
principios, muy asentados en una técnica depurada y en una ambición artística
intransigente. Inconmensurable Heinz.
Checoslovaquia, 1935, Mil años de la llegada a Moravia de los
apóstoles eslavos Cirilo y Metodio. Sello emitido en 3 valores,
diseñado y grabado por Bohumil Heinz. Impresión en calcografía
Mácha y Heinz, escribiendo
poesía...
...ya cruza el sueño la tierra sombría
Karel Hynek Mácha, Mayo
Entre los filatelistas de Checoslovaquia, es moneda de uso
corriente considerar a Bohumil Heinz como el más romántico y
refinado de sus primeros grabadores.
Esta emisión de 1936 justifica
esa aureola. Sello dedicado al escritor Karel Hynek Mácha (1810-1836),
emitido en dos valores con ocasión del centenario de su muerte temprana. Heinz,
que también habría de morir joven y envuelto en brumas de poesía, graba uno de
los monumentos más emblemáticos de Praga, situado en los grandes de
jardines de Petřínské, en el centro de la ciudad.
Checoslovaquia, 1936, Karel Hynek Mácha (1810-1836), centenario de su muerte. Sello diseñado y
grabado por Bohumil Heinz. Impresión en calcografía; 2 valores emitidos
La esbelta y bella estatua de bronce, en la que el poeta, resignado y triste, sujeta con una mano un ramo de flores y con la otra mano escribe, es obra de Josef Václav Myslbek, que la concluyó en 1912. Es un grabado magistral de Heinz, delicadamente tallado, de una pudorosa y tenue poesía. Soberbio.
El
Reloj Astronómico de Praga
En esta emisión sobretasada de 1936, Heinz abstrae uno de los meses del calendario circular que Josef Mánes creó para el Reloj Astronómico de Praga.
Checoslovaquia,
1936, Escenas del reloj astronómico de Praga realizadas por Josef Mánes. Sello diseñado y grabado por Bohumil Heinz. Impresión en calcografía
Este imponente y fastuoso reloj, que está situado
en la pared sur del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga, consta de dos grandes esferas: la del cuadrante
astronómico, cuyo mecanismo principal fue terminado en 1410 por el
relojero Nicolás de Kadan y por el
matemático Jan Šindel; y el calendario
circular, que fue añadido en 1870 y en el que
destacan los medallones, que representan los doce meses del año, y que fueron
pintados por Josef Mánes (1820-1871).
Checoslovaquia,
1936, Escenas del reloj astronómico de Praga realizadas por Josef Mánes. Sellos diseñados y grabados por Bohumil Heinz. Impresión en calcografía
Checoslovaquia ha dedicado varios sellos a esta maravilla medieval.
Estos de Bohumil Heinz sólo son una
sencilla y modesta abstracción filatélica de este artefacto hoy mítico. El
medallón de Mánes que Heinz talla en el
sello es una idealización familiar, que el grabador incide sobre el
acero con la hondura y la poesía de rigor. Exquisito.
En 1936, Heinz grabó un magnífico retrato de Jan Amos Komenský, como Štefánik, muy filatelizado en Checoslovaquia hasta hoy mismo.
En 1936, Heinz grabó un magnífico retrato de Jan Amos Komenský, como Štefánik, muy filatelizado en Checoslovaquia hasta hoy mismo.
Checoslovaquia, 1936, Jan Amos Komenský (1592-1670).
Sello diseñado y grabado por Bohumil Heinz. A la izquierda, un gran retrato del
humanista obra de Jürgen Ovens
(1623–1678); óleo sobre lienzo, 64cm × 56cm. Impresión en calcografía
Checoslovaquia, 1937, Stanislav
Sucharda, “Ukolébavka” (“Canción de cuna”, 1892).
Sello diseñado y grabado por Bohumil Heinz. Impresión en calcografía
En uno de los sellos de esta emisión sobretasada de 1937 dedicada a la niñez, Heinz recrea un bisel escultural de Stanislav Sucharda (1866-1916), Ukolébavka (Canción de cuna), datado hacia 1892. Y el artista no descuida ni tan siquiera las rúbricas del sello, que aparecen ambas en perspectiva, necesaria para que ni el más mínimo e insignificante detalle incordie la perfección absoluta de la obra.
Checoslovaquia, 1937, Stanislav
Sucharda, “Ukolébavka” (“Canción de cuna”, 1892).
Sello diseñado y grabado por Bohumil Heinz. Impresión en calcografía; 2 valores emitidos
En el otro sello de esta serie, emitido en dos valores, no es casual la
ausencia de perspectiva en las firmas. Heinz la juzga ahora
innecesaria, por cuanto, al faltar el conjunto que le da sentido, ello
significaría una predominancia indecorosa de la escultura sobre el grabado. Su
obra, su grabado, su sello en definitiva, es soberano. Cosas de
un artista concienciado de su arte.
Checoslovaquia, 1937, Presidente checoslovaco Edvard Beneš de
perfil. Diseño y grabado de Bohumil Heinz. Entre “los Beneš” posteriores, cabe
destacar el sello de 1946 emitido en 4 valores y grabado por Jindra Schmidt (a
la derecha), con un diseño parecido al de Heinz de 1937, obra en este caso de
Max Švabinský. Impresión de ambos sellos en calcografía
Protectorado de Bohemia
y Moravia, años 1939 y 1940. Vista de la Catedral de Brno y Palacio Wallenstein en Praga. Diseños de Jan Charles Vondrouš y Vladimir
Silovský, respectivamente. Grabados de Bohumil Heinz. Impresión en calcografía
Al terminar sus estudios superiores en los años veinte y según escribió Rudolf Fischer en un artículo (Bohumil Heinz a jeho reprodukční umění), Heinz llegó a decir que «me ganaré el pan dibujando y el honor grabando».
Son
numerosos los sellos magistrales que Bohumil Heinz creó durante
estos años, valiéndose de su manía perfeccionista y de su talento natural.
Estos son los cuatro sellos dedicados a algunas legiones de voluntarios que
participaron en otras tantas batallas emblemáticas de la Primera Guerra Mundial: la de Zborov, que tuvo lugar en Ucrania durante 1917, y tres más de 1918, las de Doss Alto (Italia), Bajmach (Ucrania) y Vouziers (Francia).
Protectorado de Bohemia y Moravia, 1939. Zlín. Sello diseñado por Jan Charles Vondrouš y grabado por Bohumil Heinz. Impresión en calcografía. A la izquierda, diseño lineal de Heinz para este sello de Zlín
Checoslovaquia,
1937 y 1938 (2), Soldados checoslovacos en la I Guerra Mundial. Sellos diseñados por Jindřich Vlček y grabados
por Bohumil Heinz; impresión en calcografía. El sello de la izquierda (1937, batalla de Zborov) fue emitido en 2 valores
El diseñador fue el artista checo Jindřich Vlček (1885-1968),
que llegó a participar en la Primera Guerra Mundial como voluntario en una de
esas legiones.
En los primeros meses del año de 1938 y con la emisión
que celebró el décimo festival del movimiento Sokol, Heinz asentó definitivamente, y hasta su muerte repentina a mitad
de 1940, una autoridad artística incontestable en la filatelia
nacional.
Karl Seizinger, que se había establecido como
grabador independiente dos años antes, también presentó un proyecto para grabar
este bello diseño del halcón peregrino, obra de un entonces joven y
brillante Cyril Bouda (1901-1984), pero al final se optó por la propuesta de Heinz. Se cuenta que este rechazo
molestó tanto a Seizinger, que el enfado pudo influir mucho en su
huida de Praga a finales de ese mismo año hacia Belgrado,
quizá casi tanto como la ocupación inminente del régimen nazi.
Checoslovaquia, 1938,
X Festival Sokol. Sello diseñado por Cyril Bouda y grabado por Bohumil Heinz;
calcografía, 2 valores
En 1989,
Checoslovaquia emitió un gran sello para honrar a Cyril Bouda,
coincidiendo con la efeméride filatélica del Día del Sello, y del
diseño y grabado se encargó su hijo Jiří Bouda (1934-2015), artista
postal como su padre. En este sello aparece el halcón que
en 1938 grabó espléndidamente Heinz.
Checoslovaquia, 1989, Día del Sello, Cyril Bouda. Sello diseñado y
grabado por Jiří Bouda; calcografía. A la derecha, cartel del X Festival Sokol celebrado en
1938, obra de Cyril Bouda con un diseño ciertamente parecido al que dispuso para el
sello que grabó Bohumil Heinz
Evičku Neugebauerová, la niña del
sello
Eva Hanková, de soltera Evička Neugebauerová, es la niña del famoso sello checoslovaco de 1938 diseñado y grabado por Bohumil Heinz.
Heinz se inspiró en una fotografía de junio de 1928. En esta fotografía, que se atribuye de ordinario a Jano Šrámek, el Presidente Tomáš Garrigue Masaryk alza, con un ímpetu juvenil de abuelo dichoso, a una niña vestida con un traje regional de la zona. Masaryk, casi octogenario, visitaba Zdar nad Sázavou, entonces Žďáru na Moravě, una pequeña localidad situada en la parte sudeste de la región histórica de Bohemia, muy cerca de Moravia, de unos dos mil habitantes. La niña era Evičku Neugebauerová, que entonces apenas tenía tres años.
Checoslovaquia, 1938, 88 aniversario del nacimiento de Tomáš Garrigue Masaryk. Sello diseñado y grabado por Bohumil Heinz, sobre la fotografía de 1928 del presidente Tomáš Garrigue Masaryk con la niña Evičku, a la izquierda. Impresión en calcografía
Checoslovaquia, 1938. Hojita sin dentar con el sello grabado por Heinz; impresión en calcografía. En el centro sobre estas palabras, una de las tres portadas que la revista Tribuna Filatelistů dedicó durante 1938 a esta emisión. Y a la derecha, Evičku en una fotografía de 1938, cuando se emitió el sello, entonces niña adolescente
Sólo unos
meses después, Checoslovaquia era
anexionada por el régimen nazi. Y Masaryk no conoció la
emisión de estos sellos, ya que había fallecido un año antes, en 1937. La belleza de la
emisión, la añoranza por el viejo Presidente y los tiempos
negros que ya empezaban a asfixiar a media Europa, contribuyeron a
dotar de un gran poder simbólico a este sello y a la imagen que contenía. Tan
popular se hizo, que en los años siguientes incluso se hicieron carteles de
aliento con el sello y con la fotografía inspiradora.
Checoslovaquia, 1938, 88 aniversario del nacimiento de Tomáš Garrigue Masaryk. Sello diseñado y grabado por Bohumil Heinz. Calcografía, dos valores. A la izquierda, la famosa fotografía de 1928 atribuida a Jano Šrámek en color
Bohumil
Heinz falleció
en 1940, pero la niña Evičku, entonces adolescente,
sobrevivió a los estragos de la devastación europea y a principios de la década
de los cincuenta, ya casada con Ladislav Haňku, un prometedor
científico, pudo huir a la Alemania occidental en busca de un
futuro menos turbio. La masacre nazi fue sucedida por la paz
estalinista, y la joven pareja prefirió escapar de una vida tan tranquila y feliz,
como anodina y prevista.
Se instalaron en Frankfurt y al poco tiempo, desde el puerto de Bremen, zarparon hacia Nueva York a finales de 1951. En Estados Unidos acabaron asentándose en Kalamazoo, una pequeña localidad de Michigan, gracias a la buena acogida del país y también de otros refugiados checoslovacos, consiguiendo desarrollar una vida cómoda y fructífera, tanto el matrimonio como los hijos que tuvieron.
Bohumil Heinz también era un maestro concienzudo y admirable en los retratos cercanos, y así en los retratos de Masaryk y de Smetana antevistos, o en el voraz también ya presentado de Komenský (1936).
El billete fue encargado a De La Rue por el Banco de España republicano, que lo puso en circulación en plena guerra civil, durante 1938, y Heinz grabó a Sorolla a partir de la fotografía adjunta.
Esta es otra de las grandes obras de Heinz para la filatelia de Checoslovaquia, emitida en 1938 y dedicada a celebrar el veinte aniversario de la proclamación de la República.
El diseño y dibujo de la emisión es de Max Švabinský (1873–1962), que tantas maravillas habría de hacer enseguida con Jindra Schmidt y que ya entonces era un artista de gran prestigio, ocupándose, no sólo de concebir sellos, sino también de diseñar billetes, alguno de ellos, como el de Masaryk puesto en circulación en 1931 (100k), grabado después nada menos que por el austríaco Ferdinand Schirnböck (1859-1930) en uno de sus últimos trabajos.
Se instalaron en Frankfurt y al poco tiempo, desde el puerto de Bremen, zarparon hacia Nueva York a finales de 1951. En Estados Unidos acabaron asentándose en Kalamazoo, una pequeña localidad de Michigan, gracias a la buena acogida del país y también de otros refugiados checoslovacos, consiguiendo desarrollar una vida cómoda y fructífera, tanto el matrimonio como los hijos que tuvieron.
La niña Evičku, ya una mujer anciana, muchos años después…
En el año 2000, la República Checa rindió el
tributo filatélico merecido a este sello mítico, con un sello grabado por otro grande
del buril, Bedřich Housa, que recrea con comedimiento y elegancia
la emisión, maravillosa e inolvidable, de 1938.
En el sello del año 2000 se recrea fielmente el sello de 1938, y
Housa volvió a grabar la misma viñeta, si bien, fuera por respeto o simplemente
por la imposibilidad de superar el mítico grabado, lo cierto es que la talla de
Heinz sobrevive excelsa e incomparable
Jindřich Fügner
Bohumil Heinz también era un maestro concienzudo y admirable en los retratos cercanos, y así en los retratos de Masaryk y de Smetana antevistos, o en el voraz también ya presentado de Komenský (1936).
Checoslovaquia,
1937, Jan Evangelista Purkyně (1787-1869), en un relieve tallado por Otakar
Španiel (1881-1955). Sello emitido en 2 valores grabado por Bohumil Heinz; impresión en calcografía. Imagen del sello procedente del foro stampcommunity.org
En esta otra ocasión posterior al perfil antepuesto de Purkyně, retrata a uno de los fundadores principales del Movimiento
Sokol, Jindřich Fügner (1822-1865), para la emisión calcográfica en tres
valores de Checoslovaquia del año 1938.
Heinz esculpe, enfático y elegante, una xilografía de Max Švabinský. Una alianza artística de primer orden. Švabinský, el artista fundador que con todos congeniaba y a quien todos admiraban, y Heinz, el grabador ensimismado y genial.
Heinz esculpe, enfático y elegante, una xilografía de Max Švabinský. Una alianza artística de primer orden. Švabinský, el artista fundador que con todos congeniaba y a quien todos admiraban, y Heinz, el grabador ensimismado y genial.
Checoslovaquia, 1938, Jindřich Fügner. Sello
diseñado por Max Švabinský, utilizando un retrato que el propio artista hiciera unos años antes, y grabado por Bohumil Heinz. Impresión en calcografía; 3 valores emitidos
1938,
XX Aniversario de la República de Checoslovaquia
Después
de una estancia en Londres entre noviembre de 1932 y marzo de 1933, Heinz colaboró durante los años siguientes con
la firma inglesa Thomas de la Rue, para la que grabó
algunos viñetas y retratos de no pocos sellos, y también de billetes. A destacar, entre
aquéllos, las grandes series que grabó Heinz
de Nigeria y Santa Lucía (1936), así como otras tallas de sellos de Grecia o Suecia, o una magnífica emisión de Sudán en 1934, y en la que este artista, cosa rara en las
producciones filatélicas anglosajonas, escondió su rúbrica entre el follaje de
la viñeta.
El
diseñador de esta serie griega de 1935 fue el artista Dimitrios Biskinis, nacido en 1891 y que llegó a ser becado en su juventud para ampliar
estudios en París. A principios de los años veinte regresó a Atenas, y en 1928
fue nombrado profesor en la Escuela de Bellas Artes. Falleció en 1947.
Entre
los sellos más estimables y arduos que Bohumil Heinz grabó para De La Rue, están
sin duda, tal y como ha quedado apuntado, los dos que incidió de la serie emitida por Sudán en 1935 para honrar
la memoria del militar británico Charles
George Gordon.
En este sello de Barbados, confeccionado por De La Rue y emitido en 1939 con distintos valores faciales, Heinz grabó uno de los retratos, concretamente el del Rey Carlos I de Inglaterra y de Escocia.
Nueva Zelanda, 1935,
Joven mujer maorí. Perfil grabado por Bohumil Heinz para De La Rue. Diseño del
sello de Leonard Cornwall Mitchell; calcografía. A la izquierda, diseño de
grabado de Bohumil Heinz con vistas al grabado final a buril
Heinz
participó con los grabados de dos de las viñetas en una de las series más
bonitas jamás realizadas (stampengravers.blogspot.com), la de la mitología de 1935, formada por 9 sellos que confeccionó De La Rue, si bien se imprimieron en Grecia.
Grecia,
1935, Mitología. Ganimedes secuestrado en el monte Ida por Zeus, transformado
en un águila. Sello diseñado por Dimitrios Biskinis y
grabado por Bohumil Heinz. Impresión en calcografía. A la izquierda, el dibujo
original de Biskinis
(imagen procedente de la página ft-museum.gr), y a la derecha, el diseño lineal de grabado realizado por Heinz y que guió su grabado definitivo de este sello
Grecia,
1935, Mitología. Los hermanos Frixo y Hele rescatados por un carnero volador. Sello
diseñado por Dimitrios
Biskinis y grabado por Bohumil Heinz. Impresión en calcografía.
A la izquierda, el diseño
adoptado de Biskinis
(imagen procedente de la página ft-museum.gr)
Sudán, 1935, 50 aniversario de la muerte del General Charles George Gordon. Bohumil Heinz grabó estos 2 sellos de esta
serie de 3, el de la izquierda emitido en 4 valores y el de la derecha, del que se expone una prueba de impresión, en 2
valores. El artista dejó su firma en el sello de la derecha, sobre el tronco de
la palmera del centro, algo poco habitual en las casas de grabado inglesas. Impresión en calcografía
Barbados, 1939, Tricentenario de la Asamblea General. Bphumil Heinz grabó por encargo de De La Rue el pequeño retrato de Carlos I de Inglaterra, a la izquierda; calcografía. Imagen del sello procedente de engravedstamps.net
Respecto a los billetes, y entre otros muchos y
variados grabados que Heinz realizó para De La Rue, es preciso ensalzar, ¡y muy
necesariamente!, este excelente retrato de Sorolla, que la Casa
inglesa utilizó en el billete español de 25 pesetas con fecha facial
de 1936.
Billete de 25 pesetas de 1936-38, que estuvo en circulación entre 1938 y 1939
A la izquierda, fotografía desde la que Heinz grabó a buril el retrato de Sorolla de la derecha, posteriormente utilizado en el billete antepuesto de 25 pesetas
Otra viñeta muy
relevante grabada por Heinz para De La Rue, fue la recreación del óleo Jura de la Constitución de 1830, de Juan Manuel Blanes, que la Casa inglesa
utilizó por primera vez en la confección de los billetes de 100 pesos uruguayos
de finales de los años treinta, en las series con fecha facial de 1935 y 1939,
y posteriormente usado asimismo en una reedición en 1967.
Bohumil Heinz grabó
para De La Rue esta viñeta de la “Jura de la Constitución de 1830”, a partir de la obra de
Juan Manuel Blanes, que la Casa inglesa utilizó en billetes uruguayos
de finales de los años treinta. A la derecha, Heinz en 1938 grabando el sello diseñado por Max Švabinský que celebró el veinte aniversario de la República de Checoslovaquia
Esta es otra de las grandes obras de Heinz para la filatelia de Checoslovaquia, emitida en 1938 y dedicada a celebrar el veinte aniversario de la proclamación de la República.
El diseño y dibujo de la emisión es de Max Švabinský (1873–1962), que tantas maravillas habría de hacer enseguida con Jindra Schmidt y que ya entonces era un artista de gran prestigio, ocupándose, no sólo de concebir sellos, sino también de diseñar billetes, alguno de ellos, como el de Masaryk puesto en circulación en 1931 (100k), grabado después nada menos que por el austríaco Ferdinand Schirnböck (1859-1930) en uno de sus últimos trabajos.
Checoslovaquia, 1938, XX Aniversario de la República
de Checoslovaquia. Sello diseñado por Max Švabinský y grabado por Bohumil Heinz. Impresión en calcografía
Švabinský, para esta emisión conmemorativa de 1938, impresa en dos valores básicos y formando parte de una hojita, crea una
composición alegórica, bella y recargada, que Heinz incide con una maestría sutil y depurada.
Bohumil Heinz falleció inesperadamente el 22 de mayo de 1940 en Praga, joven y pletórico. ¿Qué obra hubiera legado de haber vivido treinta años más, si la que ha dejado es excepcional?
Entre 1939 y los primeros meses de 1940, Bohumil Heinz
llegó a realizar varios bocetos de diseño e incluso algún diseño específico de
grabado con vistas a un posible sello del político Antonín
Švehla
(imágenes de la colección de Ivo Sedláček)
A la izquierda, Bohumil Heinz a finales de los años treinta. En el centro sobre estas líneas, la portada de la revista checoslovaca Tribuna Filatelistů que anuncia, el 1 de junio de 1940, la muerte repentina de Heinz unos días antes. El título del interior de la esquela no puede ser más certero, Muere el maestro grabador Bohumil Heinz (Mistr rytec Bohumil Heinz mrtev). Y a la derecha, otra portada de la misma revista filatélica, en este caso de 1942, coincidiendo con el segundo aniversario del fallecimiento de Heinz
Como epílogo a esta breve biografía filatélica de Heinz, qué mejor que tres grabados impresionantes cincelados por el artista para el Banco Nacional checoslovaco. Uno de estos grabados, el del niño con el
león, a la derecha, es una recreación a buril de otra de las pinturas que decoran la esfera
inferior del reloj astronómico de Praga, obra de Josef Mánes.
Grabados realizados por Bohumil Heinz en 1930, 1932 y 1933,
respectivamente
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