El arte de grabar el sello
José Luis López-Sánchez Toda grabado
por Alfredo de Oro Sanz para el sello español emitido en 1998
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José Luis López-Sánchez Toda y Cámara, en adelante José Luis Sánchez Toda por ser así como
usualmente se le nombra en el ámbito filatélico y como él mismo firmaba, nació en Madrid el 30 de abril de 1901.
A pesar de la tradición jurídica familiar (Juan Luis García Pomar, Perfil de Sánchez Toda, el grabador más prolífico), de joven Sánchez Toda estudió en la prestigiosa Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y en junio de 1924 entró en
la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) como grabador auxiliar en la Sección de Moneda, tras obtener el año anterior el Premio Nacional de Grabado. Esta última distinción, el grabador la consiguió por segunda vez en el año de 1936.
Sólo tres años después, en 1927, Sánchez Toda se incorporó asimismo como docente a la Escuela Nacional de Artes Gráficas, tarea que durante las décadas siguientes compaginó con su dedicación a la FNMT. Y allí se reencontró con el artista santanderino Tomás Campuzano y Aguirre (1857-1934), antaño maestro suyo y de Germán Martín Orbe, profesor en la Escuela desde 1920 y después director de la institución.
Sólo tres años después, en 1927, Sánchez Toda se incorporó asimismo como docente a la Escuela Nacional de Artes Gráficas, tarea que durante las décadas siguientes compaginó con su dedicación a la FNMT. Y allí se reencontró con el artista santanderino Tomás Campuzano y Aguirre (1857-1934), antaño maestro suyo y de Germán Martín Orbe, profesor en la Escuela desde 1920 y después director de la institución.
Durante los primeros años en la
FNMT, Sánchez Toda coincidió con el mallorquín Enrique Vaquer (1874-1931),
entonces un maestro del grabado a buril, y también con Camilo Delhom (1894-1970), que se había incorporado a la Casa en 1922 y con el que enseguida
habría de confeccionar algunas de las más bellas series de la filatelia española y
universal.
Precisamente flanqueado por ambos y
eminentes colegas, Sánchez Toda debutó en la filatelia española con la
gran serie de la exposiciones de Sevilla y Barcelona emitida en 1929,
grabando los sellos del galeón con la vista de Sevilla y de la Plaza de España
de la misma ciudad, además de incidir la viñeta con el aeroplano Spirit of St. Louis para los seis
valores de correo aéreo.
España, 1929; Exposición General Española, Barcelona y Sevilla. Galeón
con la vista de Sevilla (3 valores), Plaza de España en Sevilla (3 valores) y Aeroplano
Spirit of St. Louis (Correo aéreo, 6 valores). Sellos grabados por José Luis Sánchez
Toda. Impresión en calcografía
Igualmente y durante 1929, Sánchez
Toda grabó algunos sellos emitidos por la Andorra española, y de hecho todos los de la serie calcográfica excepto el del Consejo General de los Valles que incidió Camilo Delhom.
Andorra, 1929; Correo Urgente. Sello grabado por José Luis Sánchez Toda; impresión en calcografía. Esta serie constó de un total de 6 sellos impresos en 9 valores, grabando Sánchez Toda cinco y Camilo Delhom uno (Consejo General de los Valles, valores de 1, 4 y 10 pesetas)
Las majas
de Sánchez Toda
La obra de Goya no germina en la inteligencia: o es vulgar
oficio o es videncia de sonámbulo
José Ortega y Gasset
Con sólo 29 años, Sánchez
Toda grabó en 1930 algunos de
los sellos más bellos y populares de la filatelia española y universal,
pertenecientes a las series especulativas de la Quinta de Goya y del
Descubrimiento de América.
La primera serie en emitirse fue la de Goya, que como la de Colón, sólo tuvo 3 días de vigencia postal, en
este caso del 15 al 17 de junio de 1930.
Constó la serie de un total de 32 valores, fue impresa en Londres por Waterlow & Sons y se puede decir que
tan testimonial es su gravidez postal como trascendente su relevancia artística.
Oficialmente, la emisión fue a beneficio del pabellón Quinta de Goya en la Exposición Iberoamericana de Sevilla,
celebrada entre el 9 de mayo y el 21 de junio de 1930.
Y aparte de Sánchez
Toda, hacedor artístico de los sellos, otras dos personas tuvieron una
participación necesaria en la génesis de esta emisión. Manuel Gálvez, el hoy ya mítico comerciante filatélico madrileño,
hizo uso de todo su poder de influencia para promover con éxito la emisión, mientras
que José Sánchez Gerona, amigo y
maestro de Sánchez Toda, orientó al
joven artista en el diseño y grabado de los sellos.
Ya dos años antes de la emisión, Sánchez Toda, alentado por Sánchez Gerona, había grabado con vistas a un posible sello de Goya por el centenario de su muerte, el mismo retrato de Vicente López que en 1930 formaría parte de la serie. Según Eugenio de Quesada (La leyenda de la maja desnuda), el artista pudo hacer uso de al menos el diseño de este grabado anterior, para grabar el retrato que en 1930 formó parte de 15 de los sellos de la emisión, seis de ellos, los de menor valor, impresos mediante procedimiento litográfico, y el resto en calcografía. Tres de estos 15 sellos tuvieron una inscripción frontal diferente en la parte superior, Goya en vez de Correos España.
España, 1930; Quinta
de Goya. Retrato de Goya (1826), por Vicente López; izquierda, óleo sobre
lienzo, 95.5 x 80.5. A la derecha, dos de los sellos de la emisión, uno impreso
en calcografía y el otro mediante procedimiento litográfico. Retrato grabado por José Luis Sánchez
Toda
El espléndido retrato de Vicente
López ya había tenido algunas calibraciones anteriores por artistas del
ámbito filatélico, así Nicolás Alegre
en 1870 en un proyecto no adoptado (Gálvez,
A14), y muy especialmente en varios billetes de finales del siglo XIX grabados
por Bartolomé Maura (1844-1926).
Billetes españoles
de finales del siglo XIX, con el retrato de Goya, obra de Vicente López,
grabado por Bartolomé Maura
Incluso después del grabado de Sánchez Toda, el famoso retrato de Goya aparece en dos sellos españoles más (1958 y 1973), si bien
ambos impresos en huecograbado. A modo de curiosidad, sin embargo, vale la pena exponer dos grabados excelentes del retrato de Vicente
López, uno del artista colombiano Jaime
Pardo Corredor y otro de una supuesta prueba de máquina cuyo origen se
suele fijar en Alemania durante los años setenta y que, no obstante y su nulo
valor filatélico, es en realidad un muy notable grabado. Jaime Pardo fue amigo del artista español, y en 1954, durante una visita de aprendizaje a la FNMT, Sánchez Toda le dedicó una prueba de punzón de un sello reciente de Isabel la Católica (1951), así como otros grabados.
El retrato de Goya,
obra de Vicente López, en dos grabados excelentes, a la izquierda y en el centro respectivamente, de Jaime Pardo Corredor (1960,
8 x 7,5 cm) y de autor desconocido en una supuesta prueba de máquina
confeccionada en Alemania (1977). A la derecha, viñeta del actor de teatro Pedro Zorrilla González grabada por José Luis Sánchez Toda en 1930, y de la que en el catálogo Gálvez de pruebas y ensayos (1960) se señala que pudo ser un proyecto finalmente desechado para un posible sello
España, 1930; Quinta
de Goya, Correo Aéreo. Sellos grabados en talla dulce por José Luis Sánchez
Toda, a partir de los aguafuertes originales de Goya, Volaverunt y Buen
viage, estos dos pertenecientes a la serie de Los Caprichos (números 61 y
64). Impresión en calcografía
Los cuatro aguafuertes finalmente elegidos, fueron grabados
escrupulosa y genialmente por Sánchez
Toda, formando parte todos de los sellos de correo aéreo, hasta un total de
14 valores impresos por Waterlow &
Sons en calcografía.
España, 1930; Quinta
de Goya, Correo Aéreo. Sello grabado en talla dulce por José Luis Sánchez Toda,
a partir del grabado original de Goya, Manera de volar (1816), perteneciente
a la serie de Los Disparates (nº13); grabado al aguafuerte y aguatinta, con punta seca sobre
papel avitelado, 25.4 x 36.6 cm. Impresión en calcografía
Dos de los grabados de Goya
que Sánchez Toda recrea pertenecen al repertorio satírico
de Los Caprichos (1799), mientras que
los otros corresponden a la serie inconclusa de Los Disparates, realizada entre 1815 y 1824 y formada por 22 estampas
oníricas y corrosivas.
España, 1930; Quinta de
Goya, Correo Aéreo. Sello grabado en talla dulce por José Luis Sánchez Toda, a
partir del grabado original de Goya, Disparate volante (1819), perteneciente
a la serie de Los Disparates (nº5); grabado al aguafuerte y aguatinta, estampado con entrapado
sobre papel avitelado y ahuesado, 33.7 x 50.2 cm. Impresión en calcografía
Estos 5 grabados de Sánchez
Toda eran, pues, los que estaba previsto que formaran la emisión especial
de la Quinta de Goya, y el artista
viajó a Londres con los cuños
terminados en la primavera de 1930.
Durante el resto de su vida, empero, Sánchez
Toda contó una y otra vez, con diversos matices y anécdotas agregadas, cómo
nació el sello de La maja desnuda, finalmente impreso en 3 valores y que a partir de
entonces fue sin duda el grabado por el que más se reconocía al artista allá
donde fuera o se nombrara.
España, 1930; dos de
los tres valores emitidos de La maja desnuda de Goya. Sello diseñado y grabado
por José Luis Sánchez Toda. Calcografía
Siguiendo a Álvaro Martínez-Pinna
(1926-2008) en su discurso de ingreso en la Academia Hispánica de Filatelia,
es obligado ceder la palabra al propio Sánchez
Toda, que en una entrevista de 1952
para la revista “Publicidad Filatélica” contaba así la concepción y
grabado del hoy mítico sello de la maja desnuda. «Viajando de París a Londres con los grabados acordados de esta emisión de
Goya», relató Sánchez Toda, «se me ocurrió la idea del sello de la maja desnuda, y en la misma mesa
del tren hice unos primeros bocetos. Una vez en Londres y consultada la casa
impresora sobre el tiempo que necesitaba para proceder a la emisión, constaté
que sólo disponía de 15 días para realizar el grabado. Así que me puse manos a
la obra y a diez horas al día, en la habitación de mi hotel, lo pude terminar
en sólo 12 ó 13 días, ayudándome únicamente con unas fotografías de la pintura».
La maja desnuda, obra de Francisco de Goya; pintura al óleo sobre lienzo, 191 x 98 cm, entre 1795 y 1800 (Museo del Prado). A la derecha, uno de los tres valores de la emisión española de 1930. Sello diseñado y grabado por José Luis Sánchez Toda. Impresión en calcografía
En la casa londinense de Waterlow
& Sons, estaba como máxima autoridad artística el irascible John A. C. Harrison (1872-1955), grabador
de todas las viñetas de la serie española de la Cruz Roja de 1926 y entonces en
el apogeo de su fama, y entre sus
ayudantes se encontraba José Moreno
Benavente (1905-1981), granadino como Sánchez Gerona y que había sido alumno
de Sánchez Toda en la la Escuela
Nacional de Artes Gráficas sólo unos años antes. Moreno Benavente terminaría muy poco después en Argentina y
enseguida en Chile, para cuya filatelia grabó tantos y excelsos sellos, que hoy
es considerado uno de los grandes grabadores del siglo pasado.
Moreno
Benavente, tal como afirma Eugenio
de Quesada en sus estudios de la emisión, fue el enlace de confianza entre
Harrison y Sánchez Toda y pudo participar de manera directa en los retoques
finales de la emisión. El artista granadino
siempre dispensó amistad y admiración a Sánchez
Toda, que correspondió con iguales y sinceras deferencias.
Por otra parte y según contó Sánchez Toda en los años posteriores a la emisión, su intención primera fue grabar las dos majas de Goya en sendos sellos, pero el apremio hosco de Harrison impidió tan ambiciosa idea. Así que, sin que haya constancia segura de cuándo Sánchez Toda concluyó de grabar La maja vestida, lo cierto es que el artista se acompañó de la aureola legendaria de las damas de Goya durante el resto de sus días.
Una prueba del grabado de lo que cabe considerar la viñeta de La maja vestida, cuando no y acaso más cabalmente uno de los sellos que el artista dejó en la negra espalda de la filatelia, formó parte del libro referido de 1969, y asimismo el artista dio permiso para que se hiciera una impresión calcográfica en un embeleco comercial de España’75, al que se añadió en el cartucho vacío la cifra congruente de 75. Se conocen pruebas de estado del grabado de La maja vestida y en las subastas se suelen presentar como fechadas en 1930.
Por otra parte y según contó Sánchez Toda en los años posteriores a la emisión, su intención primera fue grabar las dos majas de Goya en sendos sellos, pero el apremio hosco de Harrison impidió tan ambiciosa idea. Así que, sin que haya constancia segura de cuándo Sánchez Toda concluyó de grabar La maja vestida, lo cierto es que el artista se acompañó de la aureola legendaria de las damas de Goya durante el resto de sus días.
Una prueba del grabado de lo que cabe considerar la viñeta de La maja vestida, cuando no y acaso más cabalmente uno de los sellos que el artista dejó en la negra espalda de la filatelia, formó parte del libro referido de 1969, y asimismo el artista dio permiso para que se hiciera una impresión calcográfica en un embeleco comercial de España’75, al que se añadió en el cartucho vacío la cifra congruente de 75. Se conocen pruebas de estado del grabado de La maja vestida y en las subastas se suelen presentar como fechadas en 1930.
Con más tiempo y menos presión, Sánchez Toda suavizó el grabado de la dama ahora vestida y nos legó
otra bella recreación de la pintura de Goya,
consolándonos pudorosamente con la viñeta del sello soñado.
La maja vestida,
pintura al óleo sobre lienzo de Francisco de Goya, 188 x 95 cm, entre 1800 y
1807, Museo del Prado. Sánchez
Toda grabó, con el mismo tamaño y diseño que el sello de 1930, a esta maja vestida de Goya
Y una adición inesperada y deliciosa a todo lo antedicho, esta
extraordinaria maja vestida de Juan Carlos
Heras Vicario (Madrid, 1961), uno de los últimos grandes artistas del sello
español.
La maja vestida,
grabado a buril de la pintura de Goya, obra de Juan Carlos Heras Vicario; FNMT, 1996, 13 x 8 cm. A la derecha, otra maja vestida interpretada a buril; aguafuerte de Eugenio Lemús y Olmos, año 1876, 28 x 22 cm
En una de sus divagaciones de estío, dice Juan de Mairena, como al desgaire, que quizá
Goya sólo pintó a la Maja desnuda para después poder imaginarla vestida. Y esta socarronería tan
ingeniosa le hace recordar unos versos de Lope de Vega tan jaraneros como mordaces:
…vestida
con tan linda proporción
de cintura, en el balcón
de unos chapines subida
Goya, el gran baturro erótico, que dice Mairena, pintó, en un tiempo sin precisión de fechas de unos quince años, a ambas majas, desnuda primero y después vestida. Y de ambas majas hubo de hacer uso y abuso nada menos que Manuel Godoy, el gran valido real. Abuso artístico, entiéndase. Cuenta la leyenda que este gran artista, porque también lo era en sus dominios, sorprendía a algunos invitados a su palacete con un curioso mecanismo a través del cual mostraba a la Maja primero vestida y de inmediato desnuda, para escándalo rijoso de las conciencias pacatas del momento. Cerca de ambas estaba, además, la Venus del Espejo de Velázquez, obra que también hubo de grabar Sánchez Toda tiempo después de incidir a las dos majas.
con tan linda proporción
de cintura, en el balcón
de unos chapines subida
Goya, el gran baturro erótico, que dice Mairena, pintó, en un tiempo sin precisión de fechas de unos quince años, a ambas majas, desnuda primero y después vestida. Y de ambas majas hubo de hacer uso y abuso nada menos que Manuel Godoy, el gran valido real. Abuso artístico, entiéndase. Cuenta la leyenda que este gran artista, porque también lo era en sus dominios, sorprendía a algunos invitados a su palacete con un curioso mecanismo a través del cual mostraba a la Maja primero vestida y de inmediato desnuda, para escándalo rijoso de las conciencias pacatas del momento. Cerca de ambas estaba, además, la Venus del Espejo de Velázquez, obra que también hubo de grabar Sánchez Toda tiempo después de incidir a las dos majas.
Venus del espejo (1651), de Velázquez, óleo sobre lienzo, 177 x 122 cm; y a la derecha, el
grabado de Sánchez Toda
José
Luis Sánchez Toda dibujó
un fresco de Goya en la serie del Pilar de 1940, pero ya no
volvió a grabar nada del pintor para un sello postal, pues la emisión
calcográfica de 1946 fue grabada por su hermano Alfonso (1914-2000).
Sí que incidió a Goya, sin embargo, en al menos tres billetes y muy
especialmente en este de 100 pesetas de 1946, y del que grabó tanto el
retrato del anverso, inspirándose en el busto de Mariano Benlliure, como
la viñeta del reverso, en la que recreó una pintura del artista aragonés, El
quitasol (1777).
Billete español de
1946, para el que Sánchez Toda grabó el retrato del anverso y la viñeta del
reverso. Dos años después, grabó otra obra de Goya para el reverso del billete también de 100 pesetas, El cacharrero, encargándose Camilo Delhom del retrato de Francisco Bayeu en el anverso; y en el billete con fecha facial de 1949 (1000 pesetas), el artista madrileño grabó la obra de Goya El bebedor
Y por cierto que pese a la prohibición que tras la Guerra
Civil hubo en la FNMT de firmar los grabados, tanto en sellos como otros
circulantes, Sánchez Toda dejó sus iniciales en algunos de los billetes en que
participó.
Serie del
Descubrimiento de América
Menos de cuatro meses después de la serie de Goya, se emitió otra serie de similar liviandad
postal y de idéntica entidad artística, esta vez para celebrar el magno
acontecimiento histórico del descubrimiento de América.
No obstante y a diferencia de la serie de Goya, esta vez Sánchez Toda contó con la ayuda inestimable de Camilo Delhom, que grabó con verdadera maestría varias de las viñetas de la emisión, así como del departamento artístico de Waterlow & Sons, que confeccionó por entero los sellos litográficos, la nao Santa María y el Monasterio de la Rábida.
No obstante y a diferencia de la serie de Goya, esta vez Sánchez Toda contó con la ayuda inestimable de Camilo Delhom, que grabó con verdadera maestría varias de las viñetas de la emisión, así como del departamento artístico de Waterlow & Sons, que confeccionó por entero los sellos litográficos, la nao Santa María y el Monasterio de la Rábida.
España, 1930;
Descubrimiento de América, Hermanos Pinzón, Vicente Yáñez y Martín Alonso.
Sellos diseñados y grabados por José Luis Sánchez Toda; impresión en calcografía. A la derecha, grabado de Alfonso XIII de gran tamaño (37 x 27 cm; aguafuerte, aguatinta y buril sobre cobre) terminado por José Luis Sánchez Toda en 1922, cuando aún no había cumplido 21 años
La serie incluso constó de más valores emitidos aún que la
anterior, un total de 35 contando con los de correo aéreo, y recibió tantas
críticas o más que la de Goya por su meditado sesgo especulativo. Pero bendita
sea la codicia, si se hace con este talento y esta ambición artística…
España, 1930;
Descubrimiento de América, Cristóbal Colón y los hermanos Pinzón. Sello
diseñado y grabado por José Luis Sánchez Toda y Camilo Delhom, emitido en dos valores de
4 y 10 pesetas; calcografía. A la izquierda, uno de los bocetos de diseño de Sánchez Toda, a lápiz y pluma y con anotaciones, para este sello impreso por Waterlow & Sons
Aparte de los retratos de los hermanos Pinzón, Sánchez Toda grabó también una de las
tres viñetas de la emisión inspiradas en obras y láminas de la hazaña colombina,
la de Colón absorto en su cámara.
España, 1930;
Descubrimiento de América. Inquietudes de Colón en ruta. Sello grabado por José
Luis Sánchez Toda, emitido en 2 valores; impresión en calcografía. A la derecha, fotografía de 1922 con Sánchez Toda enseñando un retrato grabado de gran tamaño a Alfonso XIII, en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid (imagen procedente del libro El arte de grabar el sello, facilitada en el Ágora de Filatelia por Félix -1964-)
Y por último, Sánchez
Toda incidió asimismo uno de los sellos más emblemáticos de la serie y de
la filatelia española, el triangular con la flota de Colón, emitido en tres
valores.
España, 1930;
Descubrimiento de América. Flota de Colón. Sello grabado por José Luis Sánchez
Toda, emitido en 3 valores. Impresión en calcografía
II
República Española
Sánchez
Toda
no llegó a ver ningún sello suyo de Alfonso
XIII emitido por España, y es que acababa de terminar un grabado espléndido
del monarca, con la Ciudad Universitaria de Madrid como fondo, cuando los
acontecimientos se precipitaron y sobrevino la República. Sí que grabó un gran
perfil del rey junto a Victoria Eugenia para los territorios de Guinea, pero la
emisión del sello metropolitano previsto quedó truncada.
En 1960, y con ocasión de una ponencia en Barcelona sobre su labor como grabador (Primer Congreso Internacional de Filatelia, Emisión y Fabricación del Sello), Sánchez Toda significaba que «debido a los cambios de régimen que ha habido en el país, he grabado a los personajes más diversos, desde republicanos hasta reyes, científicos y artistas, etcétera. Y grabé el último retrato de Alfonso XIII con Victoria Eugenia para un sello de Guinea, que después circuló sobrecargado en tiempos republicanos». En esa exposición, además, Sánchez Toda recordó expresamente y con emoción a Enrique Vaquer, «al que tanto debemos los grabadores españoles de sellos».
En 1960, y con ocasión de una ponencia en Barcelona sobre su labor como grabador (Primer Congreso Internacional de Filatelia, Emisión y Fabricación del Sello), Sánchez Toda significaba que «debido a los cambios de régimen que ha habido en el país, he grabado a los personajes más diversos, desde republicanos hasta reyes, científicos y artistas, etcétera. Y grabé el último retrato de Alfonso XIII con Victoria Eugenia para un sello de Guinea, que después circuló sobrecargado en tiempos republicanos». En esa exposición, además, Sánchez Toda recordó expresamente y con emoción a Enrique Vaquer, «al que tanto debemos los grabadores españoles de sellos».
España, 1930; prueba
de punzón de un sello previsto de Alfonso XIII y la Ciudad Universitaria de Madrid que no fue emitido; y 1931, Territorios
Españoles de Guinea, retrato de los reyes, uno de los valores (impresión en calcografía). A la derecha, prueba del retrato doble firmada por Sánchez Toda a finales de 1930 para esta emisión de los Territorios Españoles de Guinea
Enrique
Vaquer había dejado la FNMT en 1930 después de grabar el perfil de
Alfonso XIII para la serie básica emitida ese año, así que durante el lustro
siguiente, Sánchez Toda y Camilo Delhom, con contribuciones
puntuales de Pedro Pascual o Luis Sesé (1880-1952), fueron los encargados de
grabar todas las emisiones republicanas.
España, 1931; III
Congreso de la Unión Postal Panamericana, Correo aéreo. Vista del oeste de
Madrid, emitido en 3 valores, y fuente de Cibeles y Palacio de Comunicaciones
en la capital, este último emitido en dos valores. Sellos diseñados y grabados
por José Luis Sánchez Toda. Calcografía
Muy en particular el sello de la Puerta del Sol, por el
momento histórico que celebra y por la algarabía confusa y sombría de que está
impregnado, es especialmente atractivo y todavía hoy nostálgico y turbador. El
grabado de Sánchez Toda, magistral.
España, 1931; III
Congreso de la Unión Postal Panamericana, Correo ordinario. Puerta del Sol,
Madrid, proclamación de la II República Española. Sello grabado por José Luis
Sánchez Toda. Impresión en calcografía
Este año de 1931
fue muy feraz para Sánchez Toda, pues empezó a grabar varios de los sellos de
personalidades que enseguida empezarían a emitirse, tal como el de Nicolás
Salmerón, y participó además en otra gran serie que apareció a primeros de diciembre y que conmemoró el IX centenario del Monasterio de
Montserrat. La serie fue impresa en la FNMT y Sánchez Toda grabó dos de los sellos, incidiendo el resto Camilo Delhom, Luis Sesé y Pedro Pascual,
aparte de Germán Martín Orbe (1892-1975), que
roturó las letras y grecas de todos los valores.
España, 1931; IX
centenario de la fundación del Monasterio de Montserrat; el Abad Oliva
enseñando el plano del monasterio a un monje, a la izquierda en uno de los valores emitidos, y el sello de correo urgente con el Pegaso. A la derecha,
uno de los valores del sello de Nicolás Salmerón (1932, República Española), retrato que el artista
concluyó a finales de octubre de 1931. Sellos grabados por José Luis Sánchez Toda. Las grecas y letras de los sellos de Montserrat fueron grabadas por Germán Martín Orbe. Impresión en calcografía
España, 1931 y 1938;
Alegoría de la República. A la izquierda, una prueba de punzón del grabado
original de Sánchez Toda en 1931, que siete años después, rediseñado y con la
figura alegórica mirando hacia la derecha, fue emitido mediante procedimiento litográfico en 4
valores
En 1932, Sánchez
Toda estuvo pensionado en Estados Unidos aprendiendo usos y técnicas en el grabado y
producción de billetes, y es por eso que de los primeros sellos republicanos de
personalidades, sólo grabó el reseñado de Salmerón y este de Emilio Castelar. Hay pruebas de punzón
de otro sello de Castelar que no fue adoptado en el mismo año de 1932, quizá descartado en beneficio del sello emitido por ese
bigotazo tan chocante y singular.
España, 1932; Emilio
Castelar. Sello diseñado a partir de dibujos propios y grabado por José Luis Sánchez Toda, que también grabó ese mismo
año de 1932 un proyecto no adoptado, a la izquierda en una prueba
de punzón. Impresión en calcografía
Y es que los proyectos desestimados de Sánchez Toda son tanto o más hechizadores
que los sellos finalmente emitidos, circunstancia reveladora de la pericia admirable
del artista madrileño. Este otro de Alcalá
Zamora lo grabó Sánchez Toda
en los meses anteriores al estallido de la guerra civil, y seguramente no fue emitido
por las turbulencias políticas del momento.
Entre 1933 y 1935, Sánchez
Toda grabó algunos pequeños grandes sellos, y es muy conveniente el
oxímoron con sólo ver este extraordinario sello de Ramón y Cajal, todavía hoy incomparable pese al incidido en 2003 nada menos que por Slania. ¿Y esa rúbrica del grabador debajo del microscopio, tan excéntrica
y ostentosa? ¡Maravilloso sello!
España, 1934; Santiago
Ramón y Cajal. Sello grabado por José L. Sánchez Toda;
calcografía. A la derecha, prueba de punzón sin pie de imprenta, y a la izquierda, proyecto de diseño a lápiz sobre papel cebolla, 12 x 10.2 cm
Casi tan impresionante como el sello anterior, fueron los de Mariana Pineda, desvalida y bella en
los buriles de Sánchez Toda, y de Gumersindo de Azcárate, intenso y amazacotado
en el grabado concienzudo del maestro.
España, 1935; Mariana
Pineda y Gumersindo de Azcárate. Sellos grabados por José Luis Sánchez Toda. Impresión en calcografía
Otras obras destacadas del lustro republicano de Sánchez Toda, son sin duda el grabado para la serie de Lope de Vega,
en la que Delhom incidió los restantes, y sobre todo el magnífico sello del
autogiro C-30 de De la Cierva, el
ingeniero murciano sobre el que el artista volvería a crear en 1939 un gran
diseño.
España, 1935; III
centenario de la muerte de Lope de Vega, escena de Peribáñez
y el Comendador de Ocaña; y autogiro C-30 de
Juan de la Cierva volando sobre Sevilla. Sellos grabados por José Luis Sánchez
Toda; calcografía. El sello expuesto del autogiro fue emitido en 1938, con
las únicas diferencias respecto al de tres años antes del dentado y el cielo rayado. Este sello del autogiro, además de grabado, fue diseñado por Sánchez Toda
Sánchez Toda llegó a grabar por completo otro sello para la serie
de Lope de Vega que terminó siendo descartado, y han sobrevivido algunas pruebas
de estado y final.
En 1936 y aparte de
su participación en la serie de la Asociación de la Prensa, para la que diseñó los cuatro sellos
de retratos, se emitió como novedoso un sello más grabado por Sánchez Toda, el de Diego Velázquez.
Posteriormente, cuando ya José Luis Sánchez Toda no estaba en la FNMT de Madrid, se emitieron los sellos de Gregorio Fernández y Fermín Salvochea.
España, 1935; III Centenario de la muerte de Lope de Vega. Sello finalmente
descartado, pero que José Luis Sánchez Toda proyectó y grabó. En esta imagen se
puede ver una prueba de estado. El catálogo Gálvez de pruebas (1960) señala que
la viñeta se este sello truncado está inspirada en una versión de Eduardo
Marquina de La Dorotea, obra de Lope de Vega. A la derecha, otro de los sellos republicanos que grabó Sánchez toda (1935, Expedición del Amazonas); calcografía. Imagen esta última procedente del foro stampcommunity.org, donde la mostró el usuario Jorgesurcl
España, 1936;
Diego Velázquez. Sello diseñado y grabado por José Luis Sánchez Toda, que
utiliza como punto de partida uno de los pocos autorretratos del pintor, a la
izquierda, sobre 1640; óleo sobre lienzo, 45 x 38 cm. Impresión en calcografía
España, 1937; Gregorio Fernández y Fermín
Salvochea. Sellos diseñados y grabados por José Luis Sánchez Toda; calcografía. A la izquierda,
retrato del escultor Gregorio Fernández, pintura de José Martí y Monsó (1877; óleo sobre lienzo, 55 x 41 cm) a partir de la
original de Diego Valentín Díaz, que pudo utilizar Sánchez Toda en su diseño
La Guerra
civil
Después del golpe militar de julio de 1936, Sánchez Toda dejó la FNMT y
se unió al bando rebelde en Burgos, participando enseguida en algunas de las
primeras emisiones nacionales, y así
contribuyó con algunos dibujos para los sellos de la Junta de Defensa, impresos en Zaragoza
por Portabella en offset, y del Cid e Isabel la Católica confeccionados por Fournier en Burgos.
Un año antes de abandonar Madrid, Sánchez Toda contrajo matrimonio con Celia Iveas (Juan Luis García Pomar, Perfil de Sánchez Toda, el grabador más prolífico).
Es imposible, y con seguridad injusto, juzgar y aún dilucidar las razones y motivos que indujeron a Sánchez Toda a unirse a los sublevados. Delhom, sin embargo, permaneció fiel a la República, y de esta manera, aún durante la guerra fratricida, ambos rivalizaron también artísticamente en la distancia del enfrentamiento. Esta última afirmación no obstante, precisa de inmediato una observación de importancia decisiva, y es que el gobierno de Burgos al que quedó adscrito Sánchez Toda no contaba con los medios técnicos suficientes para imprimir emisiones calcográficas, lo que claramente determinó los sellos resultantes. De hecho, en lo que respecta a las emisiones de los rebeldes en período de guerra, sólo una fue calcográfica, la de Lepanto y Juan de Austria de 1938, y porque fue grabada e impresa en el extranjero, concretamente por el francés Henry Cheffer (1880-1957) y la casa neerlandesa Enschedé. Y también las pocas emisiones en huecograbado se imprimieron fuera de España, en este caso en Zúrich.
Un año antes de abandonar Madrid, Sánchez Toda contrajo matrimonio con Celia Iveas (Juan Luis García Pomar, Perfil de Sánchez Toda, el grabador más prolífico).
Es imposible, y con seguridad injusto, juzgar y aún dilucidar las razones y motivos que indujeron a Sánchez Toda a unirse a los sublevados. Delhom, sin embargo, permaneció fiel a la República, y de esta manera, aún durante la guerra fratricida, ambos rivalizaron también artísticamente en la distancia del enfrentamiento. Esta última afirmación no obstante, precisa de inmediato una observación de importancia decisiva, y es que el gobierno de Burgos al que quedó adscrito Sánchez Toda no contaba con los medios técnicos suficientes para imprimir emisiones calcográficas, lo que claramente determinó los sellos resultantes. De hecho, en lo que respecta a las emisiones de los rebeldes en período de guerra, sólo una fue calcográfica, la de Lepanto y Juan de Austria de 1938, y porque fue grabada e impresa en el extranjero, concretamente por el francés Henry Cheffer (1880-1957) y la casa neerlandesa Enschedé.
España, 1936-37; Junta
de Defensa. Dos de los sellos de esta serie en cuyo diseño participó José Luis Sánchez Toda,
impresa con deficiencias en Zaragoza por Portabella. Impresión litográfica
Sellos
al margen, Sánchez Toda diseñó además en 1937 la primera moneda del entonces Estado en gestación, así como
los primeros billetes de la zona nacional que fueron impresos mediante
offset en Zaragoza por Portabella (5 y 10 pesetas), y que el artista realizó como pudo y todo muy manualmente, sin pantógrafos ni otros instrumentos
convenientes para los adornos y fondos (Los
billetes del Banco de España, 1782-1974, libro recopilatorio editado por el Banco de España en 1974).
La moneda de 25 céntimos
fue acuñada en la ceca de Viena (Austria) y puesta en circulación durante 1938, correspondiendo las iniciales de V. V. a
Víctor Villanueva, el ingeniero encargado de la acuñación.
Billetes
de 5 y 10 pesetas de finales de 1936 de la zona nacional, impresos en Zaragoza
por Portabella en offset a dos colores. José Luis Sánchez Toda confeccionó estos
billetes como pudo, en apenas tres semanas, y en condiciones de urgencia, sin
pantógrafo ni otros instrumentos necesarios para los adornos y fondos, tal como
contó su hermano Alfonso muchos años después en el libro Los billetes del Banco de España, 1782-1974 (1974)
Aunque Sánchez Toda
dispuso la serie de la Junta de Defensa (1936-37), lo cierto es que en los
primeros tiempos el artista más implicado en el diseño y grabado de sellos en
la zona nacional fue, qué duda cabe, Blas
Pérez Irujo (1894-1981), y sólo a partir de 1938
y en especial desde principios de 1939,
el protagonismo del grabador madrileño empieza a ser primero creciente y ya
después indiscutible.
España, 1938;
Fernando el Católico e Isabel la Católica. Sellos grabados en cobre por Sánchez
Toda; impresión en offset por Hijos de Heraclio Fournier de Vitoria. A la derecha, nota manuscrita de Sánchez Toda fechada en 1928 con sello del Círculo de Bellas Artes, disculpándose por no poder asistir a un banquete en homenaje al artista Gregorio Prieto, gran amigo entonces de Federico García Lorca (imagen procedente de gregorioprieto.org)
Terminando la guerra, Sánchez Toda creó uno de los sellos más emblemáticos y coleccionados de la época franquista, emitido por primera vez en la primavera de 1939, impreso entonces en Vitoria por Fournier, y después reimpreso en diversos años y valores, llegando en la década siguiente a convertirse en una de las series básicas más utilizada, estudiada y discutida.
Sólo en la primera de las emisiones consta el nombre del artista, que grabó sobre cobre el perfil de Franco tomando como base para el diseño la fotografía adjunta. En su libro El arte de grabar el sello, Sánchez Toda cuenta de
este sello que «fue grabado en talla dulce sobre cobre y después transportado por el papel reporte a una plancha de zinc, procediéndose entonces a la impresión litográfica. Y la impresión por Fournier de Vitoria fue tan perfecta y su entonación tan vigorosa, que a simple vista parecía una impresión calcográfica».
España, 1939; Perfil de Franco y escudo nacional (varios valores). Sello diseñado y grabado en cobre por Sánchez Toda, reportado a una plancha de zinc; impresión en offset por Hijos de Heraclio Fournier de Vitoria. A la izquierda, fotografía utilizada por el artista en el proceso de diseño del sello, realizada el año anterior por la agencia Roger Viollet (dato ofrecido por Asturfil en el foro Ágora de Filatelia)
Igualmente en talla dulce sobre cobre, Sánchez
Toda grabó a finales de 1938 y empezó a ser emitido en este mismo año de 1939 otro sello muy popular, el de Juan de la Cierva con el autogiro C-30
volando sobre Madrid. Fue impresa esta primera emisión en Burgos por Hija
de Braulio Fournier (7 valores), y después
reimpresos los valores entre 1941 y 1947, ya en la FNMT, añadiéndose en el
último año el valor de 10 pesetas.
España, 1939-47; Juan
de la Cierva y autogiro C-30 sobre Madrid, dos de los 8 valores (Correo Aéreo). Sello grabado
en cobre por Sánchez Toda; impresión mediante procedimiento litográfico, primero por Hija de B. Fournier (Burgos) y después en la FNMT
Como homenaje al ejército propio, ahora ya vencedor, Sánchez Toda grabó dócilmente y también
sobre cobre, el exquisito diseño de Rosario de Velasco Belausteguigoitia (1904-1991), siendo la primera vez que una mujer participaba en la
confección artística de un sello español. Este es un sello de sobretasa que
durante 11 días fue obligatorio en la correspondencia ordinaria.
España, 1939;
Homenaje al ejército. Sello de sobretasa que diseñó Rosario de Velasco y grabó
sobre cobre José Luis Sánchez Toda, posiblemente con la colaboración de su hermano Alfonso. Impresión litográfica por Hija de B. Fournier (Burgos). A la izquierda, boceto preliminar de Rosario de Velasco
A finales de estos años treinta, y una vez ya concluida la
guerra civil, Sánchez Toda grabó dos
veces más retratos de Franco con
vistas a emisiones de sellos, aunque sólo una de ellas cuajó de inmediato en
varios valores de Guinea. Esta
emisión fue impresa en Zaragoza por Portabella.
Territorios Españoles del Golfo de Guinea, 1940; Franco;
dos de los 4 valores emitidos. Sello grabado por José Luis Sánchez Toda.
Impresión litográfica en Zaragoza por Portabella
El otro grabado de Franco
con el Castillo de la Mota de fondo, no se convirtió en emisión oficial hasta 1948,
entonces impresa en offset por la FNMT, a pesar de que ya en 1942 se llegó a realizar una impresión calcográfica que no fue expendida. La fotografía de Franco, obra de Jalón Ángel, fue la
utilizada por Sánchez Toda en el
proceso de diseño y posterior grabado en cobre de este sello, probablemente durante los últimos meses de la Guerra Civil (Álvaro Martínez-Pinna).
España, 1948; Franco
y el Castillo de la Mota, uno de los valores de la emisión. Sello grabado en
cobre por José Luis Sánchez Toda e impreso en offset. A la izquierda, la
fotografía original de Jalón Ángel utilizada en el proceso de diseño de este sello, que Sánchez
Toda grabó originariamente en una versión más larga, probablemente durante los últimos meses de la Guerra Civil (Martínez-Pinna); a la derecha, prueba de artista (1939)
Asimismo y en estos meses, cabe destacar la participación
de Sánchez Toda en el diseño de la
larga serie de la Virgen del Pilar de 1940,
para la que el artista dibujó todas las viñetas, excepto la del sello de correo
urgente.
José Luis Sánchez Toda dibujó las viñetas de toda la serie de
1940 dedicada a la Virgen del Pilar, excepto para el sello de correo urgente,
cuya viñeta delineó Gaspar
Camps. Conmemoración del XIX centenario de la venida de
la Virgen del Pilar a Zaragoza. La serie constó de 15 viñetas diferentes emitidas sobre 25 valores y fue
impresa mediante offset en Barcelona por I. G.
Rieusset. A la derecha, dibujo realizado por Sánchez Toda a
principios de los años sesenta
Es preciso significar, por último y antes de la nueva y definitiva
etapa de Sánchez Toda en la FNMT, el
grabado del sello del Pegaso, válido sólo para el pago de la sobretasa en la correspondencia urgente
y
que fue impreso en Burgos.
España, 1939; Correspondencia urgente, Pegaso. Sello grabado en cobre por Sánchez Toda e
impresión litográfica de Hija de B. Fournier (Burgos). En 1942, este mismo sello fue emitido de nuevo, impreso en los talleres de la FNMT y ya sin el apellido del grabador. A la derecha, tarjeta de felicitación personal grabada por José Luis Sánchez Toda en 1942
Vuelta a la FNMT y reencuentro
con Delhom
En 1940 Sánchez Toda retornó
lógicamente a la FNMT en Madrid y allí permaneció hasta su retiro en 1971.
Ahora además, escalafón funcionarial al margen, lo hacía investido de una autoridad artística incontestable, y no
sólo por haber estado en el lado vencedor, sino por la solvencia y buen hacer
demostrados una y otra vez en los años anteriores y bajo las condiciones más
adversas y menesterosas.
La
Gioconda, de Leonardo da Vinci (izquierda; óleo sobre tabla de álamo, 77 x 53 cm), vista por Sánchez Toda en 1948, buril en mano, en el centro; 15 x 13 cm. A la derecha, prueba de punzón de una de las varias viñetas sociales grabadas por Sánchez Toda en la década de los años cuarenta (Mutualidad de los Cuerpos de Minas)
Se cuenta que la relación
entre Sánchez Toda y Camilo Delhom nunca fue buena del todo,
ni siquiera en los años republicanos, en una situación que sin duda recuerda a
la que mantuvieron en Praga y en esa misma década de los treinta, otros dos
grandes artistas del sello grabado, Karl Seizinger y Bohumil Heinz.
A la izquierda, la esposa del artista, Celia Iveas, en un grabado de Sánchez Toda
de finales de los años cuarenta. En el centro, posible proyecto desestimado de un sello (1950), aunque Sánchez Toda
grabó un gran perfil del dictador que hubiera merecido mejor suerte. Esta
impresión calcográfica, perteneciente a la Colección de Arte del Banco de
la República de Colombia, no se cita en el catálogo Gálvez de Pruebas y
Ensayos de España (1960), aunque sí otra parecida con Franco de frente, y
posiblemente fue regalada por José Luis Sánchez Toda a mitad de los años
cincuenta al grabador colombiano Jaime Pardo Corredor, que entonces visitaba la
FNMT y que trabó una gran amistad con el artista español. Y a la derecha, Nacimiento de Cristo, grabado de Sánchez Toda firmado en 1954
¿Fue realmente así, esta suspicacia desconfiada entre Sánchez Toda y Delhom? De lo que no cabe la menor duda es de la estimación artística que Sánchez Toda profesaba a Delhom, pues en esta segunda etapa en la FNMT la camaradería respetuosa entre ambos no pareció sufrir merma alguna por los tiempos recientes de la guerra.
José Luis Sánchez
Toda y Camilo Delhom realizaron juntos muchos sellos y billetes. Este billete
de principios de los años cincuenta (1951, 1000 pesetas) fue una de sus últimas colaboraciones. Camilo Delhom grabó el retrato de Sorolla y
Sánchez Toda finalizó la viñeta del reverso, un fragmento de Las grupas (1916) casi terminado por aquél (dato de Eusebio Lucía Olmos), a la izquierda sobre estas palabras (óleo sobre lienzo, 351 x 301 cm). Impresión combinada mediante procedimiento litográfico y calcografía
Sánchez
Toda
y Delhom grabaron en la FNMT los
retratos y viñetas de muchos de los nuevos billetes de los años cuarenta y
principios de los cincuenta, algunos tan conseguidos como los de Bayeu (1948, 100 pesetas), Benlliure (1951, 500 pesetas) o Sorolla (1951, 1000 pesetas), y también llegaron a coincidir en una emisión
calcográfica de sellos. Delhom grabó
el sello de Joaquín García-Morato, y Sánchez
Toda el de Carlos Haya.
Aunque terminados y puestos en circulación muy posteriormente, José Luis Sánchez Toda
grabó en los primeros años de la década viñetas para los primeros billetes proyectados por
la remodelada FNMT, y fue especialmente atractivo el motivo escogido en el
anverso de este de 500 pesetas, un fragmento de una de las mejores pinturas de El Greco.
Anverso del billete
español de 500 pesetas con fecha facial de 1940, con un pequeño fragmento de El entierro del
Conde de Orgaz (1587), pintura de El Greco; viñeta diseñada y grabada por José Luis Sánchez Toda, que contó con la
ayuda de su hermano Alfonso (Camilo Delhom incidió la imagen del reverso). Y a la derecha, boceto de un diseño no presentado de José Luis Sánchez Toda para el billete de 100 pesetas del mismo año, e igualmente con una viñeta de El Greco, en este caso un dibujo partiendo de un autorretrato del pintor
En esta década de posguerra de los cuarenta, Sánchez Toda estuvo en la FNMT más
ocupado en los billetes que en los sellos, pero con todo, y aparte del
antevisto de Haya, grabó también el retrato de Quevedo (1945) y uno de los sellos de la emisión cervantina del Día del sello (1947).
España,
1945, Francisco de Quevedo. Sello diseñado y grabado por José Luis Sánchez Toda (calcografía),
partiendo del retrato más popular de Quevedo; a la izquierda, una de las mejores
copias de una pintura perdida que aún se discute si fue obra de Diego Velázquez
(Londres, Wellington Museum). A la derecha, fragmento de un retrato que Sánchez Toda grabó de José de Vivar y Soto (1947), entonces director general del Banco Urquijo
Su hermano Alfonso Sánchez Toda, ya en la FNMT como grabador en los años cuarenta, colaboró en varios billetes de la época con José Luis y se encargó de grabar sellos notables, así los de Nebrija, Goya o Bartolomé de las Casas, todos emitidos en 1946.
Carta enviada por José Luis Sánchez Toda en 1951 a la editorial Miramar con impreso en su interior, en cuyo reverso el artista explica que «como verán por los datos que anteceden, no soy pintor sino grabador. El grabado es un arte de todos muy poco conocido y atendido, la crítica es un verdadero desastre en las pocas veces que de él se ocupa. Toda ella está absorbida por el llamado aguafuerte, cuando este no es más que una rama del grabado cultivada por pintores y dibujantes, sin que puedan llamarse grabadores, porque para ser grabador hay que tener unos conocimientos mucho más profundos del grabado que el que estos aguafortistas tienen de él. No les mando fotografías de mis trabajos porque estos son muy finos, y reproducidos por fotograbado pierden mucho y por tanto desmerecen». A la derecha, un grabado extrafilatélico de Sánchez Toda de mitad de los años cincuenta, En Tucson, Arizona (17 x 10 cm)
A
diferencia de lo que ocurriera con otros grandes personajes de la historia,
como el Cid o los Reyes Católicos, de los escritores y artistas más destacados del
llamado Siglo de Oro español, no se hizo por parte del régimen franquista un
uso propagandístico exclusivo y zafio, como tampoco antes en las emisiones republicanas.
Los
otros dos sellos cervantinos de 1947 no fueron grabados por José Luis Sánchez
Toda, sino por Carlos Velamazán y Germán Martín Orbe.
Así pues, José Luis Sánchez Toda, desde que acabara la guerra civil y durante los treinta años siguientes, grabó en la FNMT más retratos y
viñetas de billetes españoles que nadie, siempre en colaboración
con otros artistas de la casa, dados los muchos vericuetos artísticos y técnicos de los circulantes más importantes del Estado.
España, 1947; IV Centenario del nacimiento de Cervantes y Día del Sello. Don
Quijote y Sancho en el caballo de madera, Clavileño, según un grabado de
Gustave Doré. A la izquierda, proyecto original del sello y que cabe considerar como diseño adoptado, con fecha de 12 de octubre y firmado en la parte central inferior por Manuel Castro Gil (1891-1961), si bien todas las fichas y catálogos (Gálvez) afirman que al final fue grabado a buril por José Luis Sánchez Toda.
Impresión en calcografía
España,
1947; IV
Centenario del nacimiento de Cervantes y Día del Sello.
Don Quijote leyendo en su biblioteca, fragmento de una ilustración de Daniel
Urrabieta Vierge, y retrato de Alonso Quijano, a partir de un dibujo de Ignacio
Zuloaga. Sellos grabados, respectivamente, por Germán Martín Orbe y Eustaquio Carlos Velamazán Pérez; impresión en calcografía. El hermano de José Luis, Alfonso Sánchez
Toda, grabó el mismo retrato de Zuloaga para el billete español de 1 peseta de
principios de los años cincuenta, a la derecha, en tanto que aquél grabó la pequeña viñeta del reverso
Aunque de ordinario se atribuye el
grabado de anverso y reverso de este billete de 1953 (Julio Romero de Torres,
100 pesetas, en circulación en 1955) a sólo José Luis Sánchez Toda, también
participó su hermano Alfonso, que en una entrevista de 1998 estimó que la
confección de esta maravilla fue una de las mejores colaboraciones entre los dos
artistas. Impresión mediante procedimiento litográfico y calcografía
Y muy señaladamente en los primeros lustros de posguerra, la
actividad del artista en los billetes no pudo ser más voraz, aún mayor que en
los sellos.
Por ser la primea emisión de billetes que componía la FNMT
tras la guerra, el esmero fue máximo y muchas las dificultades materiales, y tanto Camilo Delhom, como sobre todo
José Luis Sánchez Toda, fueron muy minuciosos y diligentes en la tarea, tal y
como con el grabado de la pintura de El Greco, o como en este
reverso del escudo de armas de Carlos I.
Entre los varios artistas con que colaboró José
Luis Sánchez Toda en la confección de billetes, destacan primero Delhom y simultánea y gradualmente enseguida, su hermano Alfonso.
Reverso del billete de 1 peseta (1945, Mapa) y anverso del billete de 5 pesetas (1948, Dama de
Elche), cuyas viñetas grabó José Luis Sánchez Toda en la prolífica década de los
años cuarenta. Sánchez Toda grabó asimismo el reverso del billete de la Dama de Elche asistido por su hermano Alfonso, mientras que Camilo Delhom incidió el retrato de Isabel la Católica en el anverso del billete de 1945
A la izquierda, reverso
del billete de 1000 pesetas perteneciente a la emisión de 1940 (circuló entre
1946 y 1971), primera producida por la FNMT del Estado español, cuyo escudo de
Carlos I grabó Sánchez Toda; Camilo Delhom incidió el retrato del anverso,
inspirado en la pintura del emperador a caballo en la Batalla de Mühlberg, obra
de Tiziano (1548). A la derecha, billete español de 1946 (puesto en circulación
en 1948), con el retrato de Juan Luis Vives que grabó Sánchez Toda; su hermano
Alfonso grabó la viñeta del reverso (Clasutro del Colegio del Patriarca, Valencia)
España, 1954, billete de 500 pesetas, en circulación en 1958. Uno de los
mejores billetes de los realizados por José Luis Sánchez Toda junto a su
hermano Alfonso, que grabó el retrato de Ignacio Zuloaga. José Luis grabó la
viñeta del reverso (Vista de Toledo, por Zuloaga)
También y mientras permaneció en la FNMT, Sánchez Toda grabó
estrechamente algunos billetes con José López López-Pavía.
José Luis Sánchez
Toda grabó un magnífico retrato del pintor barcelonés Santiago Rusiñol para
este billete de 1951 (España, 50 pesetas), puesto en circulación en 1956. José
López López-Pavía inició el grabado al aguafuerte y buril de la viñeta del reverso, la obra de Rusiñol Jardines de Aranjuez, que terminó José Luis Sánchez Toda. Impresión mediante procedimiento litográfico (fondos) y calcografía (viñetas y orlas). Imágenes procedentes de worldbanknotescoins.com
José López López-Pavía, nacido en
Madrid en 1925 y alumno de Sánchez Toda, grabó retratos y viñetas de algunos
billetes españoles a principios de la década de los cincuenta. Muy poco
después, en 1955, López-Pavía se fue a Munich tras comprometerse con el instituto Giesecke & Devrient,
donde grabó asimismo varios retratos de billetes alemanes de la época.
España, 1954, 25
pesetas, billete puesto en circulación a finales de 1958. José López López-Pavía
grabó el retrato de Isaac Albéniz y José Luis Sánchez Toda la viñeta del
reverso, el Patio de los leones en la Alhambra
de Granada
Años
cincuenta
Por las emisiones en las que progresivamente Sánchez Toda se fue implicando, es
evidente que el artista retomó con un nuevo ímpetu el grabado y diseño de
sellos españoles en esta década menos fatigosa y lúgubre de los años cincuenta. Y también, y en un trabajo especial para la casa Heraclio Fournier de Vitoria, Sánchez Toda llegó a dibujar algunos diseños para emisiones de Ecuador, de los que al menos uno fue utilizado como timbre escolar (actualidadfilatelica.blogspot.com). Por encargo de esta casa impresora, el artista diseñó además varias viñetas de beneficencia en los primeros lustros de posguerra.
España, 1956; Día del Sello; Arcángel San Gabriel. Sello grabado por José Luis Sánchez Toda; impresión en calcografía. A la
izquierda y precediendo este sello de 1956, detalle de la pintura de la que parte el diseño, La
Anunciación (1426), de Fra Angélico (1395-1455). Y a la derecha, boceto original de Sánchez Toda por encargo de la casa Heraclio Fournier para un sello fiscal-postal de Ecuador emitido en 1954 (Timbre Escolar), después reimpreso por De la Rue en 1957 (pieza perteneciente a colección privada)
Muchas veces, un sello tiene con
posterioridad un correlato artístico imprevisto y grato. Más de treinta años
después de que Sánchez Toda grabara a San
Juan de Dios, Antonio Ciaburro incidió al santo de cuerpo entero según
la pintura inspiradora de ambos sellos, obra de Manuel Gómez-Moreno (1834-1918).
Mención expresa y detallada merecen los sellos de los
Reyes Católicos emitidos en 1951 y 1952. Los retratos utilizados en los sellos fueron obra del artista vallisoletano Juan Antonio Morales (1909-1984), y se usaron asimismo en el billete de 1000 pesetas de finales de los años cincuenta, cuya viñeta de los reyes Católicos en el anverso grabó también José Luis Sánchez Toda (1957).
A la izquierda, fragmento central de la pintura de
Manuel Gómez-Moreno, San Juan de Dios salvando a los enfermos de incendio del
Hospital Real (1880; óleo sobre lienzo), sobre la que España (1950) e Italia (1986) emitieron
sendos sellos, grabados respectivamente por José Luis Sánchez Toda y Antonio
Ciaburro; impresión en calcografía
España, 1951; V Centenario
del nacimiento de Isabel la Católica y Día del Sello, uno de los 5 valores de correo aéreo.
Sello grabado por José Luis Sánchez Toda, a partir de la pintura de Francisco
Pradilla, a la izquierda sobre estas líneas (La rendición de Granada), y del retrato de Isabel
obra de Juan Antonio Morales. Impresión en calcografía
Como fondo de ambos retratos, Sánchez Toda interpretó sigilosa y espléndidamente sendas pinturas de Francisco
Pradilla (La rendición de Granada) y
Luigi Gregori (Colón presentando a los nativos ante los Reyes
Católicos).
España, 1952; V Centenario
del nacimiento de Fernando el Católico y Día del Sello, uno de los 5 valores de correo aéreo.
Sello grabado por José Luis Sánchez Toda, inspirándose en la pintura de Luigi Gregori (Colón ante los Reyes Católicos) y en el retrato de Fernando
obra de Juan Antonio Morales; calcografía. A la derecha sobre estas palabras, el anverso del billete de 1000 pesetas cuya viñeta grabó José Luis Sánchez Toda en talla dulce a partir de los retratos de Morales; su hermano Alfonso grabó el reverso de este billete de 1957
Las grandes series del II Centenario
En los últimos años de esta década de los cincuenta, Sánchez Toda anduvo ocupado principalmente
en el diseño y grabado de una de las series más famosas de la filatelia
española, la de la tauromaquia.
España, 1960; Tauromaquia.
Toro de lidia, Toros en el campo y Encierro. Sellos diseñados y grabados por
José Luis Sánchez Toda. Calcografía
En la serie participaron tres artistas grabadores, aunque algunos más como Antonio Manso (1934-1993) o Daniel Carande Boto (1911-1993) pudieron colaborar en algún sello: los
hermanos Sánchez Toda y Germán Martín Orbe. Cada grabador
diseñó los sellos que incidió, excepto el sello de 30 céntimos (Salida del
toril), que fue diseñado por el prestigioso artista jerezano Teodoro Miciano (1903-1974) y que grabó
Martín Orbe.
España, 1960; Tauromaquia.
Corridas de toros. Sellos diseñados y grabados por José Luis Sánchez Toda. Impresión en calcografía
La serie, impresa en calcografía y emitida en 1960, constó de un total de 16
sellos, de los que José Luis Sánchez Toda
grabó nueve, siendo los restantes incididos por su hermano Alfonso y por Martín Orbe,
que sólo labró el referido de la salida del toril.
España, 1960; Tauromaquia.
Corridas de toros y torero antiguo. Sellos diseñados y grabados por José Luis
Sánchez Toda. Impresión en calcografía
Esta serie de la tauromaquia fue la primera gran serie
calcográfica en el tiempo del II Centenario del sello español, y enseguida vendrían
otras de similar fragor estético y de parecido calado artístico. En muchas de
las series participó José Luis Sánchez
Toda, que entonces estaba en plena madurez, recién cumplidos los sesenta
años, y que era en la práctica el jefe artístico de la sección de grabado de la
FNMT.
España,
1961; III Centenario de Velázquez de la muerte de Velázquez (1599-1660). Fragmento
de Las hilanderas; a la izquierda, la obra completa de Velázquez, óleo sobre
lienzo, 220 x 289 cm. Sello diseñado y grabado por José Luis Sánchez Toda. Impresión en calcografía
Y a propósito del maravilloso sello anterior de Sánchez Toda, se impone hacer una digresión rápida y feliz. Es conveniente mostrar otra gran versión filatélica
de Las hilanderas, perteneciente a la
hojita benéfica de 1939, sin expender por la República y emitida meses después por el Estado nacional con cambios en los faciales, y de la
que se desconoce quién o quiénes grabaron los sellos. El grabado situado al lado
de este sello de 1939, obra de Francisco
Muntaner y Moner (1743-1805), es un pequeño y seguro regalo para los
sentidos.
España, 1939; Huérfanos
de Correos; sello de beneficencia. Uno de los 5 sellos benéficos cuyos grabados fueron realizados en la FNMT republicana el año anterior, al tiempo que se emitía la misma serie con las imágenes fotograbadas (1938); Las hilanderas, de Diego Velázquez; calcografía. A la derecha, grabado de Las
hilanderas de finales del siglo XVIII (1796), obra de Francisco Muntaner y
Moner, sobre dibujo previo de Agustín Esteve y Marqués; aguafuerte y buril sobre cobre, 56 x 47 cm
Y cabe reseñar asimismo, que también un artista histórico del
sello español, Bartolomé Maura (1844-1926),
grabó al aguafuerte una magnífica versión de esta obra de Velázquez.
A la izquierda, Las hilanderas grabada por Bartolomé Maura en 187o; aguafuerte y
buril, 44.1 × 44.7 cm. Y a la derecha, grabado privado de José Luis Sánchez Toda titulado Camino de Belén
En los otros tres sellos de esta emisión de Velázquez, se
recrean un perfil del pintor, inspirado su diseño en el monumento de Aniceto
Marinas que está en las afueras del Museo del Prado, y dos obras más del
artista. Referente al grabado de la pintura de la Infanta Margarita, que hoy se
atribuye a Juan Bautista Martínez del Mazo, parece clara la autoría de
Antonio Manso, mientras que el retrato de Velázquez fue incidido por Daniel Carande
Boto (FNMT, 1994, Grabadores.
Documentos de garantía y seguridad; y Los grabadores de la FNMT -RCM, de J. A. Rodado Tortolá).
El sello del Conde-Duque de Olivares, a tenor del estilo armonioso
y moderado, y pese a las conjeturas equívocas sobre la autoría, muy probablemente fue grabado también por José Luis, si bien es posible
asimismo la colaboración de su hermano Alfonso Sánchez Toda.
Por los datos que ofrece Juan A. Rodado Tortolá en su estudio sobre los grabadores de la FNMT (Afinet, 2019), en el mismo año de 1961 Sánchez Toda grabó junto a su hermano Alfonso los tres sellos calcográficos de la serie de la capitalidad
de Madrid, completada con otros tantos sellos impresos en huecograbado.
España, 1961; III Centenario de Velázquez de la muerte de Velázquez
(1599-1660). Infanta Margarita de Austria, a partir de una pintura de 1665 atribuida durante mucho tiempo a
Velázquez y que hoy se considera que realizó su discípulo y yerno Juan Bautista Martínez del Mazo (óleo sobre lienzo, 212 x 147 cm); y perfil del artista, tomando como base
la escultura de Aniceto Marinas delante del Museo del Prado. Sellos grabados por Antonio Manso y Daniel
Carande Boto. Impresión en calcografía
España,
1961; III Centenario de Velázquez de la muerte de Velázquez (1599-1660). Primer
plano del Conde-Duque de Olivares; a la izquierda, la pintura de Diego Velázquez,
óleo sobre lienzo, 313 x 242,5 cm (1636). Sello diseñado y grabado por José Luis
Sánchez Toda, con la posible participación de su hermano Alfonso. Impresión en calcografía
Para el sello de Felipe II, grabado por José Luis con un delineado sobrio de los rasgos, el diseño del retrato se inspiró en una pintura de la
artista italiana Sofonisba Anguissola (1530-1626).
La emisión del Cid, excepto el sello de la estatua de Huntington, fue grabada entera por José Luis Sánchez
Toda, tras los diseños propio y de los hermanos Algora. La serie constó de 4 sellos calcográficos, todos delicados y primorosos.
España, 1962; Rodrigo
Díaz de Vivar, El Cid. Cofre, el héroe a caballo y perfil del Cid, estos últimos
a partir de las estatuas ecuestres de Ana Huntington y Juan Cristóbal González
Quesada, respectivamente. Sellos diseñados por Vicente Sánchez Algora (1 Pta) y Manuel Sánchez Algora (2 y 3 Ptas), grabados por José Luis Sánchez Toda, los de 3 y 1 peseta, y por Pablo Sampedro Molero, el de 2 pesetas.
Impresión en calcografía
Tal vez el sello más espectacular sea el del Juramento en Santa Gadea, en el que Sánchez Toda grabó un fragmento de la obra de Marcos Hiráldez Acosta (1864).
España, 1962; Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid. Juramento en Santa Gadea, a partir de la obra de Marcos Hiráldez Acosta (1864), a la izquierda; Palacio del Senado español, óleo sobre lienzo, 450 x 260 cm. Sello diseñado y grabado por José Luis Sánchez Toda. Impresión en calcografía
Formada por 5 sellos, de los que sólo uno no fue grabado y se
imprimió en huecograbado (escudo de la Orden), Rodado Tortolá asigna a los hermanos Sánchez Toda la autoría
compartida de esta serie que en 1963
honró a Nuestra Señora de la Merced.
Es muy lamentable la terca y absurda obligación, impuesta en
los primeros años del Estado franquista, de no permitir a los artistas que
hacen los sellos dejar su modesta rúbrica en la obra realizada. Ahora, por mor
de esa imposición estúpida y dañina, no se puede saber con seguridad cierta
quién grabó el mejor sello de esta serie, el de San Pedro Nolasco, impregnado de candidez y de una belleza recogida y
queda. ¡Fabuloso sello en todo caso, viendo la fuente del diseño y lo grabase José Luis o Alfonso, tanto da!
España, 1963; LXXV
aniversario de la coronación de Nuestra Señora de la Merced. Retrato de San
Pedro Nolasco; diseño inspirado en un fragmento de la pintura que hacia 1605
terminó Francisco Pacheco (1564-1644), a la izquierda (San Pedro Nolasco
embarca para redimir cautivos). Sello grabado por los hermanos Sánchez Toda, José Luis y Alfonso. Impresión en calcografía
La serie de los Misterios del Santo Rosario, formada por 15
sellos calcográficos y emitida en 1962, es otra de las varias series largas de los años
sesenta en la filatelia española, tan atractiva como la del toreo o la
posterior de la marina.
España, 1962; Exaltación a los Misterios
del Santísimo Rosario; La Encarnación y La Visitación (Misterios de Gozo). Anunciación, de Bartolomé Esteban Murillo; y Visitación, de Juan Correa, detalle; precediendo a este último sello, fragmento de la pintura original. Sellos grabados por Pedro Pascual Escribano y Daniel Carande Boto (stampengravers.blogspot.com). Impresión en calcografía
En los sellos grabados en los que hay grupo y no sólo un único
personaje o parejas, pareciera que el mínimo espacio concedido se dilata, y esto al
margen de la lógica perspectiva más amplia y de la naturaleza misma de la recreación impuesta.
España, 1962; Exaltación a los Misterios
del Santísimo Rosario; La Ascensión (Misterio de Gloria). La Ascensión del Señor (1769), de Francisco Bayeu y Subías; óleo sobre
lienzo, 63 x 62 cm. Sello grabado por Antonio Manso (stampengravers.blogspot.com). Impresión en calcografía
Como en la serie de los toros, o en la de barcos
de 1964, está acreditada la participación muy activa de José Luis Sánchez Toda en estos sellos de los Misterios.
España, 1962; Exaltación a los Misterios
del Santísimo Rosario; El Nacimiento (Misterio de Gozo). Nacimiento de Jesús, fragmento de Adoración de los pastores, obra de Bartolomé Esteban Murillo;
hacia 1650, óleo sobre lienzo, 187 x 228
cm. Sello grabado por José Luis Sánchez Toda. Impresión en calcografía
Porque se aprecie con mayor claridad la gran categoría
artística del sello anterior, sólo hay que ver el grabado en cobre, con mucho
más espacio disponible, que François Hubert (1744-1809) realizó a finales del
siglo XVIII sobre la misma pintura de Murillo, así como la aguatinta litográfica
posterior de Pierre Jacques Feillet (1794–1856).
Incluso cabe considerar que hay más sigilo y recogimiento en el sello, y no sólo por la natural reducción del espacio, que en cualquiera de las otras obras, incluida la pintura original de Murillo. El laconismo borgiano, inherente al espacio del sello, propicia a veces una vehemencia artística tan inopinada como emocionante.
Incluso cabe considerar que hay más sigilo y recogimiento en el sello, y no sólo por la natural reducción del espacio, que en cualquiera de las otras obras, incluida la pintura original de Murillo. El laconismo borgiano, inherente al espacio del sello, propicia a veces una vehemencia artística tan inopinada como emocionante.
La Adoración de los
pastores grabada al aguafuerte y buril por François Hubert (56.5 x 53 cm), sobre
el año 1800, partiendo de un dibujo de León Bueno sobre la obra original de
Bartolomé Esteban Murillo. A la derecha, aguatinta litográfica de Pierre Jacques Feillet sobre la misma pintura de
Murillo, hacia 1837, 62.5 x 48 cm
A falta de pruebas firmadas por los autores, la referencia primera en el tiempo para determinar qué grabadores participaron en esta serie de 1962, es el libro
publicado por la FNMT en 1994 y titulado Grabadores.
Documentos de garantía y seguridad.
España, 1962; Exaltación a los Misterios
del Santísimo Rosario; Presentación del Niño al Templo (Misterio de Gozo) y La
venida del Espíritu Santo (Misterio de Gloria). La Purificación de la Virgen en el templo, de Pedro de Campaña; y Pentecostés, sobre un fragmento de la pintura de El Greco (1600; óleo sobre lienzo, 275 x 127 cm). Sellos grabados por José Luis Sánchez Toda y Alfonso Sánchez Toda, respectivamente. Impresión en calcografía
Teniendo en cuenta los datos que se ofrecen en esa monografía
de 1994, casi toda la plantilla de grabadores que entonces tenía la FNMT, noveles y maestros, se implicaron en dar lustre a los 15 sellos que conforman la serie.
España, 1962; Exaltación a los Misterios
del Santísimo Rosario; El Niño perdido y hallado en el Templo (Misterio de
Gozo). Jesús
con los doctores, de Diego de la Cruz o su círculo; a la izquierda, óleo obre
panel, 102 x 76, último cuarto del siglo XV. Sello grabado por Daniel Carande Boto (stampengravers.blogspot.com); impresión en calcografía. A la derecha, fotografía de José Luis Sánchez Toda en una exposición de la prensa, junto al ministro Arias-Salgado, al lado, y al artista Dimitri Papagueorguiu, de espaldas (imagen procedente de Vida y obra de Dimitri Papagueorguiu en las Artes de la Estampa, tesis doctoral de Aris Alfonso Papagueorguiu García, 2003)
Es muy emotiva y entrañable esta serie de los misterios, y la voluptuosidad
reverente que tienen muchas de las pinturas, rociada en los
sellos respectivos y así sólo sea dentro de los límites difusos de la filatelia,
trasciende el ámbito bienaventurado de la fe.
España,
1962; Exaltación a los Misterios
del Santísimo Rosario; Oración en el Huerto y La Flagelación (Misterios de
Dolor). Fragmento de Oración en el
huerto, de Giaquinto, a la izquierda (1754, óleo sobre lienzo, 147 x 109 cm);
y Flagelación, de Alonso Cano. Sellos grabados por Daniel Carande Boto y Alfonso Sánchez Toda (stampengravers.blogspot.com). Impresión en calcografía
Rodado Tortolá, en su estudio Los grabadores de la FNMT-RCM (Afinet,
2019), añade a Pablo Sampedro Molero a los varios citados en el libro reseñado
de 1994, José Luis y Alfonso Sánchez Toda, Martín Orbe, Antonio Manso y Daniel
Carande Boto.
España, 1962; Exaltación a los Misterios
del Santísimo Rosario; Coronación de Espinas (Misterio de Dolor). Coronación de espinas, detalle de una pintura de
Giovanni Domenico Tiepolo, a la izquierda sobre estas palabras; sobre el año 1772, óleo sobre
lienzo, 124 x 144 cm. Sello grabado por José Luis Sánchez Toda. Impresión en calcografía
Pablo Sampedro Molero había entrado como aprendiz en la FNMT a
principios de los años cincuenta, y en los comienzos de esta década de los
sesenta, empezaba a grabar sus primeros sellos.
España, 1962; Exaltación a los Misterios
del Santísimo Rosario; La Cruz a cuestas (Misterio de Dolor). Cristo abrazado a la cruz (1602), de El Greco; óleo sobre lienzo, 108 x 78 cm. Sello grabado por Germán Martín Orbe (stampengravers.blogspot.com). Impresión en calcografía
Cuando se emitió la serie en 1962, se daba por seguro que la
pintura La Asunción de la Virgen era obra de Mateo Cerezo, pero en los últimos años el Museo del Prado
ha determinado que su autor es Juan Martín Cabezalero (1634-1673).
Apuntar también, respecto a la autoría de los sellos, que Adrian Keppel, en la base de datos de su blog (stampengravers.blogspot.com),
incluye asimismo a Pedro Pascual Escribano como participante en algunos de los
grabados de esta serie del Rosario, precisando además muchas viñetas concretas. Cruzando unos y otros datos de las tres fuentes citadas, con los indicios que hay ahora mismo y ciertamente corriendo algunos riesgos, se señala debajo de cada sello el nombre del grabador.
España, 1962; Exaltación a los Misterios
del Santísimo Rosario; La Crucifixión (Misterio de Dolor) y La Resurrección
(Misterio de Gloria). Crucifixión y Resurrección, ambos a partir de
pinturas de Bartolomé Esteban Murillo. En el centro sobre estas líneas, Resurrección del Señor, de Murillo, pintura recreada a buril en el sello anexo de 10 pesetas; óleo sobre lienzo, 243 x 164 cm. Sellos grabados por Antonio Manso (FNMT, 1994, Grabadores. Documentos de garantía y seguridad). Impresión en calcografía
Por último, en cuanto a esta serie y según la base de datos de stampengravers.blogspot.com, un entonces joven pero alado Antonio Manso grabó igualmente este impecable sello sobre una pintura exigente de El Greco.
España, 1962; Exaltación a los Misterios
del Santísimo Rosario; La Coronación de Nuestra Señora (Misterio de Gloria). La Coronación de la Virgen a partir de otra
pintura de El Greco, a la izquierda; hacia 1592, óleo sobre lienzo, 101 x 99 cm. Sello grabado por Antonio Manso (stampengravers.blogspot.com). Impresión en calcografía
De las series emitidas regularmente en años sucesivos o
alternos, la de personajes iniciada en 1963
es de las más logradas del período, quizá sólo comparable a la serie turística
que se comenzó al año siguiente. José
Luis Sánchez Toda grabó dos de los cuatro primeros retratos de 1963.
España, 1963 y 1967; Personajes españoles. Recaredo I (1963); Maimónides y José de Acosta (1967). Sellos grabados por José Luis Sánchez
Toda. Impresión en calcografía
España,
1963; Francisco Jiménez
de Cisneros. Sello grabado por José Luis Sánchez Toda; calcografía. A la
izquierda, alabastro policromado de
Felipe Bigarny (1475-1542), de unas medidas 33 x 25,5 cm y fechando entre 1515
y 1518, fuente primera del diseño de este sello del Cardenal; imagen procedente
de es.wikipedia.org. Y a la derecha, retrato de Franco realizado por José Luis Sánchez Toda al aguafuerte y buril
Otros sellos
grabados por José Luis Sánchez Toda en los años sesenta: España, 1963 y 1965, Europa
CEPT, Nuestra Señora de Europa y San Benito, patrono de Europa. Sellos grabados
por José Luis Sánchez Toda, el primero a partir de una pintura del artista
Joaquín de Angulo y emitidos en 2 valores cada uno; impresión en calcografía. A la derecha,
sello de 1964 emitido en 3 valores que celebró el Día Mundial del Sello, grabado por José Luis Sánchez Toda; impresión en calcografía
Tanto en las series expuestas de los toros y del Rosario, como
en esta de la Marina española, es posible, por qué no, que en algunos de los
grabados llegaran a participar más de un artista, situación al cabo nada
extraordinaria en series largas y en las que los grabadores implicados trabajan
juntos a diario y no en sus estudios privados.
La serie de homenaje a la marina española de 1964 es semejante
a la del Rosario en cuanto a relevancia artística y también en su extensión,
pues constó de un total de 14 sellos.
Respecto a esta serie, las tres fuentes aludidas anteriormente
coinciden en señalar a los mismos cuatro artistas como los grabadores de las
viñetas: José Luis
Sánchez Toda, Daniel Carande Boto, Germán Martín Orbe y Pablo Sampedro Molero.
No obstante, y también
como en la emisión del Rosario, en su blog Adrian Keppel apunta como coautores
a Pedro Pascual Escribano e incluso a los hermanos Carlos y Eduardo Velamazán.
Adrian Keppel
también concreta en su blog algunos de los grabados, asignando casi todos los sellos. Así,
Carlos Velamazán grabó los sellos de 50 céntimos y 3 pesetas; Eduardo Velamazán
los sellos de 2.50 y 10 pts; Pedro Pascual Escribano los de 25 cts, 2 y 5 pts;
Martín Orbe los de 15 y 40 cts; Carande Boto los de 70 cts y 1.50 pts; y Sampedro
Molero los de 80 cts y 5 pts, este último quizá conjuntamente con Escribano.
En la base de
datos del blog de Adrian, así como en el libro de 1994 y en el estudio reciente
de Rodado Tortolá (2019), se nombra a José Luis Sánchez Toda como autor de
algunos grabados de esta serie, pero no se señala cuáles pudieron ser, aunque
por eliminación, cabría entender que grabó las viñetas del navío Santísima
Trinidad y del crucero Baleares para los sellos de 1 y 6 pesetas.
Una de las últimas
y más populares colaboraciones de los hermanos Sánchez Toda, fue en el gran billete
de 100 pesetas de Gustavo Adolfo Bécquer (1965), puesto en circulación en 1970. Años después, José Luis grabó expresamente 6 ilustraciones de Carlos Sáenz de Tejada para una edición especial de las Rimas de Bécquer, publicada en 1977 con una tirada limitada por Ediciones De La Mota, cuando ya el grabador había muerto.
Al
igual que sucede en la mayoría de series de los años sesenta, en esta del
turismo es raro que no participaran en cada emisión diferentes grabadores de la FNMT, incluso
a veces en un mismo sello, y las atribuciones están siempre pendientes de una
posible rectificación.
En esta larga serie turística, quizá el mayor empeño artístico
mantenido en el tiempo de la filatelia española, José Luis Sánchez Toda, en todo caso y como no podía ser menos, también dejó testimonios
cordiales y efusivos.
España, 1964; Homenaje a la Marina Española. Nave medieval, Carraca y Nao Santa María. Sellos grabados por Germán Martín Orbe, los de 15 y 40 céntimos,
y Pedro Pascual Escribano (fuente, stampengravers.blogspot.com). Impresión en calcografía
España, 1964; Homenaje a la Marina Española.
Galera y Galeón. Sellos grabados por Carlos Velamazán y Daniel Carande Boto (fuente, stampengravers.blogspot.com). Impresión en calcografía
España, 1964; Homenaje a la Marina Española. Jabeque y navío Santísima
Trinidad. Sellos grabados por Pablo Sampedro Molero (fuente, stampengravers.blogspot.com) y José Luis Sánchez Toda. Impresión en calcografía
España, 1964; Homenaje a la Marina Española. Corbeta Atrevida y barco de
vapor Isabel II. Sellos grabados por Daniel Carande Boto y Pedro Pascual
Escribano (fuente, stampengravers.blogspot.com), respectivamente. Impresión en calcografía
España, 1964; Homenaje a la Marina Española.
Fragata Numancia, destructor y submarino de Isaac Peral. Sellos grabados por
Eduardo Velamazán, Carlos Velamazán y la viñeta del sello de 5 pesetas,
probable coautoría de Pablo Sampedro Molero y Pedro Pascual Escribano (fuente, stampengravers.blogspot.com). Impresión en calcografía
España, 1964; Homenaje a la Marina Española.
Crucero Baleares y buque escuela Juan Sebastián Elcano. Sellos grabados por
José Luis Sánchez Toda y Eduardo Velamazán (fuente, stampengravers.blogspot.com). Impresión en calcografía
Billete español de 100 pesetas de Bécquer (1965).
Alfonso Sánchez Toda grabó la viñeta y el retrato del anverso (firma en parte inferior, sobre la E de peseta), y José Luis las
viñetas del reverso. Impresión mediante procedimiento litográfico y calcografía. El diseño de este billete fue obra de Teodoro Miciano Becerra
España, 1966; Serie Turística. Fachada de la Universidad de Alcalá de Henares, y la Seo antigua, en
Lleida. Sellos grabados por
los hermanos Sánchez Toda, José Luis y Alfonso. Impresión en calcografía
España, 1968; Serie
Turística. Palacio de Jabalquinto
(Baeza, Jaén) y Vista de Salamanca. Sellos grabados por José Luis Sánchez Toda.
Impresión en calcografía
Emitida en 1968, la
serie de personajes homenajeó ese año a cuatro mujeres relevantes en la historia, y José
Luis Sánchez Toda grabó un soberbio sello de María Pacheco.
España, 1971; Retrato de Juan de Austria (IV Centenario de la batalla de Lepanto, 3 sellos en total) y uno de los 21 sellos de la serie del Año Compostelano, Iglesia del Crucifijo en Puente La Reina. Últimos sellos grabados por José Luis Sánchez Toda que fueron emitidos; impresión en calcografía. A la izquierda, fragmento central del retrato de Juan de Austria atribuido a Juan Pantoja de la Cruz (1553-1608) y que es la base sobre la que se compuso el diseño de este sello de autoría equívoca, pues otras informaciones apuntan a Antonio Manso como grabador
Aceptada la asignación de los grabados postreros de 1971, no
fue entonces el último que grabó Sánchez
Toda, pero acaso el sello del Doncel
de Sigüenza (1968) es el epílogo ideal y justo de una obra filatélica
imponente.
José Luis Sánchez Toda falleció el 3 de abril de
1975. A la izquierda, esquela publicada en el diario ABC al día siguiente del
fallecimiento, con un epitafio que no pudo ser más directo y certero, Artista grabador. A la derecha, el sello que España dedicó al
artista en 1998, grabado por Alfredo de Oro Sanz; impresión mixta en calcografía
y offset
Ortega, como Unamuno después, sintió una atracción
irresistible por esta gran escultura desbordante de intimidad y misterio del Doncel de Sigüenza, por
más que los investigadores aseguren haber resuelto todos los sentidos y preguntas.
Así, decía Ortega que dentro de la
iglesia, en un rincón de la nave occidental, hay una capilla y en ella una
estatua de las más bellas de España. Me refiero al enterramiento de don Martín
Vázquez de Arce. Es un guerrero joven, lampiño, tendido a la larga sobre uno de
sus costados. El cuerpo se incorpora un poco apoyando un codo en un haz de leña;
en las manos tiene un libro abierto; a los pies un león y un paje; en los
labios una sonrisa volátil. Nadie sabe quién es el autor de la escultura. Por
un destino muy significativo, casi todo lo grande es anónimo…
España, 1968; Serie Turística. Martín Vázquez de Arce, el Doncel de Sigüenza; sepulcro en la capilla de San
Juan y Santa Catalina en la Catedral de Sigüenza (Guadalajara). Sello grabado por José Luis Sánchez Toda. Impresión en calcografía
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Nota. 17 de agosto
de 2019. Actualizamos esta entrada, publicada originariamente el 21 de octubre
de 2018, con imágenes mejores y nuevos textos, así como asignamos, así sea
provisionalmente, algunos sellos españoles de los años sesenta, teniendo en
cuenta, tanto el reciente estudio de Juan A. Rodado Tortolá, publicado por
Afinet en 2019, como las atribuciones que se consignan en la base de datos del
blog stampengravers.blogspot.com
Nota. 3 de noviembre de 2019. Son tantas las imágenes novedosas,
especialmente en la maravillosa serie de los Misterios del Rosario (1962), así
como, si bien en menor medida, varios y aunque pequeños los textos agregados, que hemos de traer otra vez a la portada esta entrada de José Luis Sánchez Toda, en permanente ampliación y
revisión, como todos los artículos del blog.
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