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martes, 27 de noviembre de 2018

Jan Sluijters y Hendrik Seegers

Rembrandt 
en tres centímetros


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Las autoridades postales de los Países Bajos proyectaron para 1929 una serie sobrecargada a beneficio de la Vereeniging Rembrandt, una asociación creada en 1883 con el objetivo inicial de devolver a su patria algunos dibujos del maestro de Leiden que iban a ser subastados entonces en París.

La compañía Joh. Enschedé, que desde 1866 confeccionaba e imprimía los sellos neerlandeses, recibió el encargo y se puso de inmediato manos a la obra. Contactó con un artista de prestigio consolidado, Jan Sluijters (1881-1957), que ya había participado en el diseño de alguna emisión (1928), y le ofreció la concepción de este sello que habría de emitirse mediante calcografía y en tres valores.

No hay imagen alguna de las pruebas y bocetos que ensayaría Sluijters, pero a tenor del resultado final serían muchos. Y es que este artista, adscrito en las fichas hoy al uso en el expresionismo y muy influenciado por Van Gogh y Toulouse-Lautrec, concentró y depuró a Rembrandt de un modo diáfano y genial para los escasos centímetros previstos del espacio filatélico. Y Sluijters lo hace con la mayor de las ambiciones, consiguiendo fundir en un ingenioso y sencillo diseño uno de los óleos más famosos y logrados de Rembrandt, Los síndicos del gremio de pañeros (166), con uno de los autorretratos más atractivos del maestro, Autorretrato como San Pablo (1661).


Las dos obras de Rembrandt que Sluijters combinó en su extraordinario diseño, Autorretrato como San Pablo (año 1661, óleo sobre lienzo, 97 x 77 cm) y Los síndicos del gremio de pañeros (1662, óleo sobre lienzo, 279 x 191.5 cm)


Aprobado el escueto y sugestivo diseño de Sluijters, Enschedé puso el proyecto en las manos y los buriles de quien entonces era ya uno de los mejores grabadores del mundo, el francés Henry Cheffer. Todo estaba en orden y no había nada que temer. Cheffer, que entonces andaba afanado en conseguir de una vez para su país natal los medios técnicos adecuados para producir sellos grabados de gran calidad, lo dejó todo durante unas semanas y se concentró en el proyecto de Enschedé, con quien ya había hecho algunos trabajos. 


Diseño de 1929 del artista Jan Sluijters para el sello de Rembrandt emitido por Países Bajos en 1930; dimensiones, 19.8 x 24.2 cm


Pero al parecer, y según cuenta lo que hoy es ya casi una leyenda (*), Cheffer, tan personal y genial como insurgente y tozudo, se implicó tanto en el grabado que acabó por tomarse demasiadas confianzas con el diseño de Sluijters. La obra de Cheffer no acabó de convencer a las autoridades postales de los Países Bajos, y entonces Enschedé, ya sin tiempo prácticamente, entregó el proyecto de Sluijters a un grabador seguro y veterano de la propia Casa, Hendrik Seegers (1878-1956).


Países Bajos, 1930, Rembrandt. Diseño de Jan Sluijters y grabado de Hendrik Seegers. Uno de los tres valores de la emisión. Calcografía


Seegers, inferimos que fiel y dócilmente, incrusta y endurece en el acero la inspiración sumaria y perspicaz de Sluijters, que sería finalmente emitida en tres sellos unos meses más tarde de lo previsto, a mitad de febrero de 1930. La sobrecarga a favor de la Vereeniging Rembrandt, que no se explicita en ninguno de los valores, fue de 5 céntimos de florín por cada sello.


Países Bajos, 1930, Rembrandt. Diseño de Jan Sluijters y grabado de Hendrik Seegers. Los otros dos valores de la emisión. Calcografía


Ahora y ya para siempre, lo que tenemos es una concreción filatélica de Rembrandt tan sucinta y bella como esencial y persuasiva. Una muestra exquisita de verdadero arte plenamente filatélico. Perceptible, tajante, sugestivo. Rembrandt en tres centímetros.

(*) Algunos datos de la producción accidentada de esta gran emisión de 1930, proceden de un artículo de Linn's Stamp News publicado en enero de 2015


El artista Jan Sluijters, diseñador del sello de Rembrandt de 1930


Oportuno y genial Hendrik Seegers

Pese a no tener quizá la fama de Sem Hartz o incluso de Johannes J. Warnaar (1866-1959), lo cierto es que Hendrik Seegers (1878-1956) acabó participando en algunas de las emisiones más emblemáticas de la filatelia neerlandesa de los años treinta, empezando con la admirada de Rembrandt (1930). 

Sólo cuatro años después de esa emisión de Rembrandt, a Seegers le cayó en suerte este extraordinario sello dedicado a la reina madre Emma de Waldeck-Pyrmont (1858-1934), que acababa entonces de fallecer. Y es curioso, porque aunque de este sello no disponemos de información contrastada que nos sugiera ninguna peripecia extraña en su confección, como aconteció con el de Rembrandt, lo cierto es que los bocetos y diseños que el tiempo ha salvado muy bien pudieran insinuar otra cosa.


Fotografía de Franz Ziegler de la reina madre Emma, que falleció el 20 de marzo de 1934, precediendo el dibujo a pluma y el diseño del propio fotógrafo


Viene a cuento esta suspicacia porque el diseñador oficial de la emisión fue Willem Jacob Rozendaal, y sin embargo los ensayos y bocetos que se han conservado están todos firmados, sorprendentemente, por el fotógrafo autor de la imagen elegida de la reina anciana. Y es que no parece sino que Franz Ziegler se emocionó con la idea de que su gran fotografía acabase en un sello postal, y participó activa y febrilmente en todos los tramos que pudo del proceso creativo, de hecho hasta la mismísima barrera infranqueable de los buriles.

Del grabado de Hendrik Seegers podemos tranquila y raudamente avanzar este juicio inapelable: una deliciosa obra maestra. ¡Exquisito!


Diseño definitivo de grabado de Hendrik Seegers (28 x 21 cm), y a la derecha, el sello finalmente emitido por los Países Bajos en 1934 (calcografía), con sobretasa de 2c a favor de la lucha antituberculosis


Con más espacio e idéntica exigencia, Seegers volvió a grabar a la reina madre Emma para el anverso del billete neerlandés de 20 florines (1939-41). La fotografía de origen es otra vez de Franz Ziegler, y el grabado de Seegers cristaliza en un retrato intenso y magistral.


Billete neerlandés de 20 florines (1939-41). Hendrik Seegers grabó el retrato de Emma de Waldeck-Pyrmont, haciendo uso de la fotografía anexa de Franz Ziegler


En el mismo año de 1934 y unos meses antes del sello de Emma, Seegers grabó asimismo un excelente perfil de la entonces Princesa Juliana, previo diseño de Pieter van Baarsel a partir de una fotografía de igualmente Franz Ziegler.


Princesa Juliana, Países Bajos, 1934. A la izquierda, diseño a tinta casi definitivo (29.3 x 19.3 cm) de Pieter van Baarsel, a partir de una fotografía de F. Ziegler; en el centro, diseño final de grabado (27.6 x 18.8 cm); y a la derecha, el sello emitido en calcografía y grabado por H. Seegers, con sobrecarga de 5c a favor del Comité Antidepresión


La primera revelación de Seegers en la filatelia metropolitana de los Países Bajos fue diez años antes, concretamente en 1925 y sobre los sellos calcográficos de la emisión básica de la reina Guillermina (1924). El diseño del sello, impreso en diversos valores en huecograbado, litografía y calcografía por Enschedé entre 1924 y 1939,  fue obra de Jan Pieter Veth partiendo de una maqueta de 1906 para la Indias Orientales Neerlandesas en la que tomó como base una fotografía de Jac. Heijëler.


Países Bajos, 1925, Reina Guillermina. Uno de los valores calcográficos de la emisión, obra de Hendrik Seegers sobre un diseño de Jan Pieter Veth, que se inspiró en una maqueta anterior (izquierda, 1906, Indias Orientales Neerlandesas) a partir de una fotografía de Jac. Heijëler. En el centro, una de las adaptaciones de Veth para los primeros sellos emitidos a finales de 1924


Otro sello relevante de los Países Bajos en la década de los años veinte, el Mercurio de 1929, también fue grabado por Hendrik Seegers. La emisión de correo aéreo constó de tres valores calcográficos, y Seegers incidió con solvencia y determinación el espléndido diseño de Jac Jongert.


Países Bajos, 1929, Mercurio, Correo Aéreo. Diseño de Jac Jongert, a la izquierda sobre estas palabras (18 x 17 cm), y grabado de Hendrik Seegers. Calcografía; 3 valores emitidos, de los que mostramos uno de ellos a la derecha


Hendrik Seegers desarrolló toda su trayectoria artística en Enschedé, desde que entró como un joven aprendiz en 1892 y hasta casi el momento de su muerte en 1956. Doce años antes se había jubilado formalmente, pero el grabador continuó ligado a Enschedé, casa en la que fue siempre un artista considerado y de una eficacia serena y lúcida.


Otros dos sellos neerlandeses de los años treinta que grabó Hendrik Seegers. Guillermo de Orange-Nassau y Franz Cornelius Donders (1935), este último diseñado por Willem Adriaan van Konijnenburg y del que añadimos el diseño de grabado del propio Seegers, sobre estas líneas (27x19 cm). Sellos ambos impresos en calcografía y sobretasado el de Donders (4c) a favor de causas sociales

Anexo. Un billete de Rembrandt

La iconografía filatélica de Rembrandt es amplia y variada, y en este mismo blog hemos ya expuesto algunos sellos primorosos, y así y muy principalmente, los de Sem HartzRudolf Toth y Marina Richterová. Algunos sellos no menos sobresalientes serán mostrados en entradas posteriores dedicadas a otros artistas diseñadores y grabadores. Ahora sin embargo, y por considerar que tal vez esta sea la mejor entrada para alabar a Eppo Doeve, artista que también llegó a diseñar algún sello de Naciones Unidas, reproducimos un artículo que yo mismo escribí para la revista El Eco (nº 1272) sobre su maravilloso billete de Rembrandt (Países Bajos, 1956).

Este es un billete de una belleza avasalladora, y sólo nos falta, para que la degustación sea plena, saber con certeza segura quién fue el grabador del retrato y las viñetas. De momento es un dato esquivo, e inútil es elucubrar quiénes pudieron ser, pues en Enschedé estaban entonces grabadores de la talla de Karl Seizinger, Sem Hartz, Willem Zion van Dijk o el propio Hendrik Seegers, que estuvo en la casa de Haarlem hasta casi mitad de los años cincuenta y que, aunque es poco probable por la edad, no es imposible su participación en la confección del impresionante billete.

No obstante, dejamos constancia de que los catálogos neerlandeses de billetes suelen atribuir el retrato del anverso a Willem Zion van Dijk (1915-1994), autor asimismo de varios sellos de los Países Bajos entre finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta, mientras que en algún estudio particular se asigna el grabado de la viñeta del reverso a Karl Seizinger. Sí grabó con seguridad Van Dijk el retrato de Erasmo en el billete neerlandés de 100 florines (1954), diseñado igualmente por Eppo Doeve

Antes de reproducir el artículo citado sobre el billete, con todas las imágenes a gran resolución, aprovechamos este sobrevenido cajón de sastre y mostramos una viñeta de Rembrandt que tampoco es fácil ubicar en este blog, pero que sin duda merece encomio y adulación. 

Este es un sello soñado que no pertenece, como otros proyectos frustrados y descartados, a la negra espalda de la filatelia, por hacer uso particular una vez más de la feliz y mordaz expresión de Shakespeare. En realidad procede esta viñeta de un grupo de deliciosos señuelos artísticos incluidos en un libro de 1975, escrito en inglés y titulado Japanese postage stamps in the manufacture, sobre la Oficina de impresión del Gobierno japonés y patrocinado por la Insatsukyoku Choyokai Foundation.


Rembrandt, Autorretrato (1640, óleo sobre lienzo, 102 x 80 cm), y al lado, las viñetas calcográficas impresas en Tokio en 1975


El artista Eppo Doeve en su estudio
Rembrandt sublime en un billete neerlandés

Revista El Eco, número 1.272

El 11 de junio de 1981 fallecía en Amsterdam, unas semanas antes de cumplir los 74 años, el artista Eppo Doeve. Unos días después, una crónica periodística contaba que su estudio de artista era una habitación tan infernal como deliciosa, pues toda la estancia estaba atiborrada de obras y trabajos variados, unas terminadas y otros inconclusos, y que tan pronto aparecían detrás de una calefacción, enrolladas y amontonadas, como debajo de un sofá, dispersos y olvidados. 

Y es que Eppo Doeve fue un artista singular, tan desordenado en sus cosas cotidianas como polifacético y bullicioso en el desarrollo de su variada obra artística. Había nacido Eppi, como le llamaban en familia cuando era un niño inquieto y curioso, en Bandung, en las entonces Indias Orientales Holandesas, el 2 de julio de 1907. Su formación artística fue básicamente autodidacta y siendo todavía muy joven, la familia le permitió viajar a la metrópoli y establecerse como estudiante en Wageningen. Quería estudiar agricultura y formarme lo mejor posible para ser un buen plantador de té…, diría Doeve muchos años después recordando su juventud.


Anverso del billete de los Países Bajos de 1956 diseñado por Eppo Doeve, 1000 florines neerlandeses. Retrato muy posiblemente grabado por Willem Zion van Dijk


Pero las circunstancias le llevaron por otro camino. Así, durante los convulsos años treinta del siglo pasado, Eppo Doeve fue haciéndose cada vez más habitual en los diferentes ámbitos artísticos neerlandeses, merced a sus ilustraciones para algunos semanarios y otras revistas, así como sobre todo al diseño publicitario en general, y al término de la II Guerra Mundial ya era un artista popular y reconocido. E iconoclasta y de una alegría incesante y vivaz, en su vida y en su obra, durante aquellos tiempos de esperanza esforzada y temblorosa.


El molino, aguafuerte de Rembrandt de 1641, 15 x 21 cm


Sorprende por ello que los servicios gráficos del Banco Nacional y de Joh. Enschedé, la prestigiosa casa de Haarlem que todavía hoy conserva la primacía europea en la confección e impresión de papel moneda y de sellos, pensaran en Eppo Doeve como diseñador de una nueva y ambiciosa serie de billetes. Pero Doeve aceptó enseguida la propuesta, y se ocupó a principios de la década de los cincuenta de diseñar los nuevos billetes nacionales que entrarían en circulación progresivamente durante los años siguientes.


Rembrandt, Autorretrato con gorra y dos cadenas (1643); óleo sobre tabla, 72 x 54.8 cm; Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid. A la derecha, ampliación del soberbio grabado del billete


Los cinco billetes fueron diseñados por Eppo Doeve, y grabados e impresos por Enschedé, sin que en su momento trascendiese el nombre de los grabadores implicados. El tipógrafo Jan van Krimpen diseñó las letras y los números. Las personalidades que protagonizaron esta serie de billetes habrían de ser Christiaan Huygens, Herman Boerhaave, Hugo De Groot y el humanista Erasmus, para cuyo billete de 100 florines Doeve creó asimismo un soberbio diseño.

Y Rembrandt van Rijn (1606-1669), el gran mito del arte europeo. Eppo Doeve, que mucho tiempo después comentaba lo encorsetado que se sintió concibiendo estos billetes, pues las formalidades protocolarias de rigor ciñeron más de lo que imaginó su ímpetu procaz, creó un espléndido diseño para el billete del artista universal de Leiden. Doeve hace de una paleta con pinceles el eje narrativo de su intuición súbita y perspicaz, y aun así, concisa y rigurosa, pues tanto en el anverso como en el reverso, refleja, en segundo plano cuatro pinturas de Rembrandt, y dominando estética y espacialmente el billete, uno de los autorretratos más conseguidos y punzantes del artista neerlandés.


Las tres obras de Rembrandt que Eppo Doeve utiliza para el diseño del reverso: Paisaje tormentoso, sobre 1640 (óleo sobre tabla, 52 x 72 cm); Titus en su escritorio, 1655 (óleo sobre lienzo, 77 x 63 cm); y Saskia joven, 1633 (óleo sobre tabla, 52.5 x 44 cm)


Este autorretrato, que hoy pertenece al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, lo concluyó Rembrandt en 1643, un año después del fallecimiento de su mujer Saskia, que aparece riendo en el reverso junto al hijo de ambos Titus, inspirándose Doeve en las obras respectivas del pintor de 1633 y 1655. A estos tres retratos señalados añade Doeve, en la parte anterior del billete un aguafuerte fechado en 1641, El molino, y en la parte posterior, sobre la paleta de la que ahora una mano prodigiosa ha tomado un pincel y se dispone a crear, un fogonazo acerado del óleo Paisaje tormentoso, acabado por Rembrandt en 1640.

El billete de Rembrandt, con fecha formal de 15 de julio de 1956, fue el de facial más alto de la serie, lo que dificulta hoy la adquisición para la mayoría de los coleccionistas, pero esta fatalidad no impide la contemplación artística de su belleza inexpugnable, un destello genial de Eppo Doeve.


Reverso del billete de 1956 diseñado por Eppo Doeve

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Nota. Algunos de los textos de este artículo los escribí con anterioridad en el Foro Ágora de Filatelia (ramon1843, Los sellos más bonitos del mundo), y ahora están ensamblados aquí con algunas adiciones y rectificaciones.

Última actualización de esta entrada, enero de 2020

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jueves, 7 de junio de 2018

Samuel Louis Hartz

Samuel Louis Hartz (1912-1995)
El artista adolescente



En el mes de octubre de 1995 fallecía en Haarlem, a la edad de 83 años, Samuel Louis Hartz, el más prestigioso de los artistas del sello neerlandés. Unos años antes, un alto cargo de Joh. Enschedé, la afamada Casa de grabado e impresión neerlandesa en la que Hartz desarrolló su carrera artística durante cerca de cuarenta años, lo definía como «un hombre elegante cuyas pasiones son la navegación, la caza, el grabado… y el cultivo sosegado y frecuente de una cierta pereza».

Sem Hartz, como siempre fue conocido, nació el 28 de enero de 1912 en Leiden, la ciudad meridional donde tres siglos antes había nacido el más universal y mitificado de los artistas neerlandeses, Rembrandt Harmenszoon van Rijn. Su padre, Louis Jacob Hartz (1869-1935), fue un pintor con buenas maneras y muy apreciado en su época, especialmente como retratista, y el niño Samuel Louis vivió una infancia feliz entre artistas, pues la afluencia, no sólo de pintores, sino también de profesores y hasta de científicos, era muy habitual en la casa familiar. Su madre, Sara Rebecca Isaacson (1874-1947), era además una mujer culta y sensible, apasionada de la música clásica y de la literatura popular. 

A finales de los años veinte, Sem Hartz ya tenía una predilección decidida por el grabado y se matriculó en la Academia Estatal de Bellas Artes de Amsterdam (Rijksakademie van beeldende kunsten), fundada en 1870 y donde tuvo como maestro, entre otros, a Johannes Aarts (1871-1934), el extraordinario grabador neerlandés que ya entonces había incidido algunos de los más bellos sellos de los Países Bajos. Durante la década siguiente, Hartz no tenía otro propósito que entrar en Enschedé, donde primero estuvo como aprendiz y en la que finalmente habría de desarrollar su brillante trayectoria, después de que el secretario general de la Administración Central de Correos y Telégrafos, Jean François van Royen (1878–1942), convenciera a los responsables de la Casa de Haarlem del talento innato del joven y ambicioso grabador.


Bosquejo preliminar de Hartz para el diseño del sello de 1937 del pintor Jacob Maris. En el centro, el sello calcográfico emitido por los Países Bajos en 1937, diseñado y grabado por Sem Hartz. A la derecha, patrón del tipo de letra Julianadiseñada por Sem Hartz en los años cincuenta para la compañía Linotype


En 1936 grabó sus primeros sellos emitidos por los Países Bajos, uno de ellos un soberbio perfil de Erasmo, en competencia con otro similar grabado por Johannes Warnaar y que finalmente fue descartado en beneficio del incidido por Sem Hartz, y enseguida, además, entabló una amistad muy fructífera y sincera con Jan van Krimpen (1892-1958), uno de los tipógrafos más relevantes del siglo pasado y que era entonces el jefe del departamento artístico de Enschedé. Reseñar, por cierto, la curiosidad de que el primero y el último sello grabados por Hartz para las emisiones metropolitanas de los Países Bajos, fuesen de la misma personalidad, Erasmo de Rotterdam.





El tipógrafo Jan van Krimpen (1892-1958), amigo y jefe de Sem Hartz, que lo retrató en este dibujo




Con Van Krimpen, Hartz no sólo trabajó en Enschedé durante sus primeros años codo con codo, pues aquél siempre se encargaba de los tipos elegidos para los faciales de los sellos, sino que su relación personal y artística fue mucho más allá de la sencilla y armoniosa alianza profesional. Ambos artistas compartían una pasión irreductible por todo lo que tuviera que ver con la tarea noble de la impresión artesanal, y Hartz fue asimismo un apasionado de la tipografía, y primero en los años frenéticos de la ocupación alemana y después con más tranquilidad en la posguerra, diseñó algunos tipos de letra, siendo los más conocidos Emergo (1949) y Juliana (1958), este último cumpliendo un encargo de la compañía Linotype en 1952.


Naciones Unidas, 1951; Unicef. Sello emitido, diseñado y grabado por Sem Hartz, a la izquierda (imagen procedente de la página engravedstamps.net). En el centro, el mismo diseño grabado por Karl Seizinger, precediendo el diseño específico de grabado para este sello del artista que entonces era compañero de Hartz en Enschedé, y que sirve para comparar decisiones y estilos de uno y otro artista sobre una misma propuesta


Y es que Hartz, aparte de la navegación, la caza y el grabado, era también un bibliófilo impenitente, y todo cuanto rodeaba la edición de un libro, desde la impresión a los tipos de letra creados y elegidos para el texto, hasta otros objetos relacionados como los ex libris, o el mismo diseño de la portada y otros elementos; todo ello, decíamos, entraba dentro del área de interés de este grabador de sellos, de este artista adolescente, por mejor decir, siempre insaciable, emprendedor infatigable de sueños impresos a la antigua usanza.


Sobre estas palabras, boceto de diseño y sello de Erasmo, emitido por los Países Bajos en 1969, diseñado y grabado por Sem Hartz e impreso en calcografía y huecograbado. Y a la derecha, uno de los sellos grabados por Hartz desde Enschedé para Naciones Unidas, emitido en el año de 1951, con diseño de Eppo Doeve e impresión en calcografía


Sem Hartz participó en el diseño y grabado de más de 200 sellos postales, entre los metropolitanos y los coloniales, y algunos de otros países como Luxemburgo o el Congo Belga; llegó a incidir un retrato para un billete neerlandés de los años cuarenta, tallado clandestinamente en aquellos años macabros de Europa por su origen judío; y cuando falleció en 1995, había hecho ya varias donaciones a instituciones nacionales de no pocos de los muchos tesoros que había ido acumulando a lo largo de años de habitante del pasado, desde viejas prensas de imprimir, hasta grabados propios o cuidadas y lujosas ediciones de libros escogidos. Todo ello forma parte destacada del legado de un artista que, más contemplativa que perezosamente, siempre vivió atónito y febril en un espacio añejo de tradición y de belleza.
                                                       

Billete neerlandés de 25 gulden de 1944 cuyo retrato, procedente de una pintura de Paulus Moreelse (1571-1638) de 1623 (La pequeña princesa, en el centro), grabó Hartz durante unos años difíciles de clandestinidad forzosa. A la izquierda, el artista en 1975 fotografiado por Nico Zomer


Erasmus. Elogio de dos grandes sellos

Es una coincidencia curiosa, si no en realidad muy significativa, que Johannes Warnaar y Samuel Louis Hartz grabasen su último y su primer sello metropolitano simultánea y, sólo quizá, fatal y felizmente. Pues tenemos constancia gráfica de que Warnaar, entonces a punto de cumplir 70 años, grabó el sello de Erasmus previsto para el 1 de mayo de 1936, al tiempo que un joven y prometedor Sem Hartz, con sólo 24 años en aquellos momentos, realizó a su vez la misma talla a partir de un diseño prácticamente idéntico, inspirado en una versión de uno de los varios retratos que del humanista hiciese Hans Holbein el Joven

Finalmente el sello emitido sería el de Hartz, mientras que el grabado por Warnaar, del que ofrecemos una imagen elocuente con una prueba de punzón, quizá fuese descartado en el último instante. ¿Qué pudo suceder? No hay constancia de que este grabado fuera usado para ningún documento especial, y a partir de entonces Warnaar ya no volvió a grabar ningún sello nacional. ¿Acaso consideró una ofensa el que se descartase su grabado y se prefiriera el de un jovenzuelo engreído y con talento? ¿O tal vez Enschedé quiso cubrir cualquier eventualidad y encargó a Warnaar un grabado alternativo por si el de Hartz no resultaba harto convincente?

En contra de esta última hipótesis está el hecho de que Hartz grabó otro de los retratos de esa serie social de 1936, concretamente el del físico Heike Kamerlingh Onnes, y no se conoce sin embargo grabado alternativo alguno para este sello. Y además, Warnaar no grabó ningún otro sello de esta serie sobretasada, si bien por su edad avanzada, tampoco es demasiado arriesgado presumir que su despedida fue en realidad muy cordial y grata.


 A la izquierda, retrato de Erasmus por Hans Holbein el Joven (1523); Kunstmuseum de Basilea. Hay otra versión de este retrato en el Museo del Louvre. A la derecha, apunte preliminar de Willem Adriaan van Konijnenburg para el diseño del sello de Erasmus

Curiosamente, casi quince años antes de este lance incierto, Johannes Warnaar protagonizó otro incidente similar, sólo que esta vez era él, entonces recién llegado a Enschedé, pues se incorporó siendo ya un grabador muy experimentado, quien salió vencedor frente a quien en esos años era el artista más prestigioso, Johannes Aarts, si bien al final se optó, debido al enfado de éste, por una solución salomónica. Así, en la famosa serie conmemorativa de 1923, se admitió un grabado de cada artista, aunque el elegido de Warnaar, que fue el del perfil de la reina Wilhelmina, resultó ser el más atractivo y apetecible conocido de antemano el diseño.


Carta de Jean François van Royen a Willem van Konijnenburg con una prueba del retrato de Erasmus grabado por Sem Hartz


¿Qué pasó, pues, en la primavera de 1936? ¿Se eligió entre un Erasmus y otro, o sólo fue un ejercicio de previsión acordado con anterioridad? Difícil es saberlo con certeza, por más que todo parezca indicar que Enschedé simplemente eligió el grabado del joven talento. Insistir, por lo demás, en que Hartz grabó otra vez a Erasmus para un sello neerlandés de 1969 expuesto más arriba, con ocasión de conmemorar los quinientos años del natalicio del gran escritor.        


Sello de Erasmus finalmente emitido el 1 de mayo de 1936 y grabado por Sem Hartz, impreso en calcografía. A la derecha, prueba de punzón del grabado de Warnaar, primavera de 1936

Cerramos este inciso tan discursivo de la mejor manera posible, con un broche de excepción: el retrato a buril de Erasmo que terminó en 1526 Albrecht Dürer, uno de los mejores grabadores de la historia. Un grabado además que, al igual que el sello emitido por los Países Bajos en 1936, también fue objeto de suspicacias y desavenencias, bien que de otra índole. 

Y es que Albrecht Dürer tardó casi seis años en cumplir el encargo de Erasmusy encima y después de todo, el humanista no quedó en exceso satisfecho. Tal vez Durero presintió el desagrado del pensador y por eso en el fondo y debajo de la inscripción en latín, escribió en griego que el mejor retrato de un hombre es su obra...

A la izquierda, autorretrato de Sem Hartz en 1931, cuando tenía 18 años; litografía, 37 x 22.8 cm. A la derecha, retrato de Erasmus por Albrecht Dürer (1526); grabado a buril sobre cobre, 24.8 x 19.1 cm

Sem Hartz y la reina Guillermina de los Países bajos


Después de la II Guerra Mundial, a Sem Hartz le dio tiempo de grabar por fin a la reina Guillermina en las últimas emisiones metropolitanas, antes de que abdicara a principios de septiembre de 1948 en favor de su hija Juliana.


A la derecha, uno de los cuatro valores calcográficos de la emisión de 1946 de la reina Guillermina. Grabado de Sem Hartz a partir del diseño de 1940 de Willem Adriaan van Konijnenburg, del que se muestra, a la izquierda y en el centro sobre estas líneas, dos bocetos preliminares de 1939. Diseño tipográfico de la emisión a cargo de Jan van Krimpen


Así, Hartz incidió a Guillermina en la emisión de 1946 a partir del diseño de 1940 de Willem Adriaan van Konijnenburg, y después, en 1947, diseñó la última serie básica de los Países Bajos y un año más tarde, ya en 1948, grabó, tanto el sello calcográfico de esta última emisión, como el sello del jubileo del mes de agosto.


A la izquierda, uno de los bocetos de Hartz para la emisión de la reina Guillermina emitida entre 1947 y 1948 , 22.8 x 18.2 cm. En el centro, año 1948, Guillermina de los Países Bajos, uno de los tres valores calcográficos de la última serie básica de esta Reina; diseño y grabado de Sem Hartz. Y a la derecha sobre estas líneas, sello emitido en agosto de 1948, también por Curaçao y Suriname, en el 50 aniversario del reinado de Guillermina de los Países Bajos. Sello este último emitido en dos valores calcográficos, diseñado y grabado por Sem Hartz


Insigne retratista filatélico

Sem Hartz tuvo una especial predilección por el retrato, y siempre se propuso interpretar y no simplemente reflejar escrupulosamente a la personalidad retratada, así fuera la fuente una fotografía, como una gran pintura.


Tres sellos diseñados y grabados por Sem Hartz, emitidos por los Países Bajos en 1936 (Heike Kamerlingh Onnes), 1937 (Antoni van Leeuwenhoek) y 1938 (O. G. Heldring). Impresión en calcografía


Muy especialmente en estas series neerlandesas de personalidades, emitidas en los años treinta y cuarenta, Hartz dejó muchos grabados sobrios y elegantes.


Países Bajos 1939; Anton Mauve. Sello diseñado y grabado por Sem Hartz; impresión en calcografía. A la izquierda y en el centro, boceto de diseño y prueba de grabado del propio Hartz


En este sello dedicado al artista Jan Steen, emitido por los Países Bajos en 1940 formando parte de una serie sobretasada a favor de causas sociales, el grabador se inspiró para el diseño en el autorretrato más conocido y alabado del pintor. Pues Hartz, además y aunque no obstante a veces sólo diseñó o bien sólo grabó, en realidad era muy partidario de que fuera un solo artista quien diseñara, y si fuera necesario grabara, el sello proyectado. Sólo Jan van Krimpen, eso sí, intervino en muchos de sus sellos como tipógrafo experimentado y genial de los caracteres obligados del facial.


Jan Steen, Autorretrato (1670); óleo sobre lienzo, 73 x 62 cm. En el centro, diseño prácticamente final de Hartz para el sello de Steen, del año 1939; 22.6 x 21 cm; y a la derecha, el sello emitido por Países Bajos en 1940, diseñado y grabado por Sem Hartz e impreso en calcografía


Sobreviviente de los años de la infamia

Durante los primeros años de la década de los cuarenta, la ascendencia judía de Sem Hartz puso en peligro su vida. Hubo de esconderse como pudo de la insania nazi, primero en Haarlem y después en Amsterdam, y así y todo, grabó varios sellos y hasta el retrato para un billete de 1944, trabajando además en el diseño de algunas fuentes tipográficas que en la posguerra le otorgarían fama y elogios. En esos tiempos de zozobra, contó con la ayuda salvadora de muchos amigos, y con la compañía providencial de su esposa Toet Juch (1910-2008), con quien había contraído matrimonio en mayo de 1936 y con quien tendría dos hijos, Jaap y Philip, nacidos en 1946 y 1948.


Países Bajos, 1944; Almirante Cornelis Evertsen de Jongste (1642-1706); a la izquierda y en el centro, bocetos de Gerard V. A. Röling (24.5 x 19.1 cm) y de Sem Hartz ( 23.1 x 18.5 cm). Y a la derecha, el sello calcográfico emitido, diseñado y grabado por Hartz


Sem Hartz sufrió, no obstante salvar la vida, algunas pérdidas irreparables, aunque fuesen casi anecdóticas teniendo en cuenta la devastación general. Así, la policía alemana se incautó en su domicilio de cientos de pinturas que Hartz había heredado de su padre, fallecido muy pocos años antes. Hartz admiraba a su padre, más allá del vínculo de sangre, y emocionado, llegó a dibujar un perfil de su progenitor cuando acababa de morir.


A la derecha, autorretrato de Louis Jacob Hartz, padre de Sem. Y a la derecha, perfil de Louis Jacob Hartz retratado muerto por Sem Hartz en 1935


El padre del grabador, Louis Jacob Hartz, realizó muchas pinturas de mérito que todavía hoy se mueven por las casas de subastas de medio mundo. En una de las dos obras expuestas tras estas palabras, el lienzo terminado en 1920, Louis Jacob retrató a su hijo Sem, que entonces tenía apenas 8 años.


Dos pinturas de Louis Jacob Hartz, padre del grabador, Recogiendo la pesca (1893, óleo sobre lienzo, 55 x 46.3 cm) y Retrato del niño Sem (1920, óleo sobre lienzo, 27 x 21 cm)


Sem Hartz y Enschedé

Sem Hartz, como quedó dicho, era muy partidario de que un mismo artista diseñara y grabara los sellos. Pero esta preferencia no obstaba para que se implicara cortésmente en muchas emisiones colaborando con otros artistas, y no sólo con el tipógrafo Jan van Krimpen. Bien grabando el diseño ajeno, bien, las menos de las veces, pergeñando una emisión para que otros la grabasen, Hartz sentó cátedra.

El segundo supuesto es el siguiente. En 1948Hartz diseñó esta serie de cuatro sellos que terminarían por grabar tres grabadores de EnschedéWillem Zion van Dijk (1915-1994), que grabó dos sellos, Cornelis Arend Mechelse y Johannes Staphorst. El primero de ellos, cabe recordar, participó en el grabado de los retratos de varios de los billetes neerlandeses de los años cincuenta que diseñó Eppo Doeve, y entre ellos uno de los más exquisitos, el de Erasmo (1954).


Fotografía original de Ben van Noordwijk que utilizó Hartz para el diseño del sello del Ridderzaal. A la derecha, boceto a lápiz y tinta de Hartz para el sello, 32.5 x 24.5 cm


Cabe constatar, respecto a esta serie de arquitecturas de La Haya y de Amsterdam, que Hartz no sólo dispuso los bocetos iniciales de diseño para los sellos de esta emisión calcográfica, sino que incluso llegó a trazar los más específicos diseños de grabado, lo que sugiere la posibilidad de que, en un principio al menos, pudo estar previsto que incidiese, si no todos, sí al menos algunos de los grabados definitivos.


A la izquierda, diseño de grabado de Sem Hartz para el sello del Ridderzaal que grabaría Staphorst; lápiz y tinta sobre cartulina, 32.7 x 24.1 cm. Y a la derecha, el sello emitido por Países Bajos en 1948 y grabado por Johannes Staphorst; impresión en calcografía


De toda la tipografía de esta bella serie sobretasada, se encargó Jan van Krimpen, jefe y amigo de Hartz, y uno de los tipógrafos más importantes del siglo pasado.

Esta serie es un ejemplo perfecto de talento mancomunado en pos de una emisión espléndida, pues en ella participaron hasta seis artistas. Así, a los tres grabadores citados y al diseñador Hartz, y aparte del tipógrafo Van Krimpenes preciso sumar al fotógrafo Ben van Noordwijk, que ofreció todas las instantáneas, foco artístico inicial de la emisión.


Países Bajos, 1948; Palacio de Kneuterdijk; Palacio Real, en el centro de Amsterdam; e Iglesia Nieuwe Kerk de Amsterdam. Sellos diseñados por Sem Hartz y grabados por Cornelis Arend Mechelse el primero, y Willem Zion van Dijk los dos restantes; impresión en calcografía


Sem Hartz y la reina Juliana


La reina Guillermina de los Países Bajos abdicó en septiembre de 1948 en favor de su hija Juliana. A partir de entonces y durante los años siguientes, Sem Hartz se ocupó de diseñar, y de grabar cuando la ocasión así lo requería, la mayoría de emisiones metropolitanas de la nueva reina.


Diseño de grabado de Hartz para el sello calcográfico de 1949 de la nueva reina Juliana; lápiz y tinta sobre cartulina, letras superpuestas, 33.5 x 26.3 cm. En el centro y a la derecha, uno de los 4 valores metropolitanos y uno de los valores emitidos por Nueva Guinea usando el mismo grabado de Sem Hartz; impresión en calcografía


Sem Hartz tenía la misma facilidad con los pinceles que con los buriles, y su magisterio en el diseño de un sello estaba ya muy avalado por la obra filatélica en curso a finales de los años cuarenta.


Países Bajos, septiembre de 1948; proclamación de Juliana como reina; emisión de 2 valores impresos en huecograbado. A la izquierda, Hartz acuarelando el retrato de la reina en el verano de 1948 para este sello emitido el 7 de septiembre, y en el centro, el diseño casi definitivo del artista


Tras estas líneas se desglosa una bella serie sobretasada de 1946 en la que el mismo artista, con la ayuda inestimable de Jan van Krimpen en el diseño esmerado de letras y cifras, retrató a las tres hijas de Juliana, las niñas princesas Margarita, Irene y Beatriz, que terminaría sucediendo a su madre en 1980. La cuarta hija de Juliana, Cristina, no había nacido cuando Hartz diseñó esta serie emitida en 1946.


A la izquierda, un primer dibujo a lápiz de Hartz para el diseño del sello de la Prinecesa Margarita, 15 x 9.8 cm. En el centro, diseño preliminar de grabado de Hartz para el sello, lápiz y tinta sobre cartulina, 30.4 x 23.6 cm; y a la derecha, el sello calcográfico emitido, con las letras y cifras diseñadas por Jan van Kimpren. Impresión en calcografía


La serie constó en total de 6 sellos, dos valores para cada Princesa, y Jan van Krimpen creó unas letras y cifras con un verdadero y encomiable sentido artístico.

Sem Hartz, por su parte, diseñó y grabó, a partir de fotografías escogidas de las niñas, unos retratos idílicos y entrañables.


Países Bajos, 1946; Princesas Irene y Beatriz, dos de los dos valores y uno de los diseños originales de Hartz, en el centro, 32.1 x 23 cm, lápiz sobre cartulina. Diseño y grabado de Sem Hartz. Letras y cifras creadas por Jan van Krimpen. Impresión en calcografía

Ya fueran las emisiones básicas de la reina impresas en calcografía o bien en huecograbado, Sem Hartz dispuso igualmente el diseño y la ejecución hasta sus últimos días en Enschedé.


Países Bajos, 1955; perfil de la reina Juliana, uno de los valores calcográficos de esta emisión básica, diseñada y grabada por Sem Hartz, y emitida entre 1954 y 1957. A la izquierda, un estudio preliminar de grabado, obra del propio Hartz. A la derecha, uno de los sellos de la emisión puesta en circulación entre 1969 y 1975 e impresa en huecograbado, en dos diseños diferentes, ambos de Sem Hartz


Sellos en apariencia desprovistos de encanto y laboriosidad, en realidad han sido minuciosa y diligentemente abocetados y diseñados por este artista estricto y aprensivo que es Sem Hartz.


Países Bajos, 1951-53 y 1977; Corte Internacional de Justicia; 8 valores impresos en huecograbado. Palacio de la Paz en La Haya; diseño de Sem Hartz. A la izquierda, fotografía y boceto preparatorios de Hartz para este sello. El artista también diseñó, y grabó a buril, el otro sello de esta emisión con un perfil de la reina Juliana (1951-58)


Hartz defendía que un buen sello tenía que ser necesaria y artísticamente grabado, pero él mismo dejó ejemplos de diseños audaces y lapidarios, y a veces, como en esta emisión de 1966, sólo fiado a la compostura tipográfica.


Países Bajos, 1966; emisión de 2 sellos sobretasados a favor de los refugiados (ICEM, Comité Internacional para la Migración Europea). Sello diseñado por Sem Hartz a partir de unas palabras alentadoras de la reina Juliana (Ayúdales a llegar a un puerto seguro). Impresión en huecograbado. A la derecha, boceto preliminar de Sem Hartz para esta emisión de 1966


Sem Hartz y Rembrandt


En 1956, Sem Hartz y Jan van Krimpen confeccionaron una bella serie calcográfica de cinco sellos que conmemoraba el 350 aniversario del nacimiento de Rembrandt, maestro eminente combinando el aguafuerte, el buril y la punta seca. Casi veinte años antes, Hartz ya grabó un extraordinario autorretrato de Rembrandt para un sello metropolitano (1938).


Sello calcográfico de Rembrandt emitido en 1938 y grabado por Sem Hartz. A la derecha, diseño alternativo de Willem Adriaan van  Konijnenburg


Ahora, en principio y aunque la similitud de los grabados de las viñetas con los aguafuertes originales de Rembrandt, unida a ciertas señales equívocas en la impresión supuestamente sólo calcográfica, se entiende que Sem Hartz grabó en esta emisión las obras escogidas para la misma. Jan van Krimpen, por su parte, colaboró en la concepción general de la emisión, y dispuso el diseño de letras y números que cercan genialmente cada viñeta.
No se ha conservado la plancha original del más famoso y apreciado de los autorretratos grabados por Rembrandt, pero sí varias impresiones genuinas de primer y segundo estado de este aguafuerte de 1639. La imagen presentada en primera instancia tras estas palabras, y que es utilizada asimismo en las comparaciones, se corresponde con la impresión de segundo estado conservada en el Rijksmuseum de Amsterdam.


A la izquierda, Autorretrato apoyado sobre un pretil, de Rembrandt van Rijn, 1639; aguafuerte, buril y punta seca, 20.5 × 16.4 cm (Rijksmuseum de Amsterdam). En el centro, sello de los Países Bajos de 1956, emitido en el 350 aniversario del nacimiento de Rembrandt (Autorretrato de 1639), diseñado y grabado por Sem Hartz, con las letras y cifra diseñadas por Jan van Krimpen; impresión en calcografía, según los catálogos. Y a la derecha, sello emitido por Austria en 1969, a propósito del bicentenario del Museo Albertina de Viena; Autorretrato de Rembrandt (1639); diseño de Adalbert Pilch y grabado de Rudolf Toth; impresión mixta en calcografía y huecograbado


La gran resolución de esta imagen del Rijksmuseum y el escaneado concienzudo del sello de los Países Bajos de 1956, alienta a deducir que Sem Hartz desaparece para que sólo comparezca Rembrandt, pero así y todo, y como por otra parte es lógico, hay diferencias, bien que no de estilo y aún ni siquiera de detalles relevantes, pero sí, en cualquier caso, constatables después de una comparación rigurosa. 

Rudolf Toth, para el grabado del sello diseñado por Adalbert Pilch en 1969 (Austria) a partir de este mismo autorretrato de 1639, se sitúa en las antípodas de Hartz, por cuanto, lejos de reflejar con fidelidad absoluta el estilo peculiar de Rembrandt, y quizá descartando incluso una interpretación loable, en realidad crea una obra nueva y diferente, más propia e irreverente que sumisa y agraciadamente testimonial.

Claude Hertenberger (1912-2002), por su parte, parece adoptar, respecto a Hartz y Toth, más modestamente y en cuanto a estilo se refiere, un punto de vista intermedio en el sello de Francia emitido en 1957. Ni una fidelidad extrema y precisa como Hartz, ni una libertad intempestiva y genial como Toth.


Francia, 1957; Rembrandt, Autorretrato (1639). Diseño y grabado de Claude Hertenberger; impresión en calcografía. Y a la derecha, tríptico comparativo con los grabados respectivos de Rembrandt, Hartz y Toth


Se muestran los otros cuatro sellos de esta emisión de 1956 dedicada a Rembrandt y diseñada, y al menos parcialmente grabada, por Sem Hartz.

Y es que ni tan siquiera en las fichas y documentos del Museo postal neerlandés, los datos con que se suelen acompañar las imágenes son concluyentes respecto al método de impresión usado en esta emisión, que por otra parte casi todos los catálogos al uso califican como calcográfico. Tampoco esos datos aclaran con rotundidad el método de creación utilizado por Sem Hartz, pues tan pronto su autoría se rubrica como de grabador, como tan sólo, junto a Jan Van Krimpen, de diseñador.


Países Bajos, 1956; 350 aniversario del nacimiento de Rembrandt; El joven Tobías y un ángel, y Persa con gorro de piel. Diseños de Hartz y Jan van Krimpen; grabados de Sem Hartz. Impresión en calcografía, según los catálogos


En todo caso, la intención artística de Sem Hartz fue muy evidente: que sólo se viera a Rembrandt en los grabados, para que los sellos, además, fuesen unos facsímiles de al menos parte de las obras originales. Hasta tal punto fue así, que la idea primera de diseño era que todos los detalles elegidos de los grabados seleccionados de Rembrandt, se mostrasen en los sellos a tamaño real, es decir, a escala 1:1. Esto se pudo hacer finalmente en tres de los sellos, pero no en los otros dos, y entre estos últimos estaba el sello del autorretrato de 1639

He aquí, pues, la explicación estética de la focalización virulenta, que no obstante la clara determinación, no permitió mostrar ese autorretrato de 1639 a escala real de ningún modo y no hubo más remedio que reducirlo. El otro detalle de un grabado de Rembrandt que no se pudo mostrar a tamaño real, fue el del viejo Tobías ciego, aunque en este caso Hartz hubo de ampliarlo un poco, pues a escala 1:1 quedaba demasiado pequeño en el sello.


Países Bajos, 1956; 350 aniversario del nacimiento de Rembrandt; Granjero con sombrero altoEl viejo Tobías ciego. Diseños de Sem Hartz y Jan van Krimpen; grabados de Hartz. Impresión en calcografía, según los catálogos

Sem Hartz y Luxemburgo

Sem Hartz diseñó y grabó desde Enschedé un buen puñado de auténticas maravillas para la filatelia de Luxemburgo.


Luxemburgo, 1938; Retrato de San Willibrord como obispo de Utrecht, Fachada del Ayuntamiento de Echternach y Pabellón del parque de la Abadía de Echternach. Sellos diseñados y grabados por Sem Hartz. Impresión en calcografía


Veamos al menos lo principal de esta gran cosecha, en una selección que, con ser amplia y variada, sólo es, no testimonial, desde luego, pero sí justa y en absoluto excesiva.


Luxemburgo, 1938; Retrato de San Willibrord, a partir de una miniatura; y Abadía de Echternach, un monasterio benedictino. Diseños y grabados de Sem Hartz. Impresión en calcografía

Y empezamos con la primera exhibición en el tiempo de Hartz en Luxemburgo, con los 6 sellos de la serie de 1938. Hartz diseñó toda esta serie sobretasada de la Abadía de Echternach, que asimismo conmemoró el XII centenario inminente de la muerte de San Willibrord de Utrecht, el misionero que falleció en esta comuna luxemburguesa en 739. Y puede que Hartz incluso compusiera la tipografía facial, hemos de suponer que alentado por su maestro Jan van Krimpen. Es una serie majestuosa, y que por si fuera poco, está encabezada por uno de los grandes sellos del mundo: el de la procesión católica de Echternach. Un sello espléndido, de un abigarramiento voluptuoso y feliz.


Luxemburgo, 1938; La procesión católica de Echternach que honra a San Willibrord. Diseño y grabado de Sem Hartz, partiendo de la pintura La procesión danzante en Echternach, obra de Lucien Simon (1936; óleo sobre lienzo, 630 x 400 cm) exhibida en la Exposición Internacional de París de 1937, a la izquierda. Impresión en calcografía

Al año siguiente, en 1939, Hartz diseñó y grabó otra serie excepcional para Luxemburgo, con ocasión de celebrar el centenario de la Independencia del Ducado.


Escudo de Armas del Gran Ducado de Luxemburgo;  Gran Duque Guillermo I Oranje-Nassau (1772-1843), rey de los Países Bajos y Gran Duque de Luxemburgo; y Gran Duque Guillermo II Oranje-Nassau (1792-1849), rey de los Países Bajos y Gran Duque de Luxemburgo


La emisión constó de 10 sellos que rinden tributo a los duques de los últimos cien años de las dinastías Orange-Nassau y Nassau-Weilburg

Gran Duque Guillermo III Oranje-Nassau (1817-1890), rey de los Países Bajos y Gran Duque de Luxemburgo; Henri de Orange-Nassau (1820-1879), hermano de Guillermo III, gobernador de Luxemburgo; y Adolfo I de Luxemburgo (1817-1905), tercer y último duque de Nassau y el cuarto gran duque de Luxemburgo


Sem Hartz no sólo diseñó esta serie larga de 1939 y grabó los sellos, sino que además dispuso con discreción y comedimiento la tipografía.


Guillermo IV (1852-1912), de la Casa Nassau-Weilburg, Gran Duque de Luxemburgo del 17 de noviembre de 1905 hasta su muerte; y Marie-Anne de Bragance (1861-1942), esposa de Guillermo IV y Gran Duquesa consorte de Luxemburgo entre 1905 y 1912


Y todos los sellos son soberbios, el escudo y los retratos, pero no obstante y a la vista de las imágenes, no podemos dejar de resaltar lo bella y esbelta que está la malhadada María Adelaida, que falleció joven, con sólo 29 años, triste y confiada en un convento, un lustro después de abdicar en favor de su hermana Carlota.


Marie-Adélaïde de Luxemburgo (1894-1924), Gran Duquesa de Luxemburgo entre 1912 y 1919 (a la izquierda, fotografía utilizada por Hartz en su diseño previo al grabado); y Charlotte de Luxemburgo (1896-1985), Gran Duquesa de Luxemburgo entre 1919 y 1964

En 1966, Sem Hartz también pergeñó y ejecutó otra gran serie conmemorativa de Luxemburgo, una emisión muy señalada y emotiva, pues celebraba el 300 aniversario de la proclamación de la Virgen María como patrona de la ciudad de Luxemburgo.


Luxemburgo, 1966; 300 aniversario de la proclamación de la Virgen María como patrona de la ciudad de Luxemburgo. Sello diseñados y grabados por Sem Hartz; a la izquierda, a partir de un grabado de Richard Collin (1627-1697); en el centro, interior de la Catedral de Nuestra Señora de Luxemburgo; y a la derecha, columna con ángeles de la Catedral de Nuestra Señora de Luxemburgo. Impresión en calcografía


Es una serie, además, que tiene un parecido estético evidente con la de 1938, y con una similar elegancia tipográfica, ahora ya sin el maestro y amigo Jan van Krimpen a su lado, pues había fallecido en 1958. Aunque, mejor dicho y para ser más precisos, Van Krimpen siempre estuvo con Hartz… ¡y aún lo está, qué duda cabe y como bien podemos admirar!  

Respecto a los grabados, son elocuentes por sí mismos, sin necesidad de ensalzar la fina sensibilidad de este artista exquisito que fue y es Sem Hartz.

Luxemburgo, 1966; 300 aniversario de la proclamación de la Virgen María como patrona de la ciudad de Luxemburgo. Llave y escudo de armas de la ciudad de Luxemburgo, y escudo del Príncipe de Chimay. Diseño y grabado de Sem Hartz; impresión en calcografía. A la derecha, Sem Hartz fotografiado en 1975 por Nico Zomer

Y dos esparcimientos deliciosos más de Sem Hartz en Luxemburgo, ambos de 1961 y dedicados, respectivamente, a Clervaux, un pequeño pueblo luxemburgués de una belleza propicia para el recogimiento y la contemplación; y al hoy ya mítico General Patton y a la localidad de Ettelbruck.


Luxemburgo, 1961; Monumento al General Patton y vista de Ettelbruck, a la izquierda; y vista de Clervaux, a la derecha. Sellos diseñados y grabados por Sem Hartz. Impresión en calcografía
 

...Y por último, Sem Hartz en las colonias


Aunque muchas de las aportaciones coloniales de Sem Hartz, partieron de los mismos grabados ejecutados en las series básicas de los Países Bajos, también realizó sellos expresos para las dependencias neerlandesas.


Surinam, 1940; Mujer criolla y Mujer javanesa. Sellos diseñados y grabados por Sem Hartz; impresión en calcografía. A la derecha, Sem Hartz retratado por Christiaan de Moor en un dibujo de 1967


He aquí una muestra excelente y de confección temprana y total de Sem Hartz, que a finales de 1939 terminó de grabar esta serie magnífica emitida por Surinam a principios de 1940, sobrecargada a favor de causas humanitarias y para la que el artista de Leiden dispuso cuatro grandes diseños de diferentes etnias, embellecidas a través de otros tantos perfiles de mujeres jóvenes y ceñudas.


Surinam, 1940; Mujer indostánica y Mujer india americana. Sellos diseñados y grabados por Sem Hartz; impresión en calcografía. A la derecha, imagen de Sem Hartz con otra de sus pasiones, la tipografía

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Nota. Este perfil de Sem Hartz lo escribí primero en el Foro Ágora de Filatelia (ramon1843, Los sellos más bonitos del mundo), y ahora está ensamblado aquí con algunas adiciones y rectificaciones.

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